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¿Por qué el gobierno no quiere bajar la gasolina?

Mientras el precio del petróleo en el mundo cae en picada, los colombianos tendrán que seguir pagando una gasolina costosa. El gobierno explicó qué hará con los excedentes, pero los expertos no le dan la razón.

11 de diciembre de 2008

Los colombianos se quedaron sólo con el contentillo del anuncio el mes anterior de una rebaja de 60 pesos en el precio del galón de la gasolina. La ilusión se acabó con el anuncio de que no habrá más rebajas, aún si el petróleo sigue bajando. ¿La razón? El gobierno pretende destinar los recursos de más que le generará su venta para invertir en infraestructura y en los damnificados del invierno.

Pero si el precio del petróleo cae afuera, ¿por qué no cae el precio de la gasolina aquí? “Muy sencillo, porque acá el gobierno no baja los impuestos, mantiene un precio de referencia del barril de 79 dólares y porque el dólar subió, pero a pesar de eso, pagar un galón de gasolina de pésima calidad, a 7.800 pesos, es un atraco”, dijo a SEMANA el senador Hugo Serrano, que es autoridad en el tema. Según él, la rebaja podría ser perfectamente de 700 a mil pesos por galón.

El gobierno, en cambio, dice que cuando el precio internacional estuvo muy alto, llegando al pico máximo de los 147 dólares por barril, tuvo que subsidiar a los consumidores; ahora, cuando el barril del crudo apenas supera los 40 dólares, tiene que dejar de subsidiarlos e invertir en cuestiones más urgentes. “Regarle a la gente gasolina no supera los problemas estructurales de la pobreza”, dijo esta semana el presidente Uribe.

Para algunos esto no justifica que los consumidores de gasolina tengan que asumir ahora lo que el gobierno pudo resolver cuando ganó mucho dinero por cuenta de las regalías, dividendos e impuestos que van a las arcas de Ecopetrol. Sólo un ejemplo: este año se espera que la compañía deje utilidades por 11 billones de pesos y el gobierno de Uribe ha recibido 60 billones de pesos en transferencias de la petrolera estatal, más que cualquier otro gobierno en la historia. “Lo peor es que no ahorraron, y ahora, que vienen las vacas flacas, y sin plata, pues tendrán que poner más impuestos”, aseguró el senador Serrano.

Y como afirma él mismo, si la mejor manera de conseguir impuestos es a través de la gasolina, no resulta desatinado lo que opinan algunos analistas de que esta medida del gobierno es un impuesto disimulado. “Así puede ganarse un billón 600 mil millones de pesos al año”, dijo Serrano ayer en Caracol Radio.

De hecho, para Álvaro Younes, presidente de la Federación de Distribuidores Minoristas de Combustible (Fedispetrol), lo grave es que el precio actual de la gasolina ya está sobrecargado de impuestos. Además “el consumo de los combustibles va a disminuir y eso hace que no seamos competitivos”, dijo a RCN Radio.

¿Aprovechó entonces el gobierno la emergencia que causó el invierno y la constante necesidad de infraestructura como pretextos para no bajar el precio de la gasolina?

La entrada en recesión de economías como la de Estados Unidos y la China, la posible disminución de producción de petróleo que la Opep determinará para evitar que caiga más el precio del barril y la menor demanda de este recurso energético, incidirán negativamente en las ganancias de Ecopetrol el próximo año, así que el gobierno probablemente no espera unos dividendos similares al los que ya generó en 2008.

Por eso lo que anunció ayer Uribe puede ser interpretada como un salvavidas para la estatal petrolera ante el augurio de un futuro de vacas flacas. Como lo explicó Serrano, “las regiones serán las más afectadas cuando mermen las regalías. Y si no encuentran buenos yacimientos, teniendo en cuenta que hemos fracasado en la exploración en los últimos 27 años, la industria petrolera tendrá enormes dificultades”.