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Una moneda de un euro rota. España emitió este martes 3.040 millones de euros en deuda pública a 12 y 18 meses, para lo que tuvo que pagar un interés en fuerte alza en un momento en que el país, objeto de un rescate europeo para su banca, centra de nuevo la tempestad en la Eurozona. | Foto: AFP/Thomas Coex

MERCADOS

Los mercados, inquietos por España, le exigen un fuerte interés por su deuda

A la espera de la declaración final de los jefes de Estado y de Gobierno del G20 reunidos en Los Cabos, México, en la que preveían manifestar su preocupación por la economía europea, la situación se complicó en España.

19 de junio de 2012

Madrid tuvo que pagar un muy alto interés el martes por su deuda a medio plazo, en un momento de pánico de los inversores que tras las elecciones en Grecia vuelven a centrar sus inquietudes en España mientras los líderes intentan calmar las tensiones. 

La cuarta economía de la Eurozona emitió 3.040 millones de euros en deuda a 12 y 18 meses, pero los intereses fueron muy superiores a la última emisión similar, el 14 de mayo: 5,074% a 12 meses (frente a 2,985%) y 5,107% a 18 meses (frente a 3,302%).

Era su primera cita con el mercado de deuda tras el anuncio, el 9 de junio, de un rescate europeo para sus bancos de hasta 100.000 millones de euros (unos 125.000 millones de dólares). Los inversores --que ya dejaron atrás el problema griego pese a que aún no esté resuelto-- siguen impacientes por conocer el monto definitivo y sus condiciones.

"El rescate de la banca española, o mejor dicho, la falta de concreción del rescate a la banca española, está empezando a pesar demasiado sobre los hombros del Estado y eso se ha trasladado a los mercados de renta fija junto con el temor al efecto contagio de esta interminable crisis de deuda", señala Amilcar Barrios Villonga, de la firma de corretaje Tressis.

"Hasta que no se aclaren los términos del rescate, para lo que es necesario conocer el importe del mismo, los mercados de deuda no se relajarán", agregan los analistas de Link Securities.
 
Las auditorías de los gabinetes Roland Berger y Oliver Wyman, cuyo resultado debería conocerse el jueves a más tardar, permitirá dar una cifra.

Si Madrid pide la totalidad del paquete su deuda pública rozará el 90% del PIB a fin de año, una cifra que vuelve preocupantes los actuales tipos de interés.

Los bonos del Tesoro español a diez años, que el lunes superaron por primera vez la barrera simbólica del 7% en el mercado secundario, el martes cerraron en 6,994%.

Para Fernando Ballabriga, director del departamento de Economía de la escuela de administración de empresas ESADE, se está "entrando en una situación de pánico".

"La financiación se puede cortar de manera drástica, de la noche a la mañana. Es algo muy difícil de predecir", agrega.

España se enfrenta a un nuevo test el jueves, con otra emisión de deuda en la que tratará de colocar hasta 2.000 millones de euros a dos, tres y cinco años.

"No existe un nivel mágico a partir del cual el país se hunde", advierte Christian Parisot, economista de la firma francesa Aurel BGC. Sin embargo, Grecia, Irlanda y Portugal pidieron ayuda tras ver los tipos de su deuda superar el 8% en el mercado, un nivel que ya no está muy lejos para España.

A miles de kilómetros de Madrid, el jefe de su gobierno, Mariano Rajoy, intentaba tranquilizar a sus socios sobre la solvencia de España en la cumbre de Los Cabos.

El G20 "se compromete a adoptar las medidas necesarias para reforzar el crecimiento mundial y restaurar la confianza" y "responder a las tensiones en los mercados financieros", afirmaba el proyecto de declaración de los líderes.

Muestra de esta tensión, la moral de los inversores alemanes cayó a -16,9 puntos en junio, frente a los +10,8 el mes anterior, su mayor descenso mensual desde 1998.

"Los mercados esperan que cooperemos más estrechamente", afirmó en Los Cabos la canciller alemana, Angela Merkel, pidiendo "más Europa". "Necesitamos una mezcla adecuada de reequilibrio presupuestario y de estímulo del crecimiento simultáneamente", agregó.

Pero para restablecer la calma, "el mercado está a la espera de que el BCE intervenga apoyando a la deuda pública periférica", como la de España e Italia, señalan los analistas de la firma española Renta4.

Una intervención que Rajoy debe volver a reclamar durante una minicumbre el viernes en Roma con sus homólogos francés, alemana e italiano.

Bajo la presión de sus socios del G20, los europeos, acusados de no hacer lo suficiente para resolver una crisis de la deuda que los golpea desde diciembre de 2009, prometieron resultados en la cumbre europea del 28 y 29 de junio.
 
AFP