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El crecimiento económico en 2003 no beneficiará por igual a todas las ramas de la actividad productiva. ¿Cómo les va a ir a los sectores clave de la economía?

23 de noviembre de 2002

Agropecuario
Regular no más

El 2002 ha sido un año en general flojo para el sector agropecuario. El próximo no se ve mucho mejor.

La subida de los precios de algunos productos agrícolas en las últimas semanas es consecuencia del círculo vicioso que ha frenado en 2002 al sector agropecuario del país. A principios de año muchos cultivadores decidieron no sembrar por los temores infundados de una fuerte sequía (fenómeno de El Niño) mientras que otros no encontraron en los bajos precios internos y externos un aliciente para hacerlo. Esto hizo que se presentara un desabastecimiento durante el segundo semestre en los mercados.

Por estas y otras razones este sector agrícola crecerá 1,1 por ciento este año y para 2003 las perspectivas también apuntan a este bajo crecimiento. Ahora bien, si a la agricultura se le suma el café el resultado de 2002 puede estar por encima de 2,5 por ciento, ya que este año Colombia pasó nuevamente a ocupar el segundo lugar como productor del grano en el mundo debido a la entrada de los cultivos que habían sido soqueados y a los programas de productividad. Este año la cosecha creció 9,3 por ciento y el próximo podrá superar esta cifra. El precio del grano, creen los especialistas, se estabilizará en 65 centavos de dólar por libra. La buena noticia es que paró de caer, pero sigue siendo demasiado bajo.

En cuanto a los cultivos permanentes, la producción aumentará por encima de 3,5 por ciento en 2002 a pesar de que el clima afectó la producción de palma de aceite, banano, plátano y flores. La caña de azúcar fue el renglón que más creció en volumen, 12 por ciento, pero su futuro, como el de los demás, seguirá dependiendo de los precios y de la tasa de cambio, que seguramente le dará una mano al agro.

En el sector pecuario la producción de leche podría crecer más en 2003, mientras que la de carne dependerá de la recuperación del hato ganadero y de que los precios internos y externos crezcan realmente; de lo contrario seguirá la retención de animales.

A mediano plazo la suerte del sector agropecuario, más que de ningún otro, dependerá del éxito que tenga el gobierno en recuperar la seguridad en los campos.

Construcción
Obras mil

Este año marcó el resurgimiento de la construcción de vivienda. Para 2003 se espera que esta tendencia se consolide.

Pedro Gómez & Cía. encarna fielmente lo que ha ocurrido con la construcción en los últimos siete años. De ser una de las constructoras más importantes del país tuvo que contraerse y vender activos y bienes a los bancos para sobrevivir la crisis económica que llevó a este sector al peor momento de su historia. Después de aguantar la tormenta, este año la constructora no sólo ha renacido de las cenizas y hoy desarrolla numerosos proyectos sino que ha logrado comprarles de nuevo a los bancos muchos de los lotes que había perdido años atrás. Lo mismo ha ocurrido con otras constructoras, como Ospinas & Cía. o Bolívar.

Si hay una cosa clara entre todos los expertos es que 2002 marcó el resurgimiento de la construcción, especialmente de vivienda, y 2003 podría ser su consolidación. A septiembre pasado la construcción de viviendas había crecido 20,4 por ciento, jalonado en especial por las de interés social y las de estratos 5 y 6, hecho importante si se tiene en cuenta que hace años prácticamente no se pegaba un ladrillo en estos segmentos altos de la población.

Sergio Mutis, presidente de Fedelonjas, dice que lo mejor de este año, además del resurgimiento de la vivienda nueva, es que también se recuperaron los precios de finca raíz usada. Un estudio realizado por este gremio sobre la totalidad de las transacciones inmobiliarias realizadas este año en las nueve principales ciudades encontró que los precios en los primeros ocho meses crecieron 13,5 por ciento y podrán terminar el año por encima del 15 por ciento. Estas y otras cifras, como el aumento de arrendamientos, bajas tasas de interés y los planes del gobierno, revelan que en el próximo año la construcción aparecerá de nuevo como un sector seguro y rentable de inversión.

Por ahora las dudas están en el sistema de financiación. Las personas de estratos bajos obtienen subsidios pero no es muy fácil que les otorguen los créditos. Los de estratos medios pueden acceder al préstamo pero no tienen subsidios para completar el valor de la vivienda. Por eso se requiere un cambio. Pero 2003 puede marcar la consolidación del sector ya que la decisión del gobierno de aumentar a 180.000 el número de subsidios y de modificar el sistema de financiación serán una garantía de recursos. A esto se deben sumar los potenciales compradores representados en las 16.000 cuentas de AFC que había en el país a septiembre, y que si bien sólo tenían 9.900 millones de pesos ahorrados en diciembre pueden dar un salto de tres o cuatro veces.

