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La construcción, la banca y la actividad minera sacaron la cara por la economía este año. ¿Cuáles serán los sectores ganadores en 2004?

24 de noviembre de 2003

Construcción
En 2003 la construcción de vivienda de estratos altos tuvo un auge espectacular, mientras que la de interés social estuvo frenada por problemas con los subsidios del gobierno y obstáculos de financiación. La edificación para otros usos (locales, bodegas, etc.) anduvo muy bien, mientras que la construcción de obras civiles tuvo una caída. En todo caso, el promedio fue positivo. Al segundo trimestre de 2003 el sector de la construcción como un todo creció 9,7 por ciento, y se espera que al cierre del año esta tasa sea similar.

Los constructores esperan que en 2004 la vivienda de estratos altos continúe disparada, a juzgar por la cantidad de cuentas AFC que se han abierto y la dinámica de los desembolsos de créditos hipotecarios. Confían, asimismo, en que se empiecen a destrabar los obstáculos de la vivienda de interés social. En cuanto a las obras civiles hay señales encontradas. El gobierno no tiene plata para gastar en cemento y tampoco hay muchas concesiones en el horizonte, pero los mandatarios locales sí cuentan con recursos para invertir.

Las expectativas de los constructores en 2004 apuntan a un buen año, aunque no tanto como lo fue el que termina. El crecimiento del PIB de la construcción seguirá siendo positivo, aunque seguramente menor al que se registró este año.

Financiero
De los sectores económicos el que más rápido ha crecido este año es el financiero. A septiembre pasado los establecimientos de crédito registraron utilidades por 1,4 billones de pesos, casi el doble de las que habían tenido en los primeros nueve meses de 2002. Los créditos vencidos como proporción de la cartera total bajaron a 7,7 por ciento, el nivel más bajo desde 1998. En septiembre de 2003 la cartera comercial creció 9 por ciento frente al mismo mes del año pasado, y la de consumo lo hizo en 22 por ciento.

A las utilidades de las entidades financieras contribuyeron las bajas tasas que pagaron por los depósitos. Esto podría cambiar el año entrante, pues se espera que suban un poco. Pero esto no alcanza a empañar las perspectivas del sector financiero que todavía tiene mucho espacio para crecer. Desde 1998, con la crisis financiera, el saldo de la cartera del sector financiero había caído mucho. En este período las empresas y los hogares se apretaron el cinturón para pagar deudas. Ahora están en una situación más estable y le han perdido el miedo a contraer nuevas obligaciones. Esta mayor demanda de créditos encuentra a los bancos con recursos abundantes para prestar. De ahí que 2004 se perfile, para las entidades del sector, como un año igual de bueno que el que termina.

Comunicaciones
Si hay un sector al que la competencia ha sacudido en los últimos años es el de telecomunicaciones. Ha crecido desde 1999 a tasas superiores al 8 por ciento. A juzgar por los resultados de las principales empresas del sector, es probable que el crecimiento del PIB de las telecomunicaciones se acerque este año al 8 por ciento de crecimiento que registró en 2002. En 2004, con la entrada de un tercer competidor en telefonía móvil -que en últimas también compite con la larga distancia- se espera que el dinamismo del sector sea incluso mayor. Tarifas más bajas, paquetes atractivos y grandes presupuestos de publicidad serán las armas a disposición de las compañías. La competencia amenaza, incluso, con golpear la rentabilidad de las empresas sector. Las alianzas de las empresas de telefonía para incursionar en negocios de alto crecimiento como la transmisión de datos e Internet estarán también sobre la mesa en 2004.

Agricultura
En el primer semestre de 2003 la agricultura tuvo un desempeño modesto. Parte de la explicación está en la caída de los cultivos ilícitos. No obstante, en la segunda mitad del año se ha visto un repunte importante, al punto de que la SAC calcula que el sector tendrá para el año completo un crecimiento cercano al 4 por ciento. A este desempeño contribuyó el clima y, en los llamados cultivos de ciclo corto (semestrales), también ayudaron los buenos precios que se registraron en los primeros meses del año, que incentivaron mucho las siembras. Aumentos importantes en la producción de algunos cultivos como maíz, arroz o algodón, se explican por las mayores áreas sembradas, pero también por la buena productividad que trajo el clima.

En los llamados cultivos permanentes la historia es distinta según el caso. Las flores y el azúcar mostraron este año aumentos moderados en las exportaciones. Este último producto, al igual que la palma africana, se vio beneficiado por unos mejores precios en los primeros meses del año.

El desempeño del sector ha estado impulsado también por el crédito agropecuario. De acuerdo con Finagro, a septiembre pasado las colocaciones en el sector aumentaron 47 por ciento. El año entrante se espera que esta tendencia continúe. Al hacer las previsiones de 2004, más allá del clima impredecible, hay dos variables que van a influir. Una es la devaluación, que el año pasado benefició a los agricultores por el lado de los precios pero los golpeó por el lado de los costos, pues hay muchos insumos importados. La calma cambiaria que se espera el año entrante debería corregir ese problema. De otro lado, las encuestas entre agricultores muestran que la mejor percepción de seguridad los impulsó a sembrar más este año, y si las cosas siguen como van, debería también hacerlo el próximo.

