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Utilizan Ipods o reproductores digitales de sonido

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Los ejecutivos Google

Son cada vez más jóvenes, les apasionan los buscadores de Internet y la tecnología y tienen más títulos de posgrado. Ese es el perfil de los directivos colombianos, según los resultados de una ambiciosa encuesta sobre sus hábitos de consumo.

4 de agosto de 2007

Alguien que asciende rápidamente, es eficiente en su trabajo, está muy bien informado, tiene excelentes credenciales académicas y gana buen dinero es un ejecutivo Google. Así es la mayor parte de los directivos y directivas colombianas, según se desprende del "Estudio de Ejecutivos de pequeñas, medianas y grandes empresas", elaborado por Universal McCann para un grupo de medios de comunicación entre los cuales figura la revista SEMANA. La encuesta consultó a 140.000 ejecutivos de casi 10.000 empresas radicadas en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, sobre la mayor parte de sus hábitos de consumo.

Los resultados corroboran que la de hoy es una generación de directivos empresariales completamente distinta a la de apenas hace unos años. Se trata de personas cada vez más jóvenes, con más títulos de posgrado, y adictas a los gadgets tecnológicos y a Internet; personas a las que la vida les pasa a toda velocidad y con grandes éxitos.

Antes, para llegar a las altas instancias de dirección empresarial eran necesarios muchos años y hasta décadas de arduo trabajo. Al pent house de las compañías se llegaba sólo por las escaleras y con muchas canas en la cabeza. Hoy, en cambio, lo que importa es el nivel de educación y el perfil de especialización de los ejecutivos. De ahí que los ejecutivos modernos suben ahora por ascensor en el organigrama.

La renovación en la clase dirigente empresarial ya es un hecho. Las fusiones y las adquisiciones han transformado la estructura de las organizaciones y también la de los equipos directivos. De hecho, las firmas cazatalentos han adquirido un papel protagónico en la selección de los ejecutivos y hoy se contrata a personas externas a una compañía para que ocupen su gerencia o alguna vicepresidencia.

La mayor parte de los encuestados (56 por ciento) lleva menos de tres años en sus cargos y casi el 80 por ciento tiene entre 25 y 45 años. Hubo un aumento importante en el número de ejecutivos entre los 25 y 35 años, que pasaron del 38 a 41 por ciento entre 2006 y 2007. Eso en buena parte refleja un cambio de generación.

Pero si las decisiones de las compañías las están tomando personas que tienen cada vez menos años, a cambio de experiencia, estos ejecutivos están haciendo un esfuerzo importante por lograr un nivel más alto de formación académica: casi la mitad de ellos tiene un posgrado. Hace dos años, apenas 30 de cada 100 decían contar con esta clase de estudios.

Pero los ejecutivos no sólo quieren una buena formación, sino también mucha información. Por eso les gusta estar al día con los sucesos políticos y económicos del país. Además de consumir los medios habituales (revista, prensa, radio y televisión), es evidente el uso de Internet a todas horas del día. Sus mayores amigos: los buscadores virtuales. Además, les han perdido el miedo a las transacciones financieras por la red y consultan información noticiosa.

Su obsesión por la tecnología es total: no pueden vivir sin un celular, sin un reproductor digital de música y sin una Palm, como mínimo. Además, les gustan las pantallas de plasma, los computadores portátiles (y obviamente, las USB) y las cámaras digitales.

Sus ingresos, en la mayor parte de los casos, van de dos a siete millones de pesos. Esa plata la tienen en bancos como Davivienda, Bancolombia, City, Bbva y Banco de Bogotá. Pagan con dinero plástico y cada vez más contratan seguros.

Dentro de sus restaurantes preferidos están Crepes & Waffles, Wok, Corral y Hato Grande. Su ropa va desde Chevignon y Levis, hasta Pronto, Arturo Calle y Domenico. Comprar por impulso es su consigna.

Es evidente la transformación en el perfil del directivo colombiano. Los altos ejecutivos de hoy cuentan con la suerte de ser jóvenes, estar bien formados y gerenciar empresas en plena época de vacas gordas.

Por eso la cosecha está dando sus frutos, aunque hay retos para los ejecutivos Google. El desafío es lograr que el crecimiento de sus compañías sea sostenible, para evitar que cuando lleguen los años de vacas flacas, los cojan con los pantalones abajo. Todo un reto hasta para el ejecutivo más eficiente.