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Pelea virtual

La multimillonaria apuesta de Microsoft por Yahoo pone de presente otra vez un gran interrogante: ¿cuál es el gran negocio de Internet?

9 de febrero de 2008

El negocio de Internet sigue siendo multimillonario, muy interesante, completamente impredecible y, ante todo, un completo misterio. Así lo dejó claro la propuesta que por 44.600 millones de dólares (aproximadamente la deuda externa colombiana) hizo Microsoft por Yahoo a finales de la semana pasada. Google, que domina más del 75 por ciento del mercado de los buscadores online, puso el grito en el cielo inmediatamente.

Para el usuario común, Yahoo y Google son sitios de Internet: espacios digitales sin un lugar en el mundo físico distinto al de la pantalla del computador. Y lo que define este negocio es que no hay un mercado en la acepción tradicional de la palabra: un sitio único donde se intercambian productos y servicios. Del negocio pueden participar, por ejemplo, un niño haciendo sus tareas en Colombia que busca el nombre de la capital de algún departamento, un inversionista que va tras nuevas opciones de rentabilidad desde Tokio o un par de amigos que logran comunicarse, entre Argentina y Australia, gracias a la maravilla del chat. El mundo del negocio de Internet es de ningún lugar, porque está en todas partes donde haya un computador.

Por eso, pocos logran entender a primera vista las razones que tiene una gran compañía como Microsoft para ofrecer ese suma de dinero por un simple pantallazo de Internet. Y todo se enreda más si quienes actúan en el mercado sólo atinan a hablar de valores como la democratización de la información y el desarrollo del conocimiento.

El vicepresidente de Desarrollo Corporativo de Google, David Drummond, aseguró en su blog, a través del cual se ha canalizado toda la información sobre el tema, que la oferta hostil de Microsoft por Yahoo abre muchos interrogantes. "Esto es mucho más que una simple transacción financiera de una compañía tomando a otra. Esto es sobre preservar los principios fundamentales de Internet: la apertura y la innovación".

El representante de Google le teme a lo que hoy muy pocos se imaginan: un monopolio de Internet. Google, a pesar de tener el 75 por ciento de ese mercado de los buscadores, ha querido llevar la polémica al mundo de los principios. Pero, evidentemente, el asunto no es ese.

Google siente que le están pisando sus terrenos y por eso protesta; porque ve una amenaza en su mercado. Detrás de esto no hay ningún principio distinto. Pero ¿cuáles terrenos le está pisando Microsoft, si Google no tiene más terrenos que sus oficinas en el Sillicon Valley, y todo lo demás es virtual?

Desde el punto de vista del negocio, Google no revolucionó las relaciones humanas ni el pensamiento; revolucionó la manera como los usuarios reciben publicidad y los anunciantes pueden contratarla y controlarla. Es por ahí por donde se mueve la plata.

Cuando alguien realiza una búsqueda en ese portal, los resultados se organizan en dos grandes grupos: uno a la izquierda, que es el resultado natural de la búsqueda, y otro grupo a la derecha de la pantalla del computador, donde quedan los resultados de anunciantes dispuestos a pagar por aparecer allí. Y esa es la tajada que se están peleando ahora Bill Gates y sus colegas de Google.

Lo que venden los buscadores es la posibilidad de que productos y servicios de millones de empresarios se expongan en cualquier lugar del mundo y a la persona indicada: publicidad masiva, dirigida e inteligente, un coctel que los medios tradicionales no ofrecen. El año pasado, los ingresos de Google fueron de 16.000 millones de dólares.

En la práctica, la principal consecuencia de una eventual fusión entre Microsoft y Yahoo sería una mayor oferta para los usuarios. Y, de otra parte, una mayor competencia por la publicidad inteligente, un mercado que está apenas en pañales. En Colombia, la publicidad por Internet no supera el 1 por ciento del mercado. Y en los países más desarrollados, nunca está por encima del 5 por ciento. ¿Cómo será el panorama en unos años, cuando más pauta publicitaria pase a Internet? Esa parece ser la respuesta que tiene clara Microsoft y por lo que hizo esa apuesta que puso a temblar a Google.