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Con una inversión de 4,4 billones de pesos, 100.000 familias vieron su sueño hecho realidad

BIENESTAR

La vivienda, el motor del país

La exitosa política de vivienda permitió que millones de colombianos tuvieran casa propia, y consolidó la construcción de edificaciones como la locomotora más importante de la economía nacional.

10 de diciembre de 2016

Si algo quedó claro en el último reporte del Dane sobre la economía es que la construcción de edificaciones se convirtió en la gran locomotora de Colombia. En lo corrido de este año el PIB de edificaciones creció el 8,1 por ciento, mientras que el PIB total del país solo lo hizo en un 2 por ciento.

Estos resultados positivos son el fruto de la política de vivienda integral desarrollada por el gobierno de Juan Manuel Santos y liderada por el vicepresidente de la república, Germán Vargas Lleras. Esta comenzó en 2012, cuando se aprobó la Ley 1537, que facilita y promueve el desarrollo urbano y el acceso a la vivienda.

La importancia de esta norma radica en que el gobierno comprendió que las dinámicas de las regiones y de las familias eran distintas, no solo a nivel cultural sino adquisitivo, y que se necesitaban cambios estructurales e incentivos para romper las barreras que impedían que las familias pudieran acceder a un techo propio, incluso a pesar de tener subsidios y ayudas del Estado. La norma creó nuevos esquemas de contratación, del manejo de los recursos y del trabajo conjunto entre los sectores público y privado para proteger los ahorros de las personas y garantizar la terminación de los proyectos.

Tras la sanción de la ley, el entonces ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras y su equipo se dieron a la tarea de ponerla en marcha con uno de los programas más ambiciosos que haya hecho el Estado: las 100.000 casas gratis. Para la asignación de las mismas, la ley priorizó a hogares víctimas del desplazamiento, hogares afectados por desastres naturales o en zona de riesgo de los mismos y hogares de la Red Unidos para la Superación de la Pobreza Extrema. Entregaron las primeras viviendas el 11 de febrero de 2013, en Pradera, Valle del Cauca, y desde ese momento comenzaron maratónicas jornadas para lograr el objetivo propuesto; hasta que el 26 de noviembre de 2015 se anunció la terminación de las viviendas en El Salado, Bolívar, y, con una inversión de 4,4 billones de pesos, 100.000 familias vieron su sueño hecho realidad.

Y no solo eso, también se invirtieron alrededor de 855.000 millones de pesos en acompañamiento social y equipamiento. El gobierno concentró sus esfuerzos en la construcción de colegios, bibliotecas, centros de desarrollo infantil, CAI y parques recreo-deportivos que ayudarán a la formación integral de las familias. Además, parte de estos recursos se utilizó para mejorar la convivencia y fortalecer el tejido social y el sentido de pertenencia, en las comunidades beneficiadas.

No hubo espacio para la improvisación y eso se refleja en la transparencia del resultado. El Programa de Viviendas Gratis es tan exitoso que ahora entró en una segunda etapa que busca beneficiar a 30.000 familias más en municipios de categoría 3, 4, 5, 6; eso sin contar que se está convirtiendo en un modelo mundial de crecimiento urbano sostenible.
Ahora bien, la política de vivienda buscó apoyar a diversos segmentos poblacionales, de acuerdo con sus ingresos y capacidades.Para eso se crearon los programas Mi Casa Ya-Ahorradores, Mi Casa Ya-Cuota Inicial y Mi Casa Ya-Subsidio a la Tasa de Interés, a través de los cuales ofrece diferentes modalidades de apoyo económico, permitiendo a miles de familias tener su casa propia.

Los programas de Mi Casa Ya se optimizaron con una innovación tecnológica, que reduce los tiempos en el proceso de estudio y adjudicación de las viviendas y de los subsidios.

El motor de la economía

Las políticas de vivienda implementadas por el gobierno nacional han apalancado inversiones cercanas a los 33 billones de pesos. Se han convertido en el motor económico del país por diferentes motivos, que van desde la generación de empleo, reducción de pobreza multidimensional y disminución del déficit cuantitativo de vivienda, hasta el aumento del dinamismo de la construcción y otros sectores asociados. Es así como entre agosto de 2010 y junio de 2016 se inició la construcción de más de 1,3 millones de viviendas urbanas en el territorio nacional (689.000 VIS y 626.000 no VIS).

La construcción formal ha llegado a regiones donde el mercado era muy pequeño. En Atlántico, por ejemplo, el promedio de las licencias en los últimos cuatro años creció 212 por ciento respecto a los cuatro años anteriores. En otros departamentos como Quindío, Bolívar, Córdoba y Norte de Santander los aumentos fueron de más del 100 por ciento.
Todo este trabajo ha permitido que el déficit de vivienda urbana pasara de 12,5 por ciento en 2005, a 6,8 en 2015.

Las cifras en ventas también muestran esta dinámica favorable. Según Galería Inmobiliaria en año corrido hasta octubre 2015 las viviendas VIP y VIS movilizaron 4,3 billones de pesos, del total que fueron 18,7 billones. Estas se vieron representadas en 61.284 unidades construidas, del total de 109.814. Ahora bien, para octubre de 2016 las viviendas VIS y VIP movilizaron más dinero y más unidades: 5,3 billones de pesos del total que fue 21,2 billones, y esto se representó en 63.858 unidades del total que fueron 114.426.
Para Galería Inmobiliaria, el crecimiento de las ventas en los últimos cinco años tuvo una variación del 49 por ciento. Mientras que en los últimos 12 meses a octubre de 2011 el total fue de 16,8 billones de pesos, en el mismo periodo de 2016 fue de 25 billones de pesos. A esto se le suma que los créditos desembolsados entre enero y septiembre de 2016 fueron 93.026, un 11,3 por ciento mayor a la cifra del mismo periodo del año pasado que fue de 83.581.

Los beneficios de las políticas de vivienda desarrolladas por este gobierno se pueden evidenciar en el empleo generado. Para el trimestre agosto–octubre de 2015 el sector de la construcción contribuyó con 1,3 millones de trabajos directos, mientras las actividades inmobiliarias aportaron 1,7 millones para un total de 3 millones de personas ocupadas. Esta dinámica aumentó en 2016, cuando en el mismo periodo la construcción ayudó con 1,4 millones de empleos directos y las actividades inmobiliarias con 1,8 millones llegando a 3,2 millones de personas ocupadas. Desde 2011 a 2016 se han generado 670.000 nuevos puestos de trabajo.

Pero Vargas Lleras y su equipo no solo pensaron en las familias menos favorecidas, sino en las familias de todos los estratos al tramitar, en 2016, la Ley 1796 de Vivienda Segura que fortalece las normas de construcción y el otorgamiento de licencias para proteger a los compradores. Aquí el gobierno busca que la actividad de la construcción sea sostenible y amigable con el ambiente mediante protocolos que son obligatorios desde 2017.

Todo esto muestra la eficacia de las políticas de vivienda implementadas por el gobierno y su desarrollo, que han aportado tanto a nivel económico como social. De esta manera también se ha reducido la pobreza multidimensional que para 2010 era de un 30,4 por ciento de la población y en 2015 llegó a 20,2 por ciento, mostrando la importancia de estos programas prolongados en el tiempo. De esta forma se cambió la vida de millones de colombianos y se transformó el país.