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ORDEN EN CASA

Una de las propuestas encaminadas a enderezar el problema fiscal, enunciada por Roberto Gerlein, es el desmonte de la "doble tributación"

17 de enero de 1983

De los miembros del equipo económico del presidente Betancur, quien ha resultado más amigo de los periodistas ha sido Roberto Gerlein Echavarría, ministro de Desarrollo. Con inusitada frecuencia, en comparación a la costumbre que se heredó del gobierno anterior, Gerlein rompe el hermetismo que sus compañeros de gabinete se empeñan en guardar con relación a las medidas del ejecutivo en el campo económico.
Ha reiterado varias veces, por ejemplo, una propuesta en el sentido de desmontar la "doble tributación" que en la actualidad afecta a las sociedades anónimas.
La propuesta es antigua. La enunció por primera vez el candidato Belisario Betancur en la campaña electoral de 1978 y recientemente, en el pasado debate presidencial, la volvió a adoptar como bandera. Implícitamente, cuando Betancur hizo la propuesta criticaba a su oponente de turno, el candidato liberal Alfonso López Michelsen, pues había sido bajo su gobierno, dentro del conjunto de medidas adoptadas en desarrollo de la Reforma Tributaria de 1974, cuando se había decidido implantarla. En ese entonces, se decretó que las sociedades anónimas tributarian una tarifa única e invariable de 40%, mientras que a las limitadas se les señaló la mitad, es decir 20%.
En el actual estado del proceso político, cuando el país encuentra en la situación fiscal uno de sus más profundos problemas, el orden que Betancur desea imponer en las finanzas gubernamentales ha hecho fijar la atención de los legisladores en la "doble tributación".
La actividad económica de las sociedades, desde que se puso en marcha la Reforma del 74, quedó gravada dos veces: en cabeza de los socios y de las empresas. Se considera, de una parte, que las tarifas de 40% y 20% son excesivas, por lo que fomentan la evasión fiscal. Además, se dice que la carga tributaria es exagerada hasta el punto que ha desincentivado la inversión en acciones de las sociedades, mecanismo que durante muchos años fué utilizado para valorizar los recursos de pequeños y medianos ahorradores, a la vez que aseguraba la inyección requerida por las sociedades para su capitalización.
INVERSION EN ACCIONES
La observación del ahorro financiero en el país, efectivamente, muestra una tendencia de largo plazo a la disminución de la participación de las acciones dentro del total. Mientras en 1976 ésta alcanzaba el 8%, el año pasado apenas llegó al 0.4%.
Con base en lo anterior se ha concluído que la doble tributación y la alta rentabilidad que ofrecen otras formas de ahorro del mercado financiero han desincentivado al máximo la inversión directa en las empresas. Sin embargo, las estadísticas correspondientes a un período suficientemente largo permiten concluir que la pérdida de dinamismo en la "colocación" de ahorros en las empresas comenzó mucho antes de adoptarse la doble tributación. Entre 1965 y 19%, por ejemplo, la tasa promedio de participación en el total del ahorro financiero, por parte de las acciones, era de 6.8%. En los cinco años siguientes, con la llegada del sistema UPAC al mercado, fué de solo 1.8%. Luego, en el siguiente quinquenio, cuando se acababa de adoptar la doble tributación, bajó a 1.7%. La hipótesis que surge, entonces, y que han sostenido algunos comentaristas especializados, es que ha sido el desarrollo del sector financiero, con las mejores alternativas de rentabilidad y liquidez introducidas por el sistema UPAC, el que ha golpeado la inversión en acciones, desviando los recursos hacia el mercado financiero.
No han faltado voces, de otra parte que defiendan el sistema de la doble tributación por su incidencia sobre los recaudos de la nación. Según algunos indicadores, el pago de impuestos de las sociedades representa casi la mitad del recaudo del impuesto de renta y patrimonio, y entre una quinta y una cuarta parte de los ingresos tributarios de la nación. De ésta, más de un 80% corresponde a sociedades anónimas.
En los actuales momentos, entonces, cuando el déficit fiscal ha alcanzado niveles que se calculan en los $100.000 millones, el desmonte de la doble tributación podría tener efectos negativos sobre el balance financiero de la gestión oficial.
LA COSA VA EN SERIO
De todas maneras, el gobierno, a través de algunos de sus voceros, ha mostrado inclinaciones hacia la teoría de que la disminución en las tarifas impositivas, al fomentar el pago efectivo de los tributos, reduce la evasión y aumenta los recaudos. Además, el ejecutivo ha tomado medidas que manifiestan la voluntad de estimular activamente el sector empresarial en el campo productivo, como han sido las partidas destinadas a los cafeteros y textileros, las medidas de protección arancelaria, y los mayores subsidios a las exportaciones. El desmonte de la doble tributación cabe dentro de estas concepciones.
De otra parte, se ha creado una comisión que estudia una reforma de fondo en el campo fiscal y se han pedido facultades extraordinarias al Congreso para modificar los trámites legales relativos a la tributación. La segunda emergencia económica, para adoptar por decreto una parte de estas modificaciones, es otra muestra de la intención del presidente Betancur y sus asesores económicos.
Entre tanto, un grupo de parlamentarios ha expresado publicamente su inconformidad por la actitud del Gobierno al realizar las reformas por decreto. Los mismos instrumentos que se utilizaron para adoptar sistemas como el de la doble tributación, se utilizarían ahora para desmontarla.