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bajo la lupa

Las advertencias del Congreso

El presidente del Senado, Luis Humberto Gómez Gallo, expuso las preocupaciones del Congreso frente al TLC.

31 de octubre de 2004

En el marco de la quinta ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC), en Guayaquil, 40 congresistas de Colombia, Perú y Ecuador tuvieron un encuentro el jueves pasado en el Hotel Sheraton de Guayaquil con el objetivo de "intercambiar puntos de vista" sobre la perspectiva de una apertura comercial con Estados Unidos y los efectos de las negociaciones del TLC.

El día de la reunión, el presidente del Congreso de Colombia, Luis Humberto Gómez Gallo, hizo una exposición de sus preocupaciones -y las del órgano que encabeza- sobre el desarrollo de este acuerdo. El Congreso de la República es el encargado de ratificar el tratado comercial que se suscriba con Estados Unidos, por lo que tiene la última palabra sobre el desarrollo o no de éste.

SEMANA reproduce los apartes principales de la intervención del senador Gómez Gallo sobre el Tratado de Libre Comercio que negocia el gobierno de Álvaro Uribe con Estados Unidos:


- El Congreso colombiano no ratificará ningún tratado comercial que no tenga como punto de inicio los actuales tratamientos arancelarios. Por esas razones exigimos que el punto de partida de la negociación sea el reconocimiento de las preferencias arancelarias del Atpdea.

- El Congreso está dispuesto a ratificar un tratado que cree condiciones de equidad y competencia. Por tanto, debe mantener el sistema de franja de precios, las subastas y los fondos de estabilización como mecanismos para corregir las distorsiones generadas por los subsidios internos y externos de Estados Unidos.

- El tratado debe establecer períodos de desgravación amplios, mecanismos de salvaguarda flexibles para los productos del campo como el arroz, el algodón, el sorgo y el maíz hasta tanto no se creen condiciones de competencia iguales en nuestros países.

- Creemos de elemental reciprocidad que Estados Unidos haga públicas las barreras comerciales que existen en las legislaciones y regulaciones estatales. Las normas para el acceso al mercado de los servicios que los colombianos exportamos están en el nivel estatal de Estados Unidos. En ese nivel se gesta el neoproteccionismo en Estados Unidos con legislaciones y normas que buscan impedir la subcontratación con prestadores de servicios en el extranjero.

- El Congreso de Colombia ve con enorme preocupación que el capítulo sobre propiedad intelectual pueda vulnerar los derechos más elementales de los colombianos sobre el acceso a los medicamentos genéricos y la sostenibilidad de la salud pública.

- Al Congreso le inquieta que el tratado incremente el costo de los agroinsumos y afecte la capacidad de competir de nuestros campesinos.

- Es indispensable que el tratado contemple normas de origen mucho más flexibles, de lo contrario los empresarios colombianos van a tener condiciones de acceso a insumos para exportar a Estados Unidos muy onerosas.

- Las visas. No pretendemos que se altere la legislación en materia de inmigración, pero sí pedimos que haya una mejora en el trato, que se faciliten y acorten los trámites a todos aquellos colombianos que participan en esta clase de negocios.

- El tratado debe otorgar un trato especial a los países andinos. En la actualidad los colombianos hacemos enormes esfuerzos para financiar la guerra contra las drogas y el terrorismo, al tiempo que buscamos reducir la pobreza y llevar a cabo la agenda interna de competitividad. Una rápida desgravación o la eliminación de los controles temporales a las transferencias y los flujos de capitales puede agravar las condiciones de vulnerabilidad financiera del país.

- La adopción de un trato especial a través de medidas comerciales de transición debe complementarse con una agenda bilateral de cooperación y asistencia técnica, para promover la transferencia de tecnología, fomentar la inversión extranjera y ayudar a que los exportadores colombianos reúnan las condiciones y normas técnicas y fitosanitarias que exige Estados Unidos.

- El Congreso no avala ninguna negociación que no incluya las compensaciones que el país ha logrado por su posición frente al narcotráfico y sus aliados terroristas.

- Tampoco avalaremos un tratado que desconozca los principios de equidad, reciprocidad y conveniencia nacional.

- No aceptaremos que con estas negociaciones se enriquezcan unos pocos y se fortalezcan monopolios y carteles.