Home

Economía

Artículo

El ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, dice que no es posible que el sector privado, que por años pidió negociar acuerdos comerciales para exportar más, ahora le pida al gobierno frenarlos.

EXPORTACIONES

¡Muevan las industrias!

El país está en una carrera acelerada por firmar nuevos TLC, pero preocupa lo que se va a vender en estos mercados. Como casi el 70 por ciento de las exportaciones colombianas corresponde a minería y petróleo, es urgente ampliar la oferta.

14 de julio de 2012

Las exportaciones colombianas en los primeros cinco meses de 2012 superaron los 25.000 millones de dólares. Aunque la cifra representa un crecimiento del 14 por ciento frente a igual periodo del año pasado, esconde una preocupante realidad. Según el Dane, el 67,5 por ciento de las ventas externas del país corresponde a combustibles y minería, mientras que las manufacturas equivalen al 16,4 por ciento. Además, mientras las exportaciones minero-energéticas crecieron 20 por ciento entre enero y mayo de este año, las industriales aumentaron 8 por ciento y las agrícolas cayeron 11 por ciento.

Si bien es cierto que la concentración de las exportaciones colombianas no es un fenómeno nuevo, es muy preocupante que el país dependa cada vez más de la minería y la energía, que no son grandes generadores de empleo, y que la industria y el agro se estanquen. En una década el cambio ha sido radical: en 2002, del total de las ventas colombianas al exterior el 60 por ciento correspondía a productos industriales y el 30 por ciento eran minería y petróleo. Hoy en día, la proporción es completamente inversa. Para el exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, esto es un síntoma de que al país ya está afectado por la enfermedad holandesa.

El tema no deja de inquietar, pues se da en el momento en que Colombia viene en una carrera acelerada por firmar nuevos tratados de libre comercio (TLC). Javier Díaz, presidente de Analdex -gremio exportador-, ha puesto el dedo en la llaga. Afirma que de continuar con los TLC y sin oferta exportable, "vamos a terminar importando, abriendo el mercado y desestimulando la producción interna".

¿Por qué lo que ofrecemos al mundo es tan limitado? Los analistas coinciden en que el nudo está en la industria. Para Díaz, es necesaria una política productiva que se adecúe a la nueva realidad comercial porque de lo contrario no habrá mucho más para vender, aparte de petróleo y carbón. Según los exportadores, si bien el presidente Santos tuvo a bien continuar con la política de transformación productiva que arrancó el anterior gobierno, esta no va a la velocidad que se necesita.

El ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, afirma que no se está descuidando la política industrial y, por el contrario, se está fortaleciendo con el mayor acceso al crédito, con la política de formalización de las empresas y con el programa de transformación productiva que abarca 13 sectores estratégicos. Aunque reconoce que la industria perdió participación en el PIB a partir de 2008 por la crisis mundial y el cierre del mercado venezolano, saca sus cartas para mostrar que no hay desindustrialización: solo en mayo las exportaciones manufactureras crecieron 16 por ciento y la industria aportó alrededor del 22 por ciento de los nuevos puestos de trabajo en 2011. "No puede ser posible que después de que el sector privado venía pidiendo durante años acelerar los acuerdos comerciales para exportar más, ahora nos pidan frenarlos", dice.

La concentración de las exportaciones conlleva otra preocupación. Con la crisis internacional, los precios de los productos básicos se han afectado. A partir de mayo comenzó a verse un cambio en la tendencia. Las ventas de combustibles cayeron 2,4 por ciento; las de carbón, 7 por ciento, y las de café se redujeron 14 por ciento. Para la Asociación Nacional de Industriales (Andi) esto es consecuencia de que el país está sintiendo el impacto de la situación externa que, sumado a los problemas internos como la revaluación del peso, el contrabando y la deficiente infraestructura, hacen que el horizonte industrial sea más difícil.

Hay que ponerle atención al asunto. Como dice el presidente de Anif, Sergio Clavijo, pese a la acelerada política comercial, Colombia es el Nepal de Suramérica, ya que las exportaciones frente al tamaño de su economía son cerca de la mitad comparada con los demás países de América Latina. "Estamos viviendo una falsa ilusión de que somos un portento exportador por cuenta de haber llegado a los 57.000 millones de dólares en 2011", dice. Lo que muestran las cifras es un campanazo. Se requerirán nuevas medidas para aprovechar el cuarto de hora de esta apertura comercial.