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Los negocios de Transmilenio

Los pasajeros no son los únicos beneficiados con el nuevo sistema de transporte masivo de Bogotá. Muchas empresas encuentran interesantes oportunidades en este proyecto.

4 de diciembre de 2000

La publicidad de Transmilenio afirma que cambiará el sistema respiratorio de Bogotá. Pero más allá de eso, es claro que el proyecto terminará por cambiar también el sistema económico de la ciudad pues revolucionará el transporte urbano. Y al ser tan novedoso dará lugar a nuevas empresas y negocios de toda índole: desde la compra de las carrocerías y la construcción de las troncales hasta el recaudo de los pasajes y el diseño del software que permitirá supervisar permanentemente los buses. La magnitud del proyecto es tan grande y las inversiones asociadas tan cuantiosas, que se generarán significativos impactos sobre la economía bogotana.

Pero los efectos económicos de Transmilenio van más allá de las inversiones requeridas para ponerlo en funcionamiento. Hay que observar también las implicaciones que tendrá una vez esté en plena operación. La reducción en los tiempos de desplazamiento, por ejemplo, mejorará no sólo la calidad de vida de los bogotanos sino que contribuirá a un aumento de la productividad de los recursos con que cuenta la capital. Este simple hecho haría de Bogotá una ciudad más atractiva comercialmente, posibilitando así la creación de nuevas industrias y, por ende, la generación de mayores fuentes de empleo.

Así, tanto en el corto como en el largo plazo, el sistema económico de la ciudad saldrá fortalecido.

Las siguientes son las principales actividades económicas que encontrarán nuevas oportunidades de crecimiento con Transmilenio.




Sector Automotor

Varios ensambladores, fabricantes de carrocerías, comerciantes de autopartes y empresas del transporte en general han visto en el proyecto Transmilenio una ‘tabla de salvación’. Saben que esta es la oportunidad perfecta para revivir un negocio que hacía años estaba frenado: la venta de buses. En su primera fase (que incluye las troncales de la Caracas, la 80 y la Autopista Norte) Transmilenio requiere la puesta en circulación de 470 buses articulados con una capacidad para 160 personas cada uno. Y para la segunda fase, que incluye otras cuatro troncales, necesita 700 vehículos más. Cada uno cuesta en promedio 380 millones de pesos, lo que implica inversiones por 445.000 millones, cifra supremamente atractiva para cualquier fabricante de carros o autopartes.

Para participar en este negocio los más grandes jugadores del sector decidieron unir fuerzas y crear alianzas para la fabricación de los buses. General Motors Colmotores gestionó acuerdos con Volvo de Brasil, la firma Marco Polo y con Carrocerías Superior de Colombia para la fabricación y ensamblaje de los vehículos. Sofasa se convirtió en el representante para el país de Iris Bus con el propósito de poder importar una amplia gama de buses para el proyecto Transmilenio. Mercedes-Benz de Colombia también traerá al país 160 buses.


Industria metalmecánica

La creación de puentes peatonales y estaciones de buses es fundamental para el buen funcionamiento del sistema. El uso intensivo de varillas, plataformas metálicas, soportes de acero, vidrios y cristales constituyen una excelente oportunidad de negocio para las empresas del sector metalmecánico y para aquellas involucradas en la fabricación de vidrios y láminas transparentes. Los paraderos, que estarán ubicados cada 500 metros en las troncales, serán construidos por Paraderos 2000 (Aceral, AIA y Arias Serna Saravia), Consorcio Urbano (Emecon Ltda., Ipi Ltda., C&G Ltda., Entorno 2000), entre otros. La elaboración de algunos de los puentes peatonales estará a cargo del Consorcio Autonorte (SAC Estructuras Metálicas Ltda. y Constructec), H&B, V&B y Contein.


Autopartes

También los productores de autopartes que comercian baterías, ejes, llantas, cajas automáticas, sistemas de suspensión, tanques de combustible y todo tipo de suministros tienen una gran oportunidad. Entre ellos se destaca la empresa Fanalca, de Cali, que se ha convertido en la principal proveedora de bastidores y travesaños para los buses articulados. Cálculos hechos por la Alcaldía de Bogotá estiman que la inversión local en equipos de transporte rebasará los 155.000 millones de pesos, razón por la cual se convierte en un negocio atractivo para los proveedores de accesorios.


Construcción

A algunas de las empresas de obras civiles el proyecto les ha servido para tomar un respiro en medio de la peor crisis de la historia en el sector de la construcción. Las obras de la Caracas y la Autopista Norte ascienden este año a 110.000 millones de pesos, de los cuales 70.000 millones corresponden al cemento utilizado. Para no ir más lejos, la inversión estimada para la primera y segunda fases suman la no despreciable suma de 716.000 millones de pesos. Conalvías, Cóndor S.A., Conciviles y Conconcreto son algunas de las compañías que hoy en día trabajan con el Distrito para sacar adelante la rehabilitación de las calzadas y la construcción de las troncales.


Servicios

El personal administrativo empleado por las actuales empresas de transporte público de Bogotá es mínimo. De hecho, el principal trabajo que ofrece el sistema actual es el de los conductores, quienes son aproximadamente 22.000. No obstante, para la operación de Transmilenio, se necesitarán no sólo choferes sino recaudadores, vigilantes de estación, técnicos de control de línea, inspectores y administradores de operación, entre otros. Además los conductores de Transmilenio tendrán turnos más cortos (habrá 2,3 choferes por bus, a diferencia de hoy en día, que hay uno por bus). Un estudio de Fedesarrollo calcula que, teniendo en cuenta los buses que saldrán y entrarán y los trabajos que se suprimirán y crearán, la operación del nuevo sistema generará cerca de 800 nuevos puestos de trabajo de todo tipo.


‘Software’ y telecomunicaciones

Transmilenio contará con un centro de control satelital que le permitirá supervisar en todo momento cada uno de los vehículos del sistema. Los buses, a su vez, estarán dotados con un sistema de ubicación geográfica satelital GPS (Global Positioning System) que permitirá controlar la velocidad, frecuencia y tiempos de las rutas. Y eso ni hablar de las estaciones de servicio, cuyas taquillas estarán completamente sistematizadas. El software y el hardware que se requiere para llevar a cabo esta operación tiene un costo de 18.000 millones de pesos y el de las unidades que llevarán los buses de 2.500 dólares. Hasta el momento se sabe que la firma especializada Electronic Traffic S.A. será la encargada de desarrollar, dotar e implementar el centro satelital.


Sector financiero

Otro negocio es el relacionado con el recaudo de los pasajes. Los buses de la ciudad reciben hoy monedas por cerca de 5.600 millones de pesos diarios. Esto implica unas ventas anuales de 1,8 billones de pesos, que son recaudadas por los 22.000 conductores. Ni uno solo pasa por el sistema financiero. Transmilenio pretende centralizar ese recaudo para evitar las constantes fugas de dinero y ayudar a la eficiente administración de la plata. Por eso las taquilla están diseñadas para vender tiquetes de un viaje o tarjetas inteligentes para varios recorridos. La plata de los pasajes, cuyo costo será de 800 pesos, será recogida por un recaudador que manejará el dinero a través de la fiduciaria del Lloyds Bank, ganadora de la licitación. El recaudador, a su vez, entregará el dinero a las empresas que operarán los buses, de las cuales son socios la mayoría de los actuales empresarios del transporte de la capital.



Estudio de Fedesarrollo sobre el impacto económico de Transmilenio. (formato Acrobat Reader)