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LA QUIEBRA DE MIDAS

Empresa del hombre más rico del mundo se declara en concordato

2 de marzo de 1987

Por lo visto, los millonarios tampoco están exentos de declararse en concordato. El miércoles pasado, Triad America Corporation, la compañía norteamericana controlada por Adnam Kashogui -reputado como el hombre más rico del mundo-, buscó protección judicial ante un juez de Los Angeles, debido a la imposibilidad de atender adecuadamente pasivos estimados en 231.5 millones de dólares. En lo que puede considerarse como la baja más reciente del escándalo Contra-Irangate, en el cual Kashogui tuvo una activa participación, la caída de Triad America era esperada desde hace tiempo.
Los problemas comenzaron hace un par de años cuando el principal proyecto de Triad -un complejo de oficinas, centros comerciales y hoteles ubicado en Salt Lake City- sufrió tropiezos que obligaron a que se paralizara la construcción cuando aún faltaban dos terceras partes para completarla. Gracias a su reconocida habilidad como negociante, Kashogui logró comprar tiempo mientras planeaba una estrategia para darle liquidez a Triad y de paso devolverle confianza a los bancos, con el fin de que estos desembolsaran los recursos necesarios y acabar el proyecto.
El esquema quedó prácticamente listo cuando a mediados del año, se anunció que una firma canadiense basada en Vancouver -Skyhigh Resources- estaba dispuesta a comprar a muy buen precio una refinería que Triad poseía. Con un récord bastante oscuro en Vancouver, Skyhigh se destacó porque en pocos meses había logrado atraer a los inversionistas, con lo cual el valor de la acción de la compañía se multiplicó más de diez veces.
Todo se derrumbó, sin embargo, con el escándalo de la venta de armas norteamericanas a Irán. Cuando comenzaron las investigaciones se descubrió que Kashogui había intervenido activamente en el negocio y que inclusive había convencido a una serie de inversionistas canadienses de poner dinero para comprar las armas. A los pocos días se descubrieron las inversiones que el millonario árabe tenía en el Canadá y, para sorpresa de muchos, este era propietario de un paquete importante de acciones de Skyhigh Resources. Cuando eso se supo, el negocio de la refinería con Triad se fue al suelo y esta última no tuvo otro camino que irse al concordato.
Aparte de los problemas financieros que creó, el derrumbe de Triad ha sido aprovechado por los analistas para destacar el estilo Kashogui. De haber salido adelante con su plan inicial, el millonario árabe le habría devuelto la vida al proyecto de Salt Lake City, con el dinero de los inversionistas de Vancouver que habían comprado las acciones de Skyhigh.
A pesar de que el concordato de Triad America constituye un fuerte golpe financiero para Kashogui, es poco probable que este abandone su estilo de vida. No obstante, el millonario tiene que cuidarse. El de Triad es el tercer proyecto que le falla en los últimos años (los dos primeros se fueron a pique en Egipto y Sudán) y si las equivocaciones siguen ocurriendo, es probable que en algún tiempo el multimillonario tenga que salir de su DC-8, de su yate y recortar sus gastos de sostenimiento, estimados en unos 250 mil dólares diarios.-