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Warren Buffet, el multimillonario y filántropo estadounidense, ha invertido cerca de 13.000 millones de dólares en los últimos dos meses en comprar acciones de empresas en problemas

MERCADOS.

Las claves de Buffet

Mientras muchos han perdido hasta la camisa con la crisis, Warren Buffet ha aprovechado la turbulencia para aumentar su patrimonio. ¿Cuál es el secreto?

8 de noviembre de 2008

Cuando los expertos dijeron que nadie saldría bien librado de la actual crisis financiera mundial, probablemente no estaban pensando en Warren Buffet. El desplome financiero de Wall Street no ha hecho mella en la fortuna del hombre más rico del planeta. Por el contrario, su riqueza se ha incrementado en 17 por ciento.

Este año, en medio de la crisis, ha reinvertido cerca de 13.000 millones de dólares de los 62.000 millones que se le atribuyen de fortuna, en compras.

A comienzos de octubre, el peor mes para los mercados bursátiles, Berkshire Hathaway, el holding que preside Buffet, destinó 3.000 millones de dólares a la compra de acciones de General Electric y ayudar así al símbolo industrial de Estados Unidos, sumido en una muy crítica situación.

Pero en septiembre había invertido 5.000 millones de dólares en el Banco Goldman Sachs y otros 4.700 millones en la compañía de electricidad Constellation Energy. Algunos se preguntan: ¿qué sabe Buffet que desconozca el resto de los inversionistas del planeta para aprovechar la actual crisis y hacerse más rico?

El multimillonario dijo en un reciente artículo de opinión en el New York Times que no tiene idea de lo que pasará en el mercado en el corto plazo, pero que de cualquier manera, "seguirá la frase que decía en un cartel de un restaurante que abrió sus puertas en el edifico de un banco vacío: pon tu boca donde estuvo tu dinero. Hoy mi boca y mi dinero dicen acciones".

Según Buffet, una simple regla dicta sus compras: "ser temeroso cuando otros son codiciosos, y ser codicioso cuando otros son temerosos". Como quien dice, de acuerdo con su regla de oro, este es el momento para invertir, pues el mundo continúa en pánico. Parece que los inversionistas no quieren saber nada de las acciones. Las Bolsas siguieron cayendo la semana pasada, ante los malos pronósticos del FMI sobre recesión en las economías más ricas y los pésimos resultados de las empresas del sector real.

Buffet tiene muy claro cómo hacerse rico y seguir siéndolo. En el libro El Tao de Warren Buffet, que escribieron Mary Buffet (quien estuvo casada con el hijo de Warren) y David Clarkestán, están muchas de las claves del éxito del multimillonario y filántropo. En esta coyuntura sus reglas como inversionista caen como anillo al dedo. Estas son algunas de ellas, recogidas del libro.

"Compro acciones cuando muchos van en dirección contraria"

Warren Buffet sabe que el momento de comprar un negocio es cuando todos los demás lo están vendiendo y no cuando todos los demás compran. Todas las grandes adquisiciones de Buffet se han producido en época difíciles (le gusta comprar entre sombríos presagios). Sus mejores trofeos proceden de la crisis de 1966, cuando adquirió títulos de Disney; de 1973, cuando compró acciones de The Washington Post Company; de 1981, cuando entró en General Food; de 1987, cuando invirtió en Coca-Cola, y de 1990, cuando lo hizo en Wells Fargo…"

"Si un negocio no se comprende, mejor abstenerse"

Para Warren es imprescindible comprender todos y cada uno de los negocios en los que invierte. Esta quizá sea la principal clave de éxito. Esta lógica ha salvado a Warren de aventurarse en burbujas tecnológicas como la de Internet en su día…"? "Debería invertir como los matrimonios católicos: para toda la vida.

En 1973, Warren invirtió 11 millones de dólares en Washington Post Company, aún hoy sigue casado con esta inversión, y durante estos años de convivencia, la inversión ha crecido. La convicción de aguantar hasta el final le puede proporcionar fantásticas ganancias, siempre que haya empezado con cantidades adecuadas..."

"Si el cálculo o el álgebra fuesen imprescindibles para ser un buen inversionista, tendría que volver a ser repartidor de periódicos"

Según Warren, las capacidades matemáticas necesarias para ser un inversionista son sumar, restar, multiplicar, dividir y poder calcular rápidamente los porcentajes y la rentabilidad. Más de eso sería un desperdicio, menos de eso impediría tomar parte en el juego…"

"Wall Street es el único lugar donde se va en un Rolls-Royce para dejarse aconsejar por los que llegan en metro"

Warren es tan consciente de dónde reside la auténtica lealtad en Wall Street que incluso rechaza las proyecciones de negocios que elaboran sus analistas porque, independientemente de la naturaleza del negocio, las proyecciones siempre son demasiado optimistas…"

"Si un negocio va bien, con el tiempo las acciones acabarán yendo bien"

Uno de los principios en los que confía Warren es en que si un negocio funciona bien en lo fundamental a lo largo de un período prolongado, el precio de sus títulos aumentará para reflejar ese aumento subyacente del valor de la empresa. Si adquiere títulos cuando su valor está por los suelos, debería asegurarse de que la situación económica de la empresa a largo plazo vaya a ser buena…"

"Cuando en el mercado de valores todos están felizmente de acuerdo, el precio se dispara"

Si todo el mundo está de acuerdo en que una empresa concreta y sus acciones son el próximo Microsoft, va a tener que pagar un precio muy alto por ellas, lo que deja muy poco espacio libre para las subidas y mucho para las bajadas. Lo que interesa a Warren es encontrar acciones que nadie busque o que no gocen del favor de los grandes fondos de inversión y que se vendan a precios bajos en relación con el valor económico a largo plazo. Muchos de los que se han alzado caerán y muchos caídos se alzarán…"

"Nunca temas pedir demasiado cuando vendas, ni ofrecer muy poco cuando compres"

Warren tuvo que abandonar muchos negocios porque no se ajustaban a sus criterios de precio. Tal vez el ejemplo más conocido es el de su compra de ABC a Capital Cities. Warren quería más acciones de la empresa por su dinero de las que Capital Cities estaba dispuesta a ceder, así que lo dejó. Al día siguiente, Capital Cities aceptó el acuerdo. Si pide, a lo mejor recibe, pero si no lo intenta…"

"Sólo cuando baja la marea descubres quién se bañaba desnudo"

La contabilidad creativa ha llevado a más de un niño mimado de Wall Street a la cima. Pero si el dinero de verdad no asoma llegando cierto punto, el entusiasmo y la ilusión desaparecen y dejan tras de sí una cuenta bancaria vacía y una declaración de bancarrota. Cuando bajó la marea todos vimos que Enron era un emperador en cueros. El problema es descubrir quién se baña desnudo antes de que baje la marea…"

"Nunca le preguntes a un barbero si necesitas un corte de pelo"

Pregúntale a un asesor si hay algún problema y lo encontrará, aunque no lo haya. Warren ha descubierto que esta máxima es cierta en el caso de los banqueros de inversión, asesores gestores, abogados, mecánicos, consultores y similares. La gente que cobra por solucionar problemas siempre los encontrará porque allí donde no los hay, nada hay que arreglar…"

"Cuidado con la codicia"

Warren siempre ha dicho que quien tiene madera de inversionista es codicioso allí donde los demás se muestran asustados y se asustan cuando los demás se muestran codiciosos. Entrar en un gran negocio cuando todos los demás están asustados y mantenerse alejado cuando todos se muestran con avaricia. La correcta temperatura ambiental avisa cuándo y dónde hay que apretar el gatillo, es decir, cuando el pánico lleva a los demás a vender las acciones a raudales, pero no cuando todos están ansiosos pujando y empujando los precios hasta la estratosfera..."

"Cuando te encuentres en un hoyo, lo más importante es no seguir cavando"

A principios de los 80 Warren invirtió fuertemente en la industria de aluminio. Fue un error y, cuando se dio cuenta, dejó de cavar y salió. Hay que tener el valor de admitir que nos hemos equivocado y hacerlo antes de que la fortuna nos susurre al oído que estamos arruinados…"

"Todo lo que sube no tiene, necesariamente, por qué bajar"

Warren dijo esto al referirse al precio de la acción de Berkshire Hathaway, que había subido de 19 dólares la acción en 1965 a 95.000 dólares la acción en 2006. Una empresa con un valor intrínseco en expansión, como Berkshire Hathaway, puede ver cómo el precio de sus títulos sigue subiendo y subiendo ininterrumpidamente…"