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LA UNION HACE LA FUERZA

De la fusión más importante en la historia de los Estados Unidos nace el segundo banco más grande de ese país.

19 de agosto de 1991


LA SEMANA PASADA SE HIZO pública la fusión más grande en la historia de los Estados Unidos. Y, sin duda, la mayor en la historia de la humanidad. Se trata de dos de los bancos más importantes de ese país: el Chemical Bank, que ocupaba el sexto lugar de la industria bancaria americana, y el Manufacturers Hanover Trust Company, que estaba situado en el noveno lugar. El nuevo banco unido, que operará bajo la razón social de Chemical Banking Corporation y tendrá más de 135 mil millones de dólares de activos, pasará a ocupar el segundo lugar detrás de Citicorp, cuyos activos ascienden a 217 mil millones de dólares.

La fusión busca darle solución a los graves problemas que enfrenta cada uno de los dos bancos. El Chemical se había sobreexpuesto en negocios de finca raíz que desde la caída de los precios de la propiedad en Estados Unidos venían afectando seriamente su cartera. Manufacturers Hanover, por su parte, ha venido sufriendo las consecuencias de los préstamos de dudoso recaudo realizados durante la década de los 70 y principios de los 80 a países del Tercer Mundo y particularmente a los latinoamericanos. Esos problemas no sólo comprometían la situación financiera sino que se habían visto reflejados en menores calificaciones por parte de las agencias clasificadoras de riesgo que a su vez afectan el precio de las acciones en las bolsas de valores. Las dos instituciones aspiran a que el nuevo banco que surja de esta unión se convierta no sólo en el segundo de los Estados Unidos sino en una institución muy sólida.

Las ventajas de esta operacion son grandes. De entrada, implicará una reducción anual de 650 millones de dólares en costos, como resultado de una disminución de 6.300 empleos y del cierre de alrededor de 70 oficinas y sucursales bancarias -aunque de entrada deberán pagar 550 millones de dólares en indemnizaciones por despido y por terminación anticipada de contratos de arriendo. De otra parte, la fusión les permite estar mejor preparados para competir en lo que se ha llamado el mercado nacional de los Estados Unidos, que surgirá próximamente, cuando deje de tener vigencia una norma que restringía las operaciones de banca comercial al territorio de un sólo estado. Poderse presentar como el segundo banco más grande de ese país tiene muchas ventajas en un negocio donde la credibilidad y el respaldo son definitivos.
A pesar de lo lógica y racional que parece, la fusión de estas dos entidades no deja de tener dificultades y riesgos. Para comenzar, es necesario implementar y hacer compatibles los sistemas de computación y manejo de información, que no es tarea fácil. En caso de que este proceso no resulte rápido y efectivo, se pueden presentar serios problemas administrativos y además llegar a perder una cantidad importante de clientes descontentos con el servicio. Igualmente, existen riesgos en el manejo y el acomodamiento del personal en la nueva entidad, pues en el tire y afloje que implica el despido de más de seis mil personas se pueden ir muchos de los mejores, que en últimas son los primeros en conseguir puesto en otra empresa.

Pero esta operación parece que será apenas la primera de toda una serie de fusiones que vendrán en el futuro. Ya se está hablando de las negociaciones de fusión entre el NCNB de Charlotte, Carolina del Norte -uno de los 10 bancos más importantes de Estados Unidos- con el C&SSovran Corporation de Atlanta, que de tener éxito generaría un banco que, con activos de 116 mil millones de dólares, se convertiría en el tercero de ese país. De acuerdo con un estimativo de una conocida firma de consultoría, McKinsey & Co., la tendencia es tal que, hacia mediados de la década del 90 los 125 bancos más grandes de los Estados Unidos, que manejan las dos terceras partes de los activos bancarios de ese país, quedarán reducidos a 10 ó 15 megabancos como resultado de fusiones, adquisiciones y consolidaciones que le podrían significar al sector bancario un ahorro del orden de 10 mil millones de dólares al año.
Todo esto es necesario en esta época de globalización de la economía, cuando los bancos americanos tienen que enfrentarse con el reto de competir con los gigantes bancarios de Europa y Japón, cuya dimensión los estaba dejando regados. A título de ejemplo, este nuevo banco está por debajo de los 12 bancos japoneses y los 10 europeos de mayor tamaño. -