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Los grandes negocios del año

Los grupos colombianos se siguen enfocando en sus actividades centrales y las multinacionales continúan la tendencia mundial de consolidar sus industrias.

Francisco Piedrahíta*
19 de diciembre de 2004

La acelerada globalización económica de los últimos 20 años ha impulsado dos fuertes tendencias estratégicas entre las grandes empresas del mundo: el desmantelamiento de los conglomerados muy diversificados y la consolidación de las industrias. Por la primera, las empresas escogen unos pocos negocios nucleares en los que concentran todos sus esfuerzos y desinvierten en los demás; por la segunda, en buena parte como consecuencia de lo anterior, las diferentes industrias van quedando cada vez en manos de un menor número de competidores globales.

Estas dos fuerzas fueron protagonistas en Colombia en el año 2004, caracterizándolo por una gran dinámica en la compraventa de empresas, las fusiones y las grandes inversiones. El año económico fue escenario de varios negocios de los mayores grupos empresariales colombianos, que vendieron lo superfluo y fortalecieron sus negocios centrales, y de otros varios de empresas multinacionales, la mayoría de ellos cumpliendo la ineluctable tendencia de consolidación industrial global.

El 2004 se cierra con la concreción, por fin, de la venta de Avianca por el Grupo Santo Domingo. Es quizá el último gran paso de focalización de un Grupo que empezó hace años con la separación de Bavaria, concentrada en la producción de cerveza y otras bebidas, y Valores Bavaria, a cargo de una variedad de empresas que durante años había acumulado el Grupo. Mientras Valores Bavaria ha vendido empresas y participaciones minoritarias, reduciendo el número de sectores industriales en los que compite, Bavaria ha fortalecido su posición en Colombia y ha invertido en Latinoamérica; este año inició la construcción de una nueva planta en Yumbo (Valle del Cauca) por más de 50 millones de dólares y adquirió la administración y el 49 por ciento del patrimonio de Embotelladora Centroamericana S.A., en Costa Rica.

El Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) realizó la otra gran desinversión colombiana del año al vender Coltabaco a la Philip Morris por más de 300 millones de dólares; además vendió la mina de carbón de la Jagua de Ibirico por más de 100 millones de dólares a la empresa suiza Glencore AG. Ninguna de esas actividades encajaba en el núcleo de negocios que el GEA ha definido como clave: alimentos, servicios financieros y cemento. Mientras realizaba estas ventas, el GEA continuó este año invirtiendo en el fortalecimiento de sus operaciones cementeras y de alimentos en Centroamérica, el Caribe y Estados Unidos.

El otro gran negocio del GEA en 2004 fue la decisión de fusionar sus operaciones bancarias: Bancolombia, Conavi y Corfinsura. Con esa consolidación entra a participar en las grandes ligas de la banca latinoamericana.

Entre las más importantes inversiones del año que termina hay que incluir las de cinco ingenios azucareros del valle geográfico del río Cauca que iniciaron la construcción de sus destilerías de etanol a partir de caña de azúcar. Cauca y Providencia, de la Organización Ardila Lülle, Manuelita, Mayagüez y Risaralda invertirán en un año más de 70 millones de dólares. Ellos se apoyan en la ley 693 de 2001, que estableció el uso, a partir de septiembre de 2005, del alcohol carburante como complemento de la gasolina y el acpm que se vendan en el país.

Relevante, sobre todo por lo que significa en cuanto a presencia de la industria colombiana en Estados Unidos, fue la adquisición que hizo la Organización Corona de una participación controlante en Mansfield, importante fabricante y comercializador norteamericano de porcelana sanitaria. Corona entra así al grupo de grandes jugadores globales de ese sector de la industria cerámica, uno de sus negocios nucleares.

La más visible, tal vez, de las diversificaciones entre las grandes empresas colombianas este año, en aparente contravía con los procesos de concentración de sus congéneres, fue la decisión que tomó Carvajal S.A. de hacer efectiva una opción para adquirir más del 70 por ciento de las acciones de Propal, la más importante productora de papeles blancos en la Comunidad Andina. La opción se había negociado años antes entre Carvajal y los bancos acreedores, en cuyas manos habían dejado abandonada y en crisis la papelera sus propietarios tradicionales, International Paper y W.R. Grace. La adquisición de Propal es una diversificación relacionada: Carvajal es por mucho el mayor comprador de papeles blancos en el país. Y los riesgos que tomó y las inversiones que realizó durante el último lustro culminaron en un excelente negocio.

Esta lista de grandes negocios del año de las más importantes empresas colombianas se complementó con notables inversiones de empresas multinacionales. A juzgar por las cifras publicadas por el Banco de la República para el primer semestre y por los negocios anunciados para el segundo, este año debe ser el de mayor inversión extranjera directa desde 1997. Varias causas pueden explicar ese crecimiento: Colombia es hoy mucho más atractiva, al haber salido de su larga crisis económica y mejorado sustancialmente sus índices de seguridad; además, una economía mundial con mayor liquidez y más dinámica motiva los grandes negocios; la proximidad de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos incita a fortalecer posiciones, y la ya mencionada tendencia a la consolidación de las industrias en manos de pocos competidores globales impulsa estas transacciones.

Los ejemplos de grandes negocios de empresas multinacionales en Colombia, en 2004, son muy diversos. Ya se citaron las adquisiciones de Coltabaco y la mina carbonera de la Jagua de Ibirico. En el primer caso, Philip Morris ha venido adquiriendo importantes fabricantes de cigarrillos en diversos países; el año pasado había comprado los fabricantes más grandes de Turquía y de Serbia; Colombia, donde planean producir su marca Marlboro, es el cuarto mercado más grande de Latinoamérica.

Un negocio de consolidación importante es el que realizó la empresa española Telefónica Móvil al adquirir la operación de Bellsouth en Colombia y en otros nueve países latinoamericanos. Con esta compra se afianza como una de las primeras operadoras de telefonía celular en el mundo y como líder en los mercados de habla hispana y portuguesa.

Finalmente, el regreso de Exxon-Mobil, la empresa más grande del mundo en su industria, al negocio de exploración petrolera en Colombia es una gran noticia frente a la decadente producción nacional de hidrocarburos. Se asoció con Petrobras, otra que está aumentando sus bazas en nuestro país, y con Ecopetrol para buscar petróleo en una extensa área de nuestro mar Caribe.

La focalización de los principales grupos empresariales colombianos y la creciente inversión de las multinacionales en el país, en un proceso gradual e inexorable de consolidación industrial global, fueron las dos fuerzas más importantes detrás de los grandes negocios de 2004. La tercera fuerza característica de este proceso globalizador de las últimas dos décadas es la venta, por los estados, de todas aquellas actividades industriales y de servicios que pueden ser manejadas más eficazmente por operadores privados. En Colombia, a pesar de las muchas oportunidades planteadas desde años atrás y de la urgencia de recaudar fondos del gobierno central para reducir la inmensa deuda pública, esa fuerza no operó este año. Las ventas de activos empresariales del Estado en 2004 fueron marginales.

* Rector Universidad Icesi