PLEITO

Lazos familiares

Luz Mary y Jesús Guerrero, fundadores de Servientrega, fueron demandados por dos de sus hermanos, quienes reclaman participación accionaria en esta compañía. Esta es la historia.

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28 de noviembre de 2009, 12:00 a. m.
Luz Mary Guerrero es la quinta entre once hermanos y ha sido distinguida en numerosas ocasiones por su visión empresarial. Es la presidenta ejecutiva del grupo

Por estos días, Servientrega tiene motivos para celebrar. Está de cumpleaños; pronto recibirá la certificación como aerolínea para operar sus propios aviones de carga y ya se consolida como una exitosa multinacional regional. Sin embargo, hay un hecho que parece amargar el buen momento.

Se trata de una fuerte disputa familiar que ya llegó a los tribunales y que enfrenta a los Guerrero Hernández, una familia de origen campesino conformada por 11 hermanos, oriundos de Jenesano, Boyacá, y que durante años han sido ejemplo de tesón y empuje empresarial.

El caso concreto es que Luz Mary y Jesús Guerrero, gestores de Servientrega, fueron demandados por sus hermanos Purificación y Carlos, quienes reclaman una participación accionaria en esta empresa, líder en Colombia en soluciones de logística como  recolección, transporte, almacenamiento, empaque y distribución de documentos y mercancías.

Las pretensiones de la demanda ascienden a 186.000 millones de pesos, que corresponde al valor en que han tasado las participaciones que reclaman y los perjuicios que, dicen, se han causado.

A simple vista, esta disputa no pasaría de ser más que un choque entre hermanos, algo que puede suceder hasta en las mejores familias, pero el pleito despierta particular interés en la opinión pública porque se trata de uno de los casos empresariales más reconocidos en Colombia. Muchas páginas se han escrito sobre esta compañía; sus accionistas, los Guerrero, han sido invitados a foros dentro y fuera del país para contar su modelo empresarial, y más de una distinción han recibido por su innovación y su aporte social.

Entonces, ¿qué origina este lío que rompió fuertes lazos familiares?. Pues, como en todo pleito, esta historia tiene dos versiones.

Los hermanos Luz Mary y Jesús Guerrero relatan que a comienzos de los años 80, siendo empleados en empresas de transporte de carga, detectaron la oportunidad de incursionar en el negocio de envío de documentos y paquetes y decidieron montar una compañía similar. El 29 de noviembre de 1982 constituyeron Servientrega y Jesús puso el primer aporte de capital con la liquidación que recibió al renunciar a su trabajo como mensajero en la empresa donde laboraba. Cuenta que de los 32.000 pesos que recibió, invirtió 17.000 en la crear la naciente compañía, y los otros 15.000 pesos en comprar cinco vestidos y cinco corbatas.

En los primeros años, los dos socios recibieron respaldo y apoyo de su padre, Concepción Guerrero, y cuando la compañía empezó a crecer vincularon a otros hermanos a las áreas administrativas, en calidad de empleados. Todo era armonía en la familia y se creó una relación de confianza propicia para el crecimiento de Servientrega.

Pero la mezcla de familia y negocios parece que no funcionó en este caso y se rompió la unión.

Fisuras
Jesús Guerrero dice que por medio de Servientrega les brindó ayuda a sus hermanos y que nunca estuvieron en calidad de socios, como tampoco lo estuvo su padre, Concepción Guerrero, a quien le reconoce la valiosa ayuda que les prestó en los inicios. Agradece su respaldo y su consejo, sin embargo, asegura que no fue su socio, comercialmente hablando. De hecho, le pagaban el arriendo de la casa donde les permitió comenzar a operar la compañía.

Otra versión tienen los hermanos Purificación y Carlos Guerrero, quienes sí creen que tienen derechos en Servientrega. Para sustentar su argumentación presentan una declaración extraproceso, bajo juramento, que su padre, Concepción Guerrero (hoy fallecido), hizo en 2003 ante la Notaría Décima de Bogotá.

