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Chocolate Hilde Devolder. | Foto: Archivo Particular

GASTRONOMÍA

Los curiosos lugares a los que llega el cacao colombiano

El chocolate colombiano de la Casa Luker ha viajado desde Medio Oriente hasta México.

22 de mayo de 2015

Tal parece que no solo el café colombiano es codiciado en el resto del mundo: también el cacao nacional tiene un lugar preferido en el paladar de los extranjeros. ¿A qué países ha llegado y en qué se ha convertido esa materia prima colombiana? Estos son algunos de los destinos del chocolate que Casa Luker contó a Semana.com.

Reino Unido

Los ingleses figuran como lo preferidos. Cinco empresas diferentes (Artisan du Chocolat, Amelia Rope, The Chocolate Café, 5th Dimensions y Hotel Chocolat) piden el cacao colombiano y lo emplean para producir barras de chocolate, grageas, trufas y hasta polvo de chocolate también 100 % colombiano.

Ese cacao nacional hizo que dos de esas empresas ganaran importantes premios. En el 2013 The Chocolate Café participó en los “Great Taste Awards”, uno de los reconocimientos más importantes del mundo, y los productos de origen colombiano obtuvieron dos estrellas de oro. Solo 500 productos de 10.000 participantes pueden recibir ese reconocimiento.

Una de las empresarias inglesas, Amelia Rope, demostró su entusiasmo al descubrir el proceso de producción de la materia prima: “Las vainas de cacao vienen de un región llamada Tumaco. Lo que es fantástico es que los colombianos no solo siembran los árboles, cosechan las vainas, sino que también producen el chocolate y lo fabrican en Bogotá”.

Eslovaquia

En ese país europeo la empresa Lyra chocolates distribuye el chocolate en todo el país y también hace productos con el chocolate de Casa Luker.

México

Las empresas mexicanas Theurel and Thomas y Un Elefante producen chocolates con formas artísticas y con ingredientes que incluyen frutas, hierbas y condimentos.
 
Bélgica

El chef belga Stephan Destrooper es reconodico por su trayectoria pastelera y panadera también en Francia y Holanda. Destrooper y su esposa Catherine son apasionados de lo artesanal y la búsqueda de pureza en los ingredientes.