Así, se prevé que el próximo año se construirán entre 110.00 y 120.000 viviendas, lo que agilizará el mercado inmobiliario pues cada casa nueva vendida genera tres o cuatro más en el mercado usado. Esto hará que a los 120.000 empleos generados este año se sumarán otros 400.000 más en 2003. De esta manera la construcción está sentando buenas bases para la recuperación del empleo y la economía.

Si se mira todo el sector en general, incluidas las obras de ingeniería, (carreteras, acueductos, puentes) que han caído 4,6 por ciento, la construcción sólo llegará a un crecimiento cercano a 9 por ciento en 2002. La crisis fiscal del gobierno central y las entidades territoriales ha llevado a que la construcción de carreteras haya caído 27 por ciento a junio y las de acueducto en 38, cifras que difícilmente podrán recuperarse con algunas obras públicas, como las nuevas rutas de Transmilenio que se construirán el próximo año en Bogotá. Este sector es el que más depende de la inversión del gobierno y, por ahora, no hay buenas perspectivas. No obstante la recuperación de la construcción de vivienda alcanzará a compensar esta situación.

Financiero
Lento pero seguro

La cartera del sector financiero paró de caer y empieza a crecer lentamente. En 2003 lo seguirá haciendo.

La convalecencia del sector financiero ha sido muy lenta. Casi cuatro años desde la crisis de 1999, y las entidades de crédito apenas se están recuperando del golpe y, tímidamente, están volviendo a prestar. "En 2002, por primera vez desde la crisis, la cartera del sector financiero está creciendo por encima de la inflación. Este crecimiento aún es muy bajo, pero positivo, que se nota en los créditos comerciales y de consumo", asegura Patricia Cárdenas, presidenta de Asobancaria.

Al mismo tiempo los resultados de los bancos han mejorado en forma sostenida. A septiembre de este año el sector arrojó utilidades por 719.000 millones de pesos. Las deudas vencidas también han caído lentamente. En 2003 estas tendencias deberán continuar. ¿Qué tanto podrá aumentar la cartera? Dependerá en el fondo del comportamiento general de la economía y de qué tanto crédito demande el sector productivo.

El gran lunar del sector financiero es la cartera hipotecaria. En 2002 siguió cayendo y los préstamos vencidos siguieron siendo muchos. Para el año entrante el deterioro se podría detener. Por un lado, porque la construcción, que va muy bien, impulsará el crédito hipotecario. También porque la propiedad raíz empieza a subir de precio. "Lo que ocurría es que el valor de la deuda era mayor al precio de inmueble. Ahora podría empezar a pasar lo contrario", explica Fabio Villegas, presidente de Anif. Cuando la hipoteca (que es el respaldo) vale más que el crédito, mejora la calidad de éste último. Puede que en 2003 se quiebre la tendencia descendente pero la recuperación plena del crédito hipotecario tardará mucho tiempo más.

Comercio
Un poco mejor

El comercio ha tenido un desempeño aceptable; 2003 será bueno pero no espectacular.

Después de muchos meses de expectativas y resultados poco alentadores la mayoría de los comerciantes están optimistas con el desempeño de las ventas durante el último trimestre del año y sobre 2003. Este ánimo está motivado por el dinamismo que ha tenido el grueso de los productos que conforman este sector. El caso más notable ha sido el de los vehículos. A pesar de la caída del mercado en Venezuela y del estancamiento de Ecuador las ventas de las ensambladoras e importadoras han crecido 42 por ciento en Colombia. Este año también ha sido bueno para computadores, muebles de hogar y oficina, utensilios domésticos y para cigarrillos y licores. El período no ha sido bueno para productos farmacéuticos ni para los que venden repuestos de vehículos.

El crecimiento de grandes superficies y almacenes de cadena ha sido un dinamizador importante del consumo. Después de un comienzo de año flojo los resultados financieros de las principales cadenas mostraron una mejoría en el tercer trimestre.

Cifras de Fenalco muestran que el sector tendrá un crecimiento de 4 por ciento en 2002, que es el doble del registrado en 2001. Pero un aumento mayor en 2003 dependerá, además del crecimiento del país y de la caída del desempleo, del peso que la reforma tributaria les ponga a ciertos productos. De todas formas las proyecciones muestran que el comercio pequeño, mediano y grande mejorará.

El aumento que se ha presentado en los últimos meses en las compras con tarjetas de crédito es bueno para el comercio. A septiembre de 2002 la facturación de esas alcanzaba 4,8 billones de pesos, cuando un año atrás sólo era de 4 billones, lo cual arroja un crecimiento de 20 por ciento. En todo caso el comercio, como ningún otro sector, está ligado al comportamiento general de la economía. Todo apunta a que el año entrante será aceptable pero no espectacular. Por eso se espera que el comercio mantenga un crecimiento pequeño, pero sostenido, en los próximos meses.

Industria
Prender motores

El consumo interno y el Atpa le darán una mano al sector industrial el próximo año.

La industria del país parece estar arrancando de nuevo. Este año cerrará con cerca de 3,1 por ciento de crecimiento en producción y 3,3 por ciento en ventas. "Y en 2003 podría superar el 4 por ciento gracias al Atpa y a un aumento del consumo interno", advierte Luis Carlos Villegas, presidente de la Andi. "Pero sin duda lo mejor de este año es que logró despertar el ánimo que tienen los industriales frente al futuro".

La estrella de este sector ha sido el automotor, que este año consolidó el arranque registrado en 2001 y cerrará con más de 87.000 unidades vendidas en el país, 21 por ciento más que el anterior. Gracias a la devaluación las ensambladoras nacionales ganaron terreno frente a los carros importados, por lo cual la demanda interna ha estimulado la industria nacional. En 2003 la consolidación también dependerá de lo que ocurra en Venezuela y Ecuador, que son los principales destinos de las exportaciones. Igualmente importante será la forma como la reforma tributaria afecte las ventas en Colombia.

Para la cadena textil-confecciones lo más alentador de este año fue la entrada en vigencia del Atpa porque, en general, la demanda interna ha despertado tímidamente y el contrabando, especialmente en el primer semestre, la afectó. El mercado externo es la gran esperanza para la mayoría de empresarios e industriales. Aunque con un crecimiento pequeño, la industria de alimentos empieza a despertar, jalonada por el aumento del consumo interno. Si el desempleo baja el próximo año podría haber una reactivación.

Otro subsector que ha registrado un crecimiento importante es el del papel y cartón. Este año el consumo y la producción han crecido 10 por ciento, lo que significa que se logró compensar la fuerte caída de 2001. Si en 2003 la economía registra un mejor comportamiento este subsector podrá mantener su crecimiento. Por último están los sectores asociados a la construcción, como cemento, materiales de construcción, maderas y muebles. Después de cinco años muy malos éstos podrían por fin respirar un poco en 2003.

Minas y energía
Panorama sombrío

El petróleo seguirá cayendo en volumen y, posiblemente, en precio en 2003. La energía eléctrica tendrá buena demanda, pero aún el panorama es oscuro.

Una carrera contra el tiempo es la que está librando el país en el sector petrolero. Si en los próximos semestres no se encuentra un pozo importante, no sólo el país estará abocado al desasbastecimiento entre 2004 y 2007 sino que cada vez más las finanzas públicas se verán afectadas. Ecopetrol está obligada a reenfocar sus esfuerzos en la búsqueda de nuevos yacimientos para quitarse de encima el fantasma de pasar de ser un país exportador a importador de crudos, lo que significaría una pérdida anual de 1.500 millones de dólares al país. Desde 1999 la producción petrolera ha venido cayendo en Colombia por el agotamiento de los campos actuales y se espera que esta tendencia continúe en 2003. Aún si se encontraran nuevos yacimientos muy pronto éstos no entrarían en operación hasta mediados o finales de la década pues la construcción de los tubos y la infraestructura toma tiempo.

En 2002 las exportaciones colombianas de crudo han caído pese a que los precios internacionales han sido altos. Para el año entrante hay mucha incertidumbre sobre el valor del petróleo en los mercados porque depende mucho de lo que pase en una eventual guerra con Irak. Pero aun en un escenario de conflicto bélico es poco probable que los precios se mantengan tan altos como lo fueron en 2002.

Por los lados de la energía eléctrica hay signos esperanzadores. La demanda de electricidad ha crecido a buen ritmo (más de 3 por ciento). Esto, sumado a las nuevas interconexiones con Venezuela y Ecuador, podrían llevar a este sector a un crecimiento por encima del 4 por ciento en 2003. Ahora bien, la difícil situación por la que atraviesan varias electrificadoras y distribuidoras de energía deberá aliviarse en parte el próximo año cuando entre a regir la nueva fórmula tarifaria que necesariamente aumentará el costo del servicio para todos. De todas formas la situación financiera de algunas empresas es difícil y por eso la fragilidad del sector eléctrico seguirá presente.