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A LAS BUENAS

Las entidades financieras comienzan a bajar el costo del dinero.

2 de octubre de 1989

Por ahora, todo se va a hacer a las buenas. Ya cuando las protestas de los gremios y los observadores económicos sobre el nivel de las tasas de interés hacían prever que el gobierno tomaría cartas en el asunto, las entidades financieras se encargaron de dar el primer paso. Mediante un comunicado anunciaron que se había llegado a un acuerdo para rebajar el costo del dinero hasta en tres puntos porcentuales.

Aunque los resultados no fueron tan inmediatos como algunos esperaban, la actitud de los intermediarios financieros fue bien recibida. Por primera vez en mucho tiempo se vio que, presionado y todo, el mercado del crédito comenzó a responder a las condiciones objetivas de la economía. Desde hacía meses los especialistas insistían en que el nivel de los intereses no era el adecuado, teniendo en cuenta la baja en la inflación, la liquidez existente y los problemas con el sector productivo.

Y todas las cifras revelan que la baja ya comenzó. Según el Banco de la República, la tasa de captación de los bancos pasó del 32.68% anual efectivo al 31.95% entre el 15 y el 31 de agosto pasados. Esa tendencia fue similar en la tasa de colocación y los expertos consideran que se mantendrá así durante los próximos días. Tal como le dijo a SEMANA el presidente de la Asociación Bancaria, Carlos Caballero, "el acuerdo va a funcionar porque existen las condiciones".

Tal afirmación es de alguna manera tranquilizadora para los que siguen el ritmo del sector productivo. Como se sabe, este no ha evolucionado del todo bien en lo que va corrido del año. Aunque la semana pasada el DANE anunció que los indicadores económicos "presentaron resultados ampliamente positivos durante el mes de junio", las cifras consolidadas no son buenas. Por ejemplo, el DANE dice que las ventas del comercio al por menor mostraron un crecimiento del 1.4% durante el primer semestre, pero excluye de ese dato los resultados del sector vehículos y repuestos, que pesan negativamente. No obstante, las menores tasas de interés deben influir positivamente en beneficio de la producción. Los análisis hechos sobre el comportamiento de la economía durante 1988 revelan que parte de la recuperación experimentada durante los últimos meses del año tuvo que ver con el control de tasas que en esa época se impuso.

El esquema que ahora se ensaya--una especie de libertad vigilada--le conviene a las entidades financieras, especialmente porque no se mete con el margen de intermediación (la diferencia entre lo que se paga y lo que se cobra), que es el que determina la rentabilidad del negocio. Por esa razón, se estima que las utilidades de las instituciones financieras serán tan buenas en esta última parte del año, como lo fueron durante el primer semestre de 1989.