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PANORAMA SOMBRIO

La situación petrolera pone en peligro el futuro energético del país

9 de enero de 1984

Las positivas expectativas creadas por los yacimientos de carbón del Cerrejón en el campo energético nacional, amenazan convertirse en una fugaz ilusión a la vuelta de unos pocos años, si las condiciones del sector petrolero no mejoran en el corto plazo. Así parecen indicarlo estudios de expertos en el tema que empiezan a lanzar preocupadas voces de alerta al actual gobierno.
El problema principal del momento se sitúa a nivel de la actividad exploradora. La industria petrolera, se caracteriza por tener una larga brecha temporal entre la perforación de pozos y la producción del crudo. En esencia, el volumen de producción del mañana, depende de la intensidad del esfuerzo exploratorio del presente. En este año, según Rodolfo Segovia, presidente de Ecopetrol, la producción ha alcanzado un nivel récord de 164.725 barriles por día. Sin embargo, y en esto se basan los sombríos pronósticos de los expertos, la actividad exploradora ha descendido drásticamente en 1983. Fuentes consultadas por SEMANA indican que la perforación de pozos en lo que va corrido del año, representa apenas el 50% del esfuerzo realizado durante el mismo período de 1982.
De acuerdo con Guillermo Perry, economista de Fedesarrollo, bajo nivel exploratorio podría desembocar en un descenso en la producción de petróleo de tal magnitud, que conseguiría incluso atrapar todas las bondades del Cerrejón. De hecho, los analistas esperan que el precio internacional del crudo vuelva a subir en los próximos años. Si el país se ve abocado, fuertes necesidades de importación en el mediano y largo plazo, los oscuros presagios de Perry parecerían estar bien fundamentados.
En todo caso, Perry es enfático en señalar que "...se están gastando las condiciones que pueden llegar a provocar una nueva crisis petrolera en el país, y en consecuencia, a comprometer las perspectivas cambiarias futuras" (El Tiempo, Nov. 30 de 1983).
Varios factores explican el rotundo descenso de la actividad exploradora en 1983. Para empezar, la búsqueda de nuevos yacimientos ha recaído tradicionalmente en las manos de empresas extranjeras, debido a los altos costos y el elevado riesgo que la actividad implica. De esta forma, Ecopetrol a desarrollado una relación con las compañías extranjeras, en la que, dicho grosso modo, éstas asumen todos los riesgos mientras Ecopetrol entra en escena sólo cuando el petróleo aparece. A cambio, el país se compromete a comprarle a las compañías exploradoras el 40% de su hallazgo al precio internacional. La dificultad del momento, estriba en que aún estos provocativos incentivos no parecen ser suficientes a la luz de los recientes descensos en los precios internacionales del crudo.
Ante esta problemática el país tendría que pensar en desarrollar, a través de Ecopetrol, una actividad de perforación propia. Sin embargo la empresa atraviesa una difícil situación financiera. Según Segovia, el subsidio a las importaciones de petróleo--hoy equivalentes al 25% del consumo doméstico--constituye una de las mayores causas del drenaje económico de Ecopetrol. Por demás, la empresa lleva a cuestas el subsidio del cocinol, el impuesto al Fondo Vial Nacional, aportes a la Electrificadora de Atlántico, e incluso participa en la financiación del proyecto de recuperación del Magdalena Medio. Frente a estas pesadas cargas económicas, las directivas de Ecopetrol no se deciden con facilidad a exponer el escaso capital de la empresa en inversiones tan riesgosas como lo son las realizadas en la exploración de petróleo. De allí que los expertos insistan en que el gobierno tome cartas en el asunto y respalde a Ecopetrol política y económicamente. En este sentido, el futuro energético del país, y por añadidura las perspectivas de la situación cámbiaria, parecen estar sujetas a las decisiones que hoy tome el alto gobierno.
Mientras tanto, el mismo presidente de Ecopetrol se muestra bastante más optimista ante el panorama descrito. Si bien admite la debilidad !financiera de la empresa, Segovia confia en la capacidad del país para atraer un mayor número de empresas extranjeras que se encarguen de la exploración. Aunque no se trata de la alternativa más deseable, él mismo afirma que "no siempre se pueden hacer todos los buenos negocios que uno quisiera sino los que uno puede". Y Ecopetrol, hoy por hoy, no parece poder hacer cosa distinta. La empresa sostiene que las compañías extranjeras están llegando, y que ello va a traducirse en incrementos importantes en el esfuerzo de perforación.
La polémica en cualquier caso sigue en pie, y lo que está sobre el tapete es el papel que debe jugar Ecopetrol en la política energética del país. De mantenerse las condiciones ,actuales, la nación podría verse abocada a importaciones sustanciales de petróleo y dificultades cambiarias.
Pero por otro lado, la eliminación de las cargas y subsidios asumidos por Ecopetrol acarrearía graves problemas sociales e implica un difícil manejo político. -