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El ministro de Minas, Amylkar Acosta, en un principio se mostró partidario de reducir el precio del combustible, pero ahora ha dicho que hay que hacer un análisis juicioso de la fórmula. | Foto: Alejandro Acosta

CRISIS

Precio de los combustibles: se prendió la mecha

Llegó la hora de definir cómo se fijará el precio de la gasolina en Colombia. El gobierno insiste en que una rebaja sustancial perjudicaría las finanzas de la Nación, las regiones y Ecopetrol.

12 de octubre de 2013

Desde hace varios días el gobierno y el sector de hidrocarburos estaban a la espera de conocer el fallo de la Corte Constitucional que dejó sin piso la fuente de recursos del Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles. El tema es muy crítico porque de él depende el mecanismo que usará el gobierno para fijar el precio de los combustibles en Colombia. 

 Pues bien, la semana pasada el Alto Tribunal dio a conocer la decisión que ratifica que habrá que buscar cómo financiar en adelante este Fondo, que ha permitido tener un colchón de recursos para suavizar las alzas de la gasolina cuando los precios del petróleo aumentan sustancialmente.

Para resolver este lío el Ministerio de Minas presentará al Congreso un proyecto de ley en el que definirá de dónde saldrá la plata para dicho fondo. La iniciativa se debatiría conjuntamente con otro proyecto que presentó un grupo de senadores liberales que busca disminuir en por lo menos 1.000 pesos el precio del galón de gasolina.

En otras palabras, llegó la hora de abordar uno de los temas más polémicos del país: si el gobierno debe subsidiar la gasolina que consumen los colombianos, teniendo en cuenta que es el cuarto productor de petróleo de América Latina después de Venezuela, Brasil y México, o si se debe cobrar el precio internacional, como opera actualmente. 

La discusión no es fácil porque además de los argumentos económicos,  el tema de  se ha convertido en bandera de grupos políticos como el Partido Liberal. Lo más grave es que están surgiendo propuestas de toda clase. Varios congresistas piden echarle mano al 10 por ciento de las regalías que van para las regiones para compensar una rebaja en los combustibles. 

En medio de esta polémica se encuentra el ministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, la voz cantante sobre el tema. Recién llegado se mostró partidario de reducir el precio del combustible, pero en las últimas semanas ha moderado su discurso y ahora afirma que hay que analizar juiciosamente la fórmula que define el precio porque no solo se deben tener en cuenta las necesidades del país sino la realidad nacional e internacional. 

El debate en el Congreso estará candente. Hay quienes afirman que el gobierno se opone a reducir el precio porque no quiere tocar las finanzas de la Nación, de las regiones ni de Ecopetrol, que son los que reciben mayores recursos. De los cerca de 8.600 pesos que cuesta un galón de gasolina el 52 por ciento se va para Ecopetrol, que refina el combustible; un 25 por ciento corresponde a impuestos y el porcentaje restante se dirige a los productores de biocombustibles, a los distribuidores y a los planes de expansión de la petrolera nacional.

El tema es que al defender los recursos de Ecopetrol también se protegen los de la Nación, su principal accionista y los dividendos que recibe entran a engrosar el presupuesto general. Ecopetrol afirma que los ingresos que recibe por refinar la gasolina apenas cubren los costos y que son inferiores a los de México, Chile o Argentina. 

De hecho, la empresa colombiana recibe 2,65 dólares por cada galón mientras México 2,88 dólares.  Además, Colombia no es el país que cobra los mayores impuestos. Mientras aquí representan el 25 por ciento en otras naciones de América Latina superan el 40 por ciento (Chile, Brasil y Argentina) y en los países europeos varían entre el 50 y el 60 por ciento.

Algunos son partidarios de echar mano de estos impuestos, pues consideran que las regiones no los usan eficientemente. Álvaro Younes, presidente de Fedispetrol, que agrupa a las estaciones minoristas de combustibles, dice que“no es que la leche sea costosa sino que mantener la vaca sale muy caro”, y pone como ejemplo las regiones que pasaron de recibir en impuestos por gasolina 160 pesos a 1.168 pesos pero invierten poco o nada en su malla vial. El Partido Liberal propone disminuir los impuestos a los combustibles, no destinar recursos para planes de expansión de Ecopetrol y eliminar otras arandelas.  

Para el presidente de Anif, Sergio Clavijo, la pregunta de fondo es si esos impuestos se van a sustituir por mayor un IVA o imporrenta y si se va a poner en juego la rentabilidad de Ecopetrol, que no ha terminado la refinería de Cartagena. Recuerda que Colombia está raspando la olla petrolera y que apenas tiene reservas para siete años. 

Ante esas propuestas el gobierno es tajante: si se recortan estos gravámenes los recursos tienen que salir de otro lado. Porque Colombia no se puede dar el lujo de no cobrar impuestos cuando tiene tantas necesidades.