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LAS 100 EMPRESAS

SEMANA presenta, analiza y clasifica las 100 empresas líderes del país.

19 de agosto de 1985

No es precisamente la lista de las 500 de Fortune, pero en esas cien empresas se encuentra el corazón del aparato productivo del país. Después de haber sufrido de numerosos infartos en los años inmediatamente anteriores, las cifras recogidas por SEMANA indican que en 1984 y para usar un término ciclístico, las grandes empresas colombianas alcanzaron a pasar una meta volante, pero están todavía muy lejos de atreverse a enfrentar un premio de montaña. Las restricciones a las importaciones de maquinaria y materias primas, unidas al empobrecimiento paulatino de los colombianos, se conjugaron para que los resultados no fueran los mejores, a pesar de superar a los de 1983.
Una vez más, la camiseta del líder le correspondió a las empresas vinculadas al sector energético y minero, área donde se concentran los grandes proyectos nacionales. También se lograron índices favorables en las compañías que se beneficiaron de las limitaciones a las importaciones de bienes, tanto legales como ilegales, así como en las dedicadas a exportar.
A continuación, SEMANA presenta el análisis sectorial de las cifras obtenidas, diferenciándolas entre los principales ramos de la actividad económica. Como nota metodológica importante, se quiere resaltar este año la presencia del Fondo Nacional del Café en la lista de las cien empresas, reconociéndose que, si bien no se ajusta del todo a las características exigidas, su peso dentro del sistema es muy notorio y por lo tanto no se le puede pasar por alto.
Adicionalmente hay que aclarar que es probable la omisión de algunas empresas dentro de la tabla. Lamentablemente, la preocupación de varias compañías por mantener sus cifras en secreto, hizo imposible la recopilación de todos los datos.

EL SECTOR LIDER
El sector de energía, electricidad y gas, es el área de comando de la economía colombiana. Con ISA, Interconexión Eléctrica S.A., a la cabeza, el ramo energético continúa con el lugar de preponderancia que siempre ha tenido en el país, aunque puede ser que ISA sea despojada pronto de su número uno. La gerencia de la empresa acaba de declarar que la revisión de los planes energéticos permite reducir las inversiones planeadas para el período 1984-88 en 85 mil millones de pesos.
El lugar de privilegio será tomado, sin duda, por otra empresa estatal: Ecopetrol. Los éxitos y descubrimientos logrados por ésta y sus asociados durante 1984 fueron de tal magnitud que con plena razón se puede considerar al anterior como el año bandera de la exploración petrolera en Colombia.
El continuado esfuerzo en la explotación hizo incrementar en 9.9 por ciento el promedio diario de la producción nacional, a 167.084 barriles diarios y ya se estima que ésta alcanzó los 175 mil barriles en junio último.
El más importante descubrimiento petrolifero del año pasado fue el de Caño Limón, en Arauca. En estas explotaciones están intensamente comprometidas importantes multinacionales: Occidental y Shell. Como es conocido, Occidental vendió el 50 por ciento de sus intereses en la zona de Cravo Norte a la Royal DutchShell por aproximadamente US$1.000 millones. Esta misma multinacional acaba de proponer la compra de entre el 10 y el 20 por ciento de la producción que le corresponda a Carbocol en El Cerrejón Norte, así como la posibilidad de adquirir una parte de las acciones de la empresa estatal en El Cerrejón .
Todas estas transacciones multimillonarias en el sector energético han hecho regresar al país a la danza de los millones que se genera luego de grandes descubrimientos petroleros y mineros. Por ahora, la mayoría de los proyectos se encuentra en la etapa de adecuación y se espera que para fines de la década Colombia sea una potencia energética de primer orden. Las cifras de la tabla son claras. Cinco de las primeras diez empresas y once de las treinta iniciales, están asociadas al sector. Así mismo, el área cobija a la empresa de mayor crecimiento en activos durante el año, Occidental de Colombia, la cual ingresó a la lista colocándose en el puesto 17.
Con todo, la estabilidad del sector energético no está desprovista de riesgo.
El desarrollo de los proyectos en los cuales están comprometidos Ecopetrol y Carbocol, en Arauca y El Cerrejón, están estrechamente ligados al éxito del Gobierno en asegurar crédito externo fresco. Dentro del nuevo paquete de crédito para Colombia US$1.000 millones para 1985-86, cuya suerte habrá de definirse a finales de este mes, se gestionan empréstitos por US$423 millones para Carbocol y de US$200 millones para Ecopetrol. Así mismo, deben quedar listos los mecanismos para la refinanciación de la deuda de Cerromatoso.

