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¿Qué pasará con la planta de Cemex en Antioquia?

La suerte del proyecto de 340 millones de dólares no está despejada. Intermediario del negocio dice que no tiene investigaciones de la Fiscalía y que su actuación se ciñó a lo acordado con Cemex Colombia.

7 de octubre de 2016

En medio del escándalo sobre los pagos millonarios por un proyecto de Cemex, violando los códigos de ética y de buen gobierno de la compañía, ha surgido el interrogante de cuál será la suerte de la planta de cemento que la multinacional mexicana construye en Maceo, Antioquia.

El tema tiene muchos aristas y gran repercusión para una región que veía con grandes expectativas la entrada en operación de la planta. De una parte, están las investigaciones en la Fiscalía General de la Nación, que deberá determinar si hubo irregularidades en los giros por este proyecto y si hay operaciones de lavado de activos o hechos de corrupción.

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Pero, de otro lado, está la suerte de esta planta, clave para la expansión de la compañía y con la cual Cemex aspiraba a competirle en su propio terreno de juego a la cementera antioqueña Argos. La planta sería la segunda más grande de Cemex en el mundo, con una producción de un millón de toneladas al año. En el proyecto se tienen previstas inversiones por 340 millones de dólares y se espera que entre en operación en los primeros meses de 2017.

Sin embargo, tras las investigaciones y teniendo en cuenta que sobre los terrenos donde se construye la planta (alrededor de 422 hectáreas), pesa una medida de extinción de dominio de la Fiscalía, queda la duda sobre qué pasará con las obras y cómo impactará las finanzas de Cemex Latam. Dicha medida está en marcha desde 2012 cuando se descubrió que José Aldemar Moncada, fue uno de los socios de C.I. Calizas y Minerales, empresa que era propietaria de los terrenos donde se construye el proyecto. A Moncada se le acusó de defraudar a la Dian, por recobros por exportaciones falsas de chatarra, y fue asesinado este año.

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Hasta el momento la Fiscalía no ha tomado una decisión definitiva sobre la extinción de dominio de estos terrenos. Por eso la compañía mexicana señala que una decisión adversa tendría un impacto negativo en los resultados de Cemex Latam.

Adicionalmente se afectarían los programas sociales y la generación de empleo. En este proyecto trabajan actualmente cerca de 1.500 personas de manera directa a indirecta. En materia social, se han invertido 7.628 millones de pesos para apoyar escuelas deportivas que benefician a 200 niños y para 140 familias cultivadoras de cacao, teniendo en cuenta que Maceo es el segundo productor de cacao del departamento de Antioquia.

Cemex está a la espera de los resultados de las investigaciones de la Fiscalía y de renovar el contrato de arrendamiento que tiene con la Sociedad de Activos Especiales (SAE), que asciende a un millón de pesos mensuales. Según Cemex Latam este arrendamiento fue suscrito como una solución temporal mientras se resuelve el proceso legal que afecta a C.I. Calizas. El contrato de arrendamiento se firmó en 2013 y está vigente hasta julio de 2018, salvo que se termine anticipadamente por parte de la SAE.

Sin embargo, sobre este contrato, así como sobre el proyecto hay muchos cuestionamientos porque nadie se explica por qué la SAE arrendó por una cifra tan baja (menos de lo que vale el arriendo de un apartamento de clase media) unos terrenos tan extensos.

La versión del intermediario

Mientras se resuelven estos interrogantes, Eugenio Correa Díaz, quien es el intermediario en esta negociación porque recibió el mandato de los socios de C.I. Calizas para vender estos predios, insiste en que la negociación se hizo según lo acordado con Cemex Colombia y con los accionistas.

Sobre las denuncias en torno a una posible relación con José Aldemar Moncada asegura que “no fui ni amigo, ni socio, ni tuve ningún nexo de alguna naturaleza con ese señor". Correa insiste en que si bien Moncada estuvo como socio entre los años 2008 y 2010, cuando no tenía antecedentes judiciales, se desvinculó de C.I. Calizas el 27 de septiembre de 2010, y así está documentado ante las autoridades competentes.

También asegura que la familia Ochoa Restrepo, dueños de las tierras donde se desarrolla el proyecto de Cemex, son ferreteros de Bello (Antioquia) y no han estado vinculadas con actividades ilícitas, como se ha dicho en varios medios de comunicación.

En torno a las supuestas investigaciones que cursan en la Fiscalía en su contra, indicó que fue a esta entidad para comprobar si su nombre estaba vinculado con alguna actividad ilícita. Según el empresario, su nombre no aparece en ninguna investigación pero sí figura un homónimo de 39 años, natural de la costa Atlántica, a lo que atribuye la confusión que se ha creado en los últimos días. Insiste en que tiene toda la documentación que demuestran los anticipos realizados por Cemex Colombia y el destino que se les ha dado a estos recursos