En esta versión, Guerrero padre dice que apoyó durante mucho tiempo económicamente a Servientrega, como fiador en algunos casos y que compró una casa para el funcionamiento de la empresa.

"En 1986 celebramos un acuerdo verbal mediante el cual yo entraría a hacer parte de Servientrega con el 20 por ciento a cambio de unos dineros y la casa en mención, la parte mía fue en su momento cumplida, pero aplazamos la firma de las escrituras", dice el documento que lleva su firma.

Relata también que en 1987 sus hijos Purificación y Carlos tenían una empresa llamada Ultraservicios Ltda. y que por su consejo decidieron fusionarse con Servientrega. "Dicha fusión se realizó y así fue como Carlos Guerrero ingresó como gerente de la zona Santanderes; Purificación Guerrero, a la gerencia administrativa y financiera; Rosa Guerrero, gerente zona de occidente, y Eugenio Guerrero, gerente de zona Antioquia, todos estos trabajando como socios de hecho dada la negociación de fusión de Ultraservicios y mi condición de socio de Servientrega".

Suponían que esta operación les dejaba de hecho como socios accionistas de Servientrega, mas esto nunca sucedió. La verdad es que no hay mucha claridad frente a esta operación.

Según la declaración de Concepción Guerrero, en una asamblea de la familia, de común acuerdo con Luz Mary y Jesús Guerrero, se decidió que el 20 por ciento de su participación, que no se había oficializado en las escrituras, se dividiría por partes iguales entre sus hijos Purificación, Eugenio, Carlos y Rosa Helena, tanto en Servientrega como en sus filiales: Servientrega Internacional, Transurbano y Telegiros (hoy Global Management y Efecty). "Con ellos construimos, gestamos y desarrollamos dichas empresas", dice Concepción. Sin embargo, el acuerdo que se ordenó elaborar al departamento jurídico nunca se protocolizó.

A partir de allí, en repetidas ocasiones se ha planteado que cumplan el contrato verbal. En los últimos años se le dio a Purificación un 2 por ciento de Servientrega Internacional, también se les participó en algunas filiales. Los hermanos reclaman la totalidad de lo que, afirman, fue la voluntad de su padre.

Después de muchas cartas sin respuestas a sus peticiones, Purificación y Carlos decidieron llevar a sus hermanos a los tribunales. El 3 de diciembre de 2008 fue admitida la demanda contra Servientrega, Luz Mary y Jesús Guerrero.

Curiosamente, los demandados decidieron contratar cada uno por su lado sus abogados. Jesús rechazó las pretensiones de sus hermanos, mientras que los apoderados de Luz Mary optaron por interponer recursos de admisión y están a la espera del pronunciamiento del juez.

La defensa afirma que no hay constancia escrita legal en donde esté registrada la participación accionaria de los hermanos y el papá.

Uno de los abogados señaló que como no hay manera de acreditar que el señor Concepción Guerrero era accionista del 20 por ciento de Servientrega, no podría haber repartido entre sus hijos un patrimonio que no poseía.

Jesús Guerrero está convencido de que están actuando legalmente y afirma que si su padre estuviera vivo, no permitiría que esto sucediera. No oculta su dolor por este enfrentamiento y asegura que está decepcionado por la actitud de sus dos hermanos. Haberles dado recientemente una participación minoritaria en algunas filiales obedeció más a un acto de hermandad que a una obligación legal, dice.

Aunque este pleito logró resquebrajar las relaciones de esta familia, todos están de acuerdo en que esto no afectará a Servientrega, que se sigue expandiendo en el continente. En un futuro, Jesús no descarta que llegue un socio extranjero, para adelantar un eventual negocio. Ya en 2006, DHL y Servientrega estuvieron muy cerca de un acuerdo.

No se descarta que se dé un acercamiento entre los hermanos, pues, como siempre aconsejan, es mejor un mal arreglo que un buen pleito.