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¿Caerá el petróleo a 20 dólares por barril?

Cada vez son peores los pronósticos sobre el precio del petróleo. Después de bajar de los 30 dólares el barril, algunos expertos creen que caerá más profundamente.

16 de enero de 2016

Desde hace varios meses, los analistas de los grandes bancos de inversión se dedican a pronosticar cuánto más caerán los precios del petróleo en el mercado internacional. Los vaticinios de Goldman Sachs hacen temblar a muchos, y aunque algunos los ven muy catastróficos, otros piensan que han sido muy certeros. En septiembre del año pasado ese banco advirtió que el precio del crudo podría llegar a 20 dólares. La información causó gran impacto en ese momento, pues el petróleo rondaba los 50 dólares.

Este año Morgan Stanley respaldó la proyección de 20 dólares, tras considerar el impacto que tendría la desaceleración china, la devaluación del yuan y el fortalecimiento del dólar. Pero no ha sido el único banco que ha revisado a la baja sus pronósticos. También lo han hecho Citigroup, Bank of America, Merril Lynch y el Royal Bank of Scotland. Este último cree que el petróleo podría llegar a l6 dólares y no es el vaticinio más pesimista. El Standard Chartered le pone un piso de 10.

La razón del aumento del pesimismo es que en los últimos meses se han sumado factores que agregan incertidumbre. El mundo está inundado de petróleo y la producción rebasa en casi 3 millones de barriles la demanda mundial de 90 millones diarios. Esto resulta como consecuencia de la puja de los miembros de la Organización de Países Productores de Petróleo (Opep), entre ellos Arabia Saudita, que no quieren perder cuota de mercado frente a Estados Unidos, que se convirtió en uno de los grandes jugadores del sector. El país árabe se niega a buscar consensos que le pongan un piso a las cotizaciones para obligar a Washington a recortar su producción, que llegó a niveles récord de 9,3 millones de barriles diarios, y la semana pasada comenzó a exportar.

Otro factor perturbador es la llegada al mercado de Irán, el eterno rival de Arabia Saudita, tras el levantamiento de las sanciones económicas impuestas por el tema de su programa nuclear. Eso significará la entrada al mercado de por lo menos 700.000 barriles diarios.

A esta puja por la hegemonía petrolera se sumaron en las últimas semanas las noticias sobre la desaceleración de China. Este año su PIB registraría una variación de 6,7 por ciento, lo que llevaría a una menor demanda de petróleo. Estas malas noticias impactaron los precios. En los primeros 15 días del año las cotizaciones se descolgaron más del 15 por ciento y rompieron la barrera de los 30 dólares. El barril de WTI bajó el viernes a 30,74, mientras que el Brent europeo, de referencia para Colombia, cayó a 29,97 dólares. La incertidumbre cundió en los mercados porque el petróleo lleva 18 meses sin recuperarse. A mediados de 2014 las cotizaciones del Brent llegaron a 115 dólares, un descenso de más del 70 por ciento en este periodo.

Los productores están con los pelos de punta. México ha tenido que hacer fuertes recortes en su presupuesto, mientras que Venezuela está con el agua al cuello porque el 96 por ciento de sus ingresos dependen del crudo. Colombia está en una situación crítica porque este año dejará de recibir 23 billones de pesos de renta petrolera. En el caso de las multinacionales la situación no es menos dramática. British Petroleum anunció un recorte de 4.000 puestos de trabajo.

Por fortuna, no falta la visión del vaso medio lleno. Hay quienes dicen que cuando los precios toquen fondo las petroleras no resistirán y frenarán la producción. Esto disminuiría la oferta y conduciría a un alza en el precio. Pero no se sabe cuándo pasará.