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LAS CUENTAS DE LA LECHERA

LAS EMPRESAS PRIVADAS QUE LICITARIAN LAS LICENCIAS DE TELEFONIA DE LARGA DISTANCIA NO CREEN QUE EL NEGOCIO SEA TAN BUENO COMO LO PINTA EL GOBIERNO

17 de junio de 1996

Las empresas privadas que licitarían las licencias de telefonía de larga distancia no creen que el negocio sea tan bueno como lo pinta el gobierno.Después de que la semana pasada el Concejo de Bogotá enterrara la posibilidad de privatizar la Empresa de Teléfonos de Bogotá _ETB_, los grandes grupos económicos se concentran en definir si entran o no a prestar el servicio de telefonía de larga distancia. El de-bate, como es obvio, gira alrededor de los costos de la licencia para entrar a operar los circuitos de la larga distancia y de la rentabilidad que quedaría luego de asumir las inversiones necesarias para prestar el servicio.El gobierno ha calculado el valor inicial de la licencia en 150 millones de dólares y espera que haya una puja entre los interesados que eleve esa cifra. Sin embargo, los posibles licitantes consideran que ese precio es muy alto, pues como dijo el vocero de uno de los grupos económicos a SEMANA, "esto no es lo mismo que la telefonía celular, que todo el mundo pensaba que era el negocio del siglo. En este caso, Telecom tiene un excelente nombre y eso hace difícil la competencia". Sobre el monto de las inversiones iniciales también hay diferencias. Mientras el gobierno _con base en un estudio contratado a la firma de consultoría Booz Allen & Hamilton_ dice que sólo será necesario aportar 100 millones de dólares por empresa para la instalación de redes, pues podrán hacer uso de las de Telecom, los privados consideran que esa cuenta está mal hecha y que, en total, tendrán que poner cerca de 400 millones de dólares si quieren controlar ellos mismos los sistemas. Lo peor del cuento es que, con estas últimas cuentas, las compañías privadas tendrían que asumir pérdidas durante unos cinco años.De estos dos puntos depende en gran parte la rentabilidad del negocio. Según el presidente de Telecom, Julio Molano, "las utilidades del negocio son grandísimas cuando una empresa arranca de cero, que es lo que les pasaría a las privadas, de manera que yo no dudaría en entrar. Para nosotros la cosa sí es distinta, porque tenemos una seria desventaja para competir: un cargo fijo de 450 millones de dólares por concepto de pensiones de jubilación". La verdad es que todo parecería indicar que sí es un buen negocio si se tiene en cuenta que los servicios de larga distancia le dejaron a la empresa estatal de las telecomunicaciones ingresos por 916.687 millones de pesos el año pasado. Jaime Maldonado, analista de Booz Allen, también cree que el negocio es rentable, pero solamente para aquellas compañías que logren conquistar como mínimo el 20 por ciento del mercado, el cual mueve hoy 1.200 millones de dólares y en unos años llegará a valer cerca de 2.000 millones de dólares. Lo que ocurre, en opinión de Molano, es que los privados se están "acartelando" para que no haya puja y así evitar que los precios de la licencia suban.Pero más allá de las cuentas de unos y otros, lo paradójico es que quizás al final no haya la posibilidad de pujar. El caso es que sólo dos empresas pueden entrar a competir con Telecom y por ahora son solamente dos los interesados: los consorcios liderados por los grupos Santo Domingo y Sarmiento Angulo. El primero lo haría con las Empresas Públicas de Medellín _EPM_, las Empresas Municipales de Cali _Emcali_ y Global One, que es un consorcio internacional conformado por Sprint, Deutsche Telecom y France Telecom. Sin embargo ningún funcionario del grupo quiso confirmar estas alianzas, pues aún están en conversaciones con los posibles accionistas. En cuanto a la Organización Sarmiento Angulo, entraría con MCI, la ETB y Bell Canada.El gran ausente en la licitación será Ardila Lülle, quien según fuentes de su organización tiene descartada la posibilidad desde que se planteó el negocio. Y de los internacionales, el faltante será AT&T, aunque fuentes allegadas al negocio consultadas por SEMANA manifestaron que la multinacional ha estado haciendo averiguaciones y no se descarta que decida entrar, lo mismo que Telefónica de España, GTE de Estados Unidos y Stet de Italia. Lo que ocurre es que, al parecer, ninguna ha conseguido socios nacionales.A competirSin duda se trata de competidores de talla mayor que explican el temor de Telecom sobre el mercado que perderá. Los cálculos de Booz Allen dicen que en el 2005 la estatal de las telecomunicaciones tendrá el 41 por ciento del mercado de larga distancia nacional y el 37 por ciento del internacional. La empresa oficial es menos pesimista y dice que en el nacional se quedará con la mitad de la torta y en el internacional con el 60 por ciento. Pero más allá de estos cálculos, lo cierto es que Telecom va a perder mercado, lo que significará una disminución sustancial en sus ingresos.Si a eso se agrega el hecho de que, como dice Molano, "si Telecom no arregla el problema pensional no podrá sobrevivir", la única conclusión posible es que la empresa está cerca de un abismo. El consuelo es que ya hay un plan para que las consecuencias no sean tan graves. En cuanto al tema pensional, las soluciones irían en varios sentidos: el fondo de pensiones de Telecom recibiría el 1 por ciento de los ingresos de larga distancia y la plata que resulte de las concesiones, así como el dinero proveniente de la venta de su porcentaje en algunas asociadas. Otra estrategia está orientada a responder a la pérdida de ingresos por cuenta de la competencia. Según Julio Molano, "hoy en día dependemos en un 93,3 por ciento de la larga distancia. Eso va a cambiar hasta el punto de que sólo sea el 43,7 por ciento".Para lograrlo la empresa buscará darle más importancia a otros negocios. El cambio más notable será en telefonía local, la cual llegaría a aportar el 29,2 por ciento de los ingresos, en tanto que hoy no da más del 4,5 por ciento. Otro paso fundamental en esta estrategia será la entrada de la empresa al negocio de televisión, tanto por cable como abierta _aprovechando a Inravisión_, lo cual le reportaría el 4 por ciento de los ingresos.Buena cosaAl margen de las cuentas de los prestadores, los grandes beneficiados de la privatización de la larga distancia serán los consumidores. De hecho, según Booz Allen, las tarifas bajarán entre 4 y 20 por ciento, dependiendo del estrato socioeconómico. Donde se espera que haya una mayor reducción es en las llamadas internacionales, pues la tarifa actual es muy alta con respecto al promedio mundial, de manera que ahí se dará la mayor competencia. En el plano doméstico las tarifas están muy por debajo de los estándares internacionales, luego es muy probable que en vez de bajar suban.De cualquier manera a partir de marzo de 1997, cuando las privadas comiencen a ofrecer su servicio de llamadas nacionales e internacionales y busquen conquistar consumidores a punta de precios y publicidad, el mundo de la larga distancia cambiará en Colombia y nadie se podrá quejar de que no consigue línea para llamar de su ciudad hacia cualquier lugar del mundo.