Minas y energía
Hasta hace relativamente poco había la expectativa de que el año entrante caería en picada la producción de crudo. Sin embargo, las últimas proyecciones de Ecopetrol sugieren que en 2004 la producción de petróleo en el país será de 529.000 barriles diarios, con una caída de apenas 2 por ciento frente a 2003. La explicación está en las inversiones recientes de la petrolera estatal y sus asociadas, que permitieron aumentar la productividad de los campos, y de esa manera posponer un año más el temido desplome en la producción petrolera. En cuanto a los precios, es difícil que el año entrante sean tan buenos como lo fueron en 2003, pero tampoco se espera una caída importante. Por eso las exportaciones de crudo serán similares a las de este año. Si hay una reducción, ésta será más bien moderada.

En 2003 la producción de carbón en el país tuvo un salto impresionante, al pasar 35 millones de toneladas el año pasado a cerca de 45. Los precios también fueron buenos y de ahí el crecimiento de 47 por ciento en el valor exportado a septiembre pasado. El año entrante el volumen de producción se sostendrá, e incluso podría aumentar un poco, de acuerdo con los empresarios del sector. Es difícil que los precios en 2004 sean tan altos como lo fueron en 2003, pero tampoco cabe esperar una caída considerable.

La demanda de energía eléctrica, por su parte, creció 3,1 por ciento a octubre pasado y estuvo jalonada principalmente por la industria. Este indicador es una especie de termómetro del desempeño del resto de la economía. El sector también se benefició por las exportaciones de energía eléctrica a Ecuador. En 2003, en resumen, el de minas y energía ha sido uno de los sectores que más ha aportado al crecimiento. En 2004 crecerá mucho menos, pero lo interesante es que productos clave como el carbón y el petróleo se sostendrán en volúmenes altos de producción.

Industria
La industria pasará este año con una nota apenas aceptable. A excepción de algunos sectores ganadores, claramente enfocados en las exportaciones a Estados Unidos o a la construcción, el crecimiento en ventas de la industria ha sido modesto. Según la encuesta de la Andi, en los primeros nueves meses de 2003 las ventas totales aumentaron 3,1 por ciento en relación con el año anterior. Sorprende la diferencia entre este crecimiento y el de las ventas en el mercado nacional, apenas del 1,8 por ciento. Por eso las exportaciones han sido -y lo seguirán siendo en 2004- el principal motivo para esperar mejores resultados el año entrante.

El primer puesto en crecimiento se lo llevaron las empresas de textiles y confecciones, que han exportado a Estados Unidos con las preferencias arancelarias del Atpdea. En el extremo opuesto de la lista están las ensambladoras. El sector automotor tuvo una reducción en sus ventas totales a septiembre de 2003 de 18,6 por ciento, a pesar de que logró vender 3,8 por ciento más en el mercado nacional. El culpable de esta caída tiene nombre propio: Venezuela. Con las mejores perspectivas de demanda en Estados Unidos y la recuperación del vecino país, 2004 sin duda pinta mejor para los sectores exportadores. Incluso ya empiezan a prepararse para un escenario de Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos en 2005.

Sectores como el de alimentos, bebidas o productos de vidrio, que dependen en buena medida del consumo interno, han tenido crecimientos inferiores al del promedio de la industria. Sus pronósticos son mejores para 2004, pues se espera una reactivación en el consumo. También se prevé que las empresas que dependen de la construcción como las cementeras o las siderúrgicas continúen por buen camino, aunque creciendo a un menor ritmo que el registrado en 2003.

Comercio
En el comercio hay más optimismo que ventas", dice Rafael España, director de investigaciones económicas de Fenalco. Esta frase resume bastante bien lo que ha pasado en el sector comercio: las expectativas son buenas pero los números muestran que 2003 ha sido un año regular. El sector completo prácticamente no ha crecido en lo corrido del año y si se excluye la venta de automóviles registra una caída de 1,7 por ciento. ¿Por qué si crece la industria de alimentos procesados (1,4 por ciento), las ventas del comercio de esos mismos productos decrece (6,1 por ciento)? La explicación, según España, está en que el Dane no tiene en cuenta a las tiendas y supermercados de menos de 20 empleados, que han venido ganando terreno en los últimos años y a donde seguramente se ha ido buena parte de las ventas.

Por el lado de las grandes cadenas de comercio, las ventas habían caído al primer semestre 3,2 por ciento. Han hecho grandes inversiones con el fin de ganar mercado extendiendo su presencia a otras regiones y no se descarta que, por ejemplo, el negocio de supermercados de algunas cajas de compensación pase a manos de grandes cadenas en un futuro no muy lejano.

Aunque el consumo puede resentirse con el aumento del IVA propuesto por el gobierno para 2004 -una amenaza que también asustaba a los comerciantes el año pasado-, esperan que el año entrante sea mejor que este. En momentos en que la inversión se recupera, las empresas y los hogares tienen mejores expectativas, las tasas de interés están bajas y el desempleo cede un poco, están dadas las condiciones para que el consumo se recupere. Para los empresarios del sector, es cuestión de tiempo. Por eso están en la tarea de afinar sus estrategias comerciales aún más para contrarrestar los posibles efectos negativos del aumento de impuestos y ganar terreno tan pronto comience la fase de expansión.