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| Foto: Unimedios

ENTREVISTA

La solución de la crisis griega sería cuestión de cálculo político

El economista colombiano Daniel Munévar, del equipo asesor del exministro de finanzas griego Yanis Varoufakis, habló con SEMANA.

11 de julio de 2015

Semana: ¿Por qué es tan crucial una reestructuración de la deuda griega?

Daniel Munévar: Porque al final del día es la única solución. En eso ha insistido el gobierno griego desde el inicio de las negociaciones. El FMI apoya esa posición y Christine Lagarde volvió a decir que el acuerdo debe incluir reestructuración de la deuda.

Semana: ¿Es realmente insostenible el nivel de deuda que tiene Grecia?

D. M.: Hace una Semana, el FMI en un análisis oficial dijo que la deuda griega podría ser sostenible si el gobierno lograra superávit primario por encima de 3,5 por ciento, en los próximos 50 años. Cualquiera que vea esa cifra, sabe que económicamente es imposible de alcanzar. La consolidación fiscal más larga en la historia la hizo Irlanda que logró superávits primarios por 14 años consecutivos, después de salir de una crisis. En este caso estaríamos hablando que Grecia tendría que hacer tres veces eso.
 
Semana:
En esos términos, ¿la reestructuración inevitablemente tiene que incluir condonación de parte de la deuda?

D. M.: En un escenario que se ha pintado, en el que Grecia recibiera la ampliación de los términos de la deuda -con menores tasas de interés- y que alcanzara un superávit primario de 2,5 por ciento, aun así la deuda no sería sostenible. Si un acuerdo se basa en un superávit de este nivel, habría que condonar el monto del primer programa de ajuste que se le dio a Grecia, el de los créditos bilaterales por 52.000 millones de euros. El FMI fue el que puso sobre la mesa la necesidad de discutir potencialmente una reducción al valor nominal de la deuda.

Semana: ¿Usted cree que el problema es más político que técnico?

D. M.: Si las decisiones se estuvieran tomando sobre los análisis técnicos y lo que dice el FMI ya se habría resuelto. Pero esto no es una cuestión de detalles técnicos del acuerdo sino de la política. Mucho depende de las condiciones que hay de lado y lado. Las encuestas muestran que en Alemania y Francia la mayoría de la población es partidaria de sacar a Grecia de la zona euro. El cálculo político que pueden estar haciendo los mandatarios de estos países es que es más fácil vender a su electorado la expulsión de Grecia de la zona euro, aunque sea ilegal y con todos los problemas que conlleva, que reestructurar la deuda. Así es como ha venido escalando la retórica las últimas Semanas. En el caso del gobierno griego, hay también complicaciones. Si por la amenaza de la expulsión, el país llegara a firmar un acuerdo que no contemple explícitamente la reestructuración y sí medidas punitivas –como hablan muchos–, para Alexis Tsipras venderlo dentro del país sería muy complicado, en especial después del referendo. De no haber voluntad política, se podría llegar al escenario que el Banco Central Europeo (BCE) retire el apoyo de liquidez a los bancos griegos y eso haría colapsar al sistema financiero heleno.