NAVIEROS A LA DERIVA
La recesión mundial y la situación deficitaria de gran cantidad de países ha sumido en la crisis al sector naviero y dejado inactivos gran cantidad de buques en el mundo occidental. Peso a ello y a la parálisis de nuestro comercio exterior, la Flota Mercante Grancolombiana obtuvo el año pasado utilidades netas considerables. Este resultado halagador se logró en gran parte gracias al aliento suministrado por el sector energético, con sus proyectos de El Cerrejón y el Oleoducto de Zulia, para transportar el crudo de Caño Limón. Además de ello, la política de devaluación es favorable para esta empresa.
Adelantándose al boom de las exportaciones carboníferas y petrolíferas, la Mercante ha creado filiales con noruegos y holandeses interesados en transporte de crudos.

VOLANDO BAJO
En los años recientes, el sector de transporte aéreo en Colombia presenció el surgimiento de nuevas compañías. Hoy en día vuelve a quedar prácticamente sola Avianca. La aerolínea continuó registrando pérdidas para 1984, aunque en monto inferior a las del periodo anterior, al pasar de $2.994 millones en 1983 a $2.484 millones en 1984. Avianca logró una ostensible mejoría en los resultados operacionales, siendo su mayor escollo los altos costos financieros que sostiene y el efecto significativo del ritmo de devaluación, que le ocasionó pérdidas cambiarias por 3.552 millones de pesos el año pasado. La empresa ha venido adoptando por ello medidas tendientes a capitalizar la entidad y a sustituir obligaciones constituidas en dólares por deudas en pesos.
Dentro del programa de recuperación de la aerolínea, el capital autorizado de Avianca fue aumentado en $600 millones a fin de proceder a capitalizarla en un monto de 1.000 millones a través del Fondo de Capitalización del Banco de la República.
En cuanto a la refinanciación de su deuda externa por US$171.6 millones, se avanzará en los siguientes aspectos:
-Financiación por medio de la Resolución 33 de la Junta Monetaria de US$145 millones, a un plazo de 7 años con 3 de gracia.
-US$6.6 millones serán financiados con fondos propios de Avianca, quedando cubierta de esta forma la totalidad de la deuda externa de la aerolínea.
En el caso de Aces, la situación también resulta compleja y difícil. Para superar el déficit financiero que actualmente afronta la empresa, sus accionistas decidieron recapitalizarla en un mínimo de $400 millones, los cuales serán aportados en forma conjunta y proporcional por los actuales accionistas. En cuanto a la deuda con el sistema financiero nacional, se logró refinanciarla mediante negociaciones con un grupo de 10 bancos nacionales, a un plazo de 7 años y tasa de interés del 26 por ciento. A su vez la Corporación ABC del Canadá otorgó a la entidad una línea de préstamos respaldada por la banca nacional. En total las deudas de Aces ascienden a US$25 millones, que incluyen recursos debitados a la Eastern Airlines y unos US$4.5 millones que obedecen a operaciones normales de crédito.


