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MUSICA MAESTRO

LAS TIENDAS DE DISCOS SE UNIERON A LA TENDENCIA DEL COMERCIO EN GENERAL: GRANDES LOCALES CON NOVEDADES EN SERVICIO Y TECNOLOGIA.

13 de enero de 1997

Si al estrellato de artistas nacionales como Carlos Vives o Shakira se une la apertura económica, que ha permitido la llegada de miles de discos internacionales a Colombia, la mezcla que se obtiene es una inmensa ola de compradores de música que en dos años convirtieron al país en el tercero de América Latina en cuanto a venta de discos, después de Brasil y México.Tanto subió la marea que tenía que llegar la revolución en materia de discotiendas, con 'megaalmacenes' que tienen variedad de títulos de todo tipo de música, nuevas tecnologías, cafetería, sistemas de autoescucha para no tener que pedirle ayuda a nadie, libros y videos musicales, entre otras cosas.La mayor novedad será sin duda la entrada al país del gigante Tower Records, que tiene 172 puntos de venta en Estados Unidos, Europa, Asia y América Latina. La franquicia en Colombia, que además será para Venezuela y Ecuador, la tendrán Prodiscos y el Círculo de Lectores. Su idea es abrir 10 locales en los tres países en los próximos cinco años. En Colombia arrancarán entre marzo y julio del año entrante con uno de 1.000 metros cuadrados, cuya inversión podrá alcanzar los dos millones de dólares, incluida la compra de música. La idea es que haya unas 80.000 referencias entre discos, libros y videos. Sin embargo el problema es que no han encontrado el sitio que más se adapte a las exigencias de los socios y por eso no está definida la fecha de apertura. Pero lo que sí tienen claro es que hay razones para pensar que harán un buen negocio. "Percibimos la demanda por este tipo de almacenes y si no la aprovechábamos nosotros lo hacían otros. Por eso arrancamos con el proyecto hace dos años y hace dos semanas firmamos el contrato", dijo a SEMANA el gerente de Tower Records para Colombia, Michael Maxwell.Y de hecho hubo otros que se dieron cuenta de que las cosas estaban listas para meterse con un 'megaproyecto' y lo hicieron. Se trata de unos inversionistas nacionales, entre ellos el promotor de espectáculos Felipe Olave, el autor de la idea, quien hace un año y medio decidió montar un almacén que revolucionara la venta de música. Se trata de Music Master, que esta semana abrirá sus puertas en Bogotá.Será un local de 800 metros cuadrados, de ellos 450 dedicados a la exhibición de música. La idea es que el local, que exigió una inversión de 400 millones de pesos, tenga de todo: desde una pantalla gigante que da a la calle hasta cafetería, una tarima para hacer presentaciones unplugged, espacio para ruedas de prensa de artistas que visiten el país y salas para escuchar música especializada, entre otras cosas. "El mercado de la música en Colombia es inmenso, pero lo que le faltaba era servicio. De ahí surgió la idea. Ahora queremos conquistar entre el 5 y el 10 por ciento del mercado de Bogotá, que aporta el 37 por ciento del total del país", aseguró Franco Paganessi, el gerente comercial de Music Master.Aparte de estos dos nuevos proyectos, Prodiscos, la discotienda más tradicional del país, que según analistas tiene el 35 por ciento del mercado nacional, también entró en la revolución. En estos dos meses la compañía ha abierto dos nuevos conceptos de almacén: los outlet, que tienen discos de descuento de menor calidad, y los megastore, que son locales de unos 500 metros cuadrados con 30.000 referencias, cuyo énfasis es la música especializada, de buena calidad y mucha variedad.Tantos cambios son, sin duda, parte de un proceso que se tenía que dar en Colombia. Como dice el gerente de Prodiscos, Andrés Montoya, "lo primero fue la llegada de los CD en los 80. Después pasaron unos años para que se diera el auge, que ocurrió entre 1991 y 1994. En esa época hubo una verdadera invasión de tiendas pequeñas. Y ahora lo que viene es lo que está ocurriendo en el comercio en general: grandes espacios donde la gente consiga todo lo que quiere".Y es que nadie duda que a pesar del gran pedazo de torta que aún tienen en Colombia los discos de vinilo y los casetes, el CD ya ganó un espacio, tal como ha ocurrido en el resto del mundo _ver gráfico_. Sin embargo, parece que este año se dará un cambio importante, pues las cifras hasta septiembre muestran que el CD ya llegó al 60 por ciento del mercado, el cual no sólo supera el 52 por ciento del año pasado sino que es lo mismo que tiene en el mundo entero.Lo curioso es que todo ocurra en un año que, a los ojos de muchos, no será muy bueno para la industria discográfica. "Parece que este año va a ser parecido a 1983, que ha sido el más difícil de los últimos tiempos", dijo a SEMANA el presidente de la Asociación de Productores e Industriales Fonográficos de Colombia _Asincol_, Orlando Parra.Lo que ocurre es que desde 1995 la industria se estabilizó al vender 16,2 millones de unidades, de todos los formatos, por un valor de 73.582 millones de pesos. Esas cifras, que en volumen significaron un crecimiento del 5 por ciento, no son despreciables. Sin embargo la industria venía acostumbrada a incrementos en ventas superiores al 10 por ciento desde 1991, y por eso muchos de los empresarios del sector se mostraron extrañados. Para 1996 se espera que el aumento en ventas sea aún menor, aunque falta por ver lo que ocurra en Navidad, que es la época de más ventas en el año para la industria. Pero aun cuando los datos finales no sean buenos se trata de una tendencia que no es exclusiva de Colombia, pues todo parece indicar que el auge en la venta de discos a nivel mundial ya se frenó. Síntomas de esos hay varios: la holandesa PolyGram anunció un recorte de 400 personas en su planta de personal y una muy probable reducción de utilidades. Su rival norteamericana Warner, que este año entró al país, también dijo que recortaría su staff.Los analistas tienen varias explicaciones para lo que está ocurriendo. Por un lado, parece que el proceso de sustitución de discos de vinilo por CD por parte de los consumidores ya está llegando a su final, pues muchos ya completaron su colección. Por otro lado, las tiendas de descuento comenzaron prácticamente a 'regalar' compact discs este año, especialmente en Estados Unidos, lo que ha perjudicado a las grandes cadenas.Tras la depresión en los mercados más tradicionales de la música, que son Europa con el 34 por ciento de las ventas mundiales y Estados Unidos con el 33 por ciento, los grandes sellos y las tiendas como Tower Records han volcado sus ojos hacia Asia y América Latina, que tienen cada una el 5 por ciento.Lo que falta por ver es de qué manera responden países como Colombia a las expectativas de los gigantes, que decidieron mirar hacia el sur con una perspectiva de largo plazo que les permita compensar lo que están perdiendo en el resto del mundo.