CAPITAL NACIONAL EN ALIMENTOS
El sector de alimentos lo lidera ahora el Fondo Nacional del Café, cuyas actividades consisten, básicamente en la compra interna de la cosecha y las actividades de exportación del grano. La exportación de café colombiano en el año cafetero que concluye el próximo 30 de septiembre será de US$1.550 millones, más o menos similar a lo del año comercial 83-84, estando vendida en su totalidad la cuota de Colombia.
A su vez, la cervecería Bavaria obtuvo durante 1984 utilidades por $2.365 millones o sea el 70 por ciento de las obtenidas por las tres grandes cerveceras del país y sigue siendo la mayor generadora de utilidades dentro del sector privado manufacturero colombiano. Adicionalmente, Bavaria tiene uno de los endeudamientos más bajos del sector privado colombiano.
En términos generales, el sector de alimentos y bebidas presentó buenos resultados durante el año pasado. Tiene un fuerte predominio de capital nacional y durante el primer trimestre del 85 mostró balances favorables para sus distintos componentes. Llama la atención en el sector la evolución de la industria del azúcar y la caída de las utilidades de los ingenios. Sobre este sector pesa el problema de la su perproducción mundial, pero en el caso colombiano el gobierno convino con los ingenios un programa interno de precios, en virtud del cual el consumidor nacional subsidia con largueza a los productores de azúcar, ya que el precio que paga excede en cerca de un 400 por ciento al del mercado externo. El mercado interno absorbe un 78.5 por ciento de la producción nacional. Del excedente de 300 mil toneladas, 50 mil se exportan al mercado preferencial americano. Se pide actualmente que el sobrante de 250 mil toneladas se elimine parcialmente, ya sea mediante la sustitución de sorgo por azúcar, o bien como materia prima de la industria de confites.
Llama la atención en este último sector, el caso del Ingenio Risaralda, el cual después de arrojar pérdidas durante 7 años consecutivos, en 1984 logró utilidades por $141 millones. Puesto que el déficit alcanzaba $600 millones, ello implica que fue disminuido de manera sustancial (en cerca de $430 millones). Para este ingenio es particularmente grave el problema de la depresión de los precios internacionales del producto, ya que más del 25 por ciento de su producción se destina a la exportación.

SIDERURGIA Y TEXTILERAS
Dentro del sector siderúrgico del país se volvió a destacar el año pasado la difícil situacion de Paz del Río. Las pérdidas de $2.030 millones fueron en todo caso inferiores a las de 1983. Después de varios años, en 1984 la empresa volvió a registrar utilidades operacionales. Debe US$105 millones al exterior, pero espera para 1986 lograr un equilibrio financiero, dependiendo de la refinanciación de su deuda, la cual no se ha logrado hasta la fecha.
Las empresas textileras, recuperaron el pasado año buena parte de sus mercados y fueron objeto de importantes incentivos por parte del gobierno en sus planes de recapitalización. Coltejer aumentó sus ventas en un 53 por ciento. Tejicóndor fue la que mejor aprovechó las condiciones de recuperación y presentó los mejores resultados de balance. Fabricato obtuvo importantes utilidades operacionales e inició su recuperación luego del proceso concordatario. Pero algunos nubarrones reaparecen en el horizonte: el presidente de Tejicóndor acaba de afirmar que un resurgimiento del contrabando ha ocasionado el paro de aproximadamente el 8 por ciento de la maquinaria textil.

¿ARRANCAN LAS EMSAMBLADORAS?
A junio de presente año, el mercado automotriz colombiano había experimentado un crecimiento de sólo 2.3%, lo cual en relación con el año pasado podría no representar cuantitativamente nada espectacular. En el año 84 el mercado en su conjunto había caído ligeramente, en un 5.8 por ciento aproximadamente. Esta reducción continúa la tendencia que había comenzado en 1980, cuando el mercado colombiano ascendió a más de 77.000 vehículos, mientras que en 1984 sólo llegó a 48.820.
Lo verdaderamente espectacular del mercado automotriz durante 1984 y que se prolonga al presente año fue el notable repunte en la participación nacional, que había llegado al mínimo en 1982 cuando fue inferior al 50%, mientras que en 1984 supero el 90%, gracias a la restricción de importaciones. En el renglón de camperos éstas estuvieron prácticamente cerradas.
También de enorme interés fueron los cambios al interior del mercado de automóviles en la participación de las tres ensambladoras que funcionan en el país. Sofasa había dominado este segmento, desde su llegada al país, con un promedio de 67% de participación y con un máximo de 75.6% en 1979. En 1984, en cambio, el mercado se distribuyó así: Sofasa 45.7%, C.C.A. 40.% y Colmotores 13.%. Esta nueva distribución del mercado estimuló la competencia y ojalá resulte en beneficios para el consumidor en calidades y precios.
La tendencia en el presente año registra alguna recuperación de Sofasa, debido a dificultades de oferta en C.C.A. y Colmotores durante el primer semestre del año. Curiosamente, las importaciones serán mayores este año que en el anterior -sobre todo de Mercedes Benz- por el arancel subsidiado existente en este caso.
El acuerdo automotriz de junio urge la recapitalización de dos de las ensambladoras. En este acuerdo también se comprometen Colmotores y C.C.A. a obtener la recapitalización por parte de sus accionistas antes del 31 de diciembre de 1985. Cada una de estas empresas deberá incrementar su capital en el equivalente en pesos de US$10 millones.
Además, los accionistas extranjeros deberán mantener por lo menos su actual participación porcentual en el capital de dichas empresas.
Quedan con precios controlados los vehículos más baratos de cada ensambladora y se entra en libertad de precios para los modelos no regulados. Se mantiene el control de precios para los vehículos comerciales que actualmente sólo produce Colmotores; pero se obliga a Sofasa y C.C.A. a participar en ese mercado, con el objeto de estimular la competencia en ese segmento del mercado y de colocar a todas las ensambladoras en pie de igualdad en materia de política de precios.

CEMENTOS: UNAS DE CAL...
Frente a la situación de crisis por la que atraviesa el resto del sector de cementos, el complejo empresarial Argos obtuvo resultados financieros satisfactorios durante el año de 1984. Así lo demuestran los $703 millones de utilidades netas obtenidas en ese año y el incremento consecuente en el dividendo por acción, que lo ubica e n $1.30 por acción y por mes.
Las empresas asociadas presentan así mismo una evolución promisoria:
-Cementos del Caribe: exportó 288.500 toneladas de cemento al sur de los Estados Unidos, generando divisas por US$8.28 millones.
-Cementos El Cairo recuperó la producción de Clinker y actualmente realiza ensanches en la molienda de cemento.
-Cementos Ríoclaro, gigantesco complejo productivo, entrará en operación en 1986 con el aporte de $4.885 millones realizados por 251 accionistas.
En contraste, Cementos Samper arrojó una situación deficitaria debido principalmente al elevado endeudamiento con acreedores nacionales y extranjeros, lo cual obligó a la entidad a renegociar pasivos por US$65 millones con los acreedores foráneos y $4.000 millones con los nacionales. Se suscribieron pactos que permitirán a la entidad superar su crisis coyuntural y asegurar financiación para recuperar su desarrolllo normal.
En el terreno de los reajustes de precios, el sector ha obtenido logros significativos, habiendo sido autorizado por el gobierno un reajuste del 18% en el precio del cemento durante el presente año, el cual se aplicará por partes iguales.
Cementos Samper acordó, por su parte, con los acreedores que éstos obtengan el 75 por ciento del poder accionario a titulo de dación en pago, lo cual favoreció a la entidad frente a la opción del concordato. Esta volverá a repartir utilidades no antes de 4 años, dependiendo en parte, de la política de precios que acuerde con el gobierno.

EL PAPEL DEL PAPEL
Otro sector con fuerte participación multinacional es el sector de producción de pulpa y papel. Papelcol presenta en este momento el proyecto más importante en este campo. Su planta tendrá una capacidad de 75.000 toneladas anuales de pulpa y está concluida en un 75 por ciento, pero su paralización se debe a las dificultades para completar su financiación y capitalización. El costo del proyecto asciende a US$367 millones, con una participación del IFI cercana al 30 por ciento. El costo de la inversión de Papelcol, en activos fijos, es uno de los más altos del mundo, lo cual le reducirá su capacidad competitiva y puede constituir un grave riesgo para su futura estabilidad financiera.

Para Cartón de Colombia "no se compadecen las inversiones copiosas de la industria papelera en Colombia con la incertidumbre sobre el crecimiento de la economía en el país". Según el presidente de la empresa "las restricciones económicas que ha tenido que adoptar el gobierno para asegurar la liquidez internacional del país, podrían significar una reducción en el consumo". Paradójicamente -agrega Gustavo Gómez- "1986 será precisamente el año en que Colombia presenciará el arranque de los más ambiciosos ensanches en la industria papelera, los cuales aumentarán sensiblemente la actual capacidad instalada, ensanches estos acometidos por nuevas empresas y por las existentes". Cartón de Colombia es una de las empresas interesadas en el montaje en el país de una fábrica para producir papel periódico, el cual se importa en su totalidad, cuyo costo sería del orden de US$200 millones y que los dueños colombianos de diarios han cuestionado.

LO QUE VIENE
Las dificultades descritas en los párrafos anteriores, se hicieron extensivas en mayor o menor grado a los demás sectores de la producción. Para los especialistas, queda la preocupación de que la coyuntura difícil de 1984, se puede volver realmente complicada durante 1985. Si el año pasado la industria vivió una tímida recuperación, las perspectivas en los meses actuales son realmente malas. La ejecución de la política de ajuste económico, concertada entre la administración y el Fondo Monetario Internacional, ha llevado a los analistas a pronosticar una recesión aguda, que puede traducirse en pérdidas millonarias y mayor endeudamiento para las cien empresas que componen la lista de las más grandes de Colombia.
Tal vez con la única excepción de las empresas del sector energético y minero, y las dedicadas al comercio exterior, las compañías que nutren el mercado interno no parecen tener mayores perspectivas de crecimiento. En 1983, 23 de las cien empresas en la lista produjeron pérdida y en 1984 ese número pasó a 13. De la política económica actual, depende que las grandes empresas colombianas no superen los niveles de pérdida de hace dos años.

LAS CIFRAS OFICIALES
La primera conclusión sobre los resultados del año 84 en cuanto al sector manufacturero es llana: se trató de un año malo, pero no tanto y, en cuanto a crecimiento, marcó el comienzo de la recuperación.
El valor de la producción real de la industria manufacturera del país tuvo un crecimiento del 9.76 por ciento durante 1984, de acuerdo con los resultados de la muestra mensual manufacturera del Departamento Nacional de Estadística. Informa el DANE que en términos nominales dicho crecimiento fue de 32.24 por ciento, frente al comportamiento observado por la industria en 1983, cuando la producción nominal aumentó en 19.14 por ciento y la real disminuyó en -0.75 por ciento.
El empleo total del sector, sin embargo, presentó para 1984 una ligera disminución del -0.97 por ciento, con -1.13 por ciento para obreros y -0.60 para empleados. En 1983 dichas producciones habían sido del -6.68 por ciento en el empleo total, del -8.22 por ciento para obreros y -3.05 por ciento para empleados de la industria. El salario promedio real, en cambio, presentó un aumento del 6.21 por ciento, del 7.21 para obreros y del 4.83 por ciento para empleados. En 1983, el aumento del salario promedio real fue del 4.87 por ciento, del 2.22 por ciento para obreros y del 11.02 por ciento para empleados.
Para ramas industriales, de las 28 para las cuales la investigación del DANE mostró indicadores, los mayores aumentos en el valor de la producción real durante 1984 fueron:
-Equipos y material de transporte 55.51%
-Equipo profesional y científico 28.49%
-Industrias diversas 23.30%
-Sustancias químicas industriales 23.30%
-Otros productos minerales no metálicos 14.82%
-Tabaco 13.83%
-Alimentos, sin incluir la trilla de café 12.35%
-Papel y sus productos 12.07%

INVERSION: EL LUNAR MAS GRANDE
La caída de la inversión real se destaca como la mayor falla del desarrollo empresarial colombiano durante 1984. De acuerdo con el informe de Confecámaras de comienzos de este año, la inversión neta en sociedades en 1984 fue de 67.923.7 millones de pesos, registrándose una disminución del 25.0% en términos reales, en comparación con el movimiento de 1983. De hecho la inversión neta tuvo un ritmo ascendente entre 1976 y 1980, ya que creció a tasas anuales reales de 15.2%, se estancó prácticamente entre éste último año y 1983, para luego sufrir esta caída en 1984, que de seguir así, pone en peligro el crecimiento económico.
En cuanto a la inversión neta en 1984 en las Sociedades Anónimas -$6.373.5 millones a precios de 1976- se observa una disminución a una tasa mayor, 30.4%, que la del total, y ella conlleva una pérdida en su participación en este último año, con todas las implicaciones que esto tiene, generalmente con grandes sociedades a más de los favorables efectos sobre la producción, tecnología y empleo para la economía, ejercen acciones de liderazgo en cuanto a que son además grandes demandantes de insumos y por tanto a su lado crecen nuevas empresas proveedoras de éstas.
También es preocupante el hecho de que la reducción en la inversión se haya generalizado a casi todos los sectores y que además haya notables descensos en algunos: 86.4% en electricidad, gas y agua, 39.2% en seguros y finanzas, 35.3% en la construcción y 35.2% en la industria manufacturera. En esta última, el monto de la inversión neta en pesos constantes en 1984 fue de $3.641.9 millones, la mínima desde 1976, año en que sólo alcanzó la cifra de $2.189 millones, como consecuencia de la recesión económica que se produjo en 1975.
De hecho, el único aumento en inversión se generó en el sector minero y ello se debe a los grandes aportes que ha hecho el Estado en Carbocol y Cerromatoso, para lograr desarrollos que han requerido cuantiosas sumas, pero que, dadas sus características son de una lenta maduración en cuanto a la generación de beneficio para la economía colombiana.

SECRETOS DE EMPRESA
Parece ser una constante. Cada vez que el país se sume en la crisis económica, la información de las empresas empieza a escasear y la consecución de los datos se constituye en una titánica labor, no siempre fructífera.
En esta oportunidad, los investigadores de SEMANA se encontraron con las más variadas excusas. Tal vez la más original fue la del empresario que afirmó que "no doy ningún dato porque me secuestran". Una razón de carácter más pesimista fue la de aquel que sostuvo que "a mi empresa le fue mal y eso sólo nos interesa a nosotros".
Un caso aparte es el de las compañías multinacionales. De por sí sigilosas en sus operaciones en el país, los problemas de inseguridad de los últimos meses las han vuelto muy prudentes a la hora de dar cualquier información. Si bien la mayoría accedió a revelar sus cifras, quizá los casos más extremos fueron los de Coca-Cola y Elf Aquitaine, donde sólo hubo una barrera de negativas.
En lo que hace a la empresa de bebidas dio la impresión de que las cifras de los estados financieros de la filial colombiana están rodeados de mayor secreto que la fórmula de la nueva Coca-Cola, lanzada hace poco al mercado de los Estados Unidos. La intensa competencia con el grupo Posto-Lux y la política de mantener un low profile, hacen que la compañía se muestre reticente a suministrar cualquier información y concretamente la que hace referencia a ventas y utilidades.
A su vez, Elf Aquitaine siguió el mismo camino. La petrolera francesa que posee explotaciones de crudo en el Casanare sostuvo, por boca de su presidente, que "nosotros no somos una empresa colombiana y por lo tanto no damos información". El mutismo de Elf Aquitaine (puesto 46 el año pasado, con 4.318 millones de pesos en activos) aparentemente es explicado por la controversia reciente sobre las "petro-guerrillas". Como se recordará, un artículo del diario norteamericano The Wall Street Journal fue el primero en hablar sobre el tema y en éste se afirmaba que la multinacional francesa reconocía el pago de la "vacuna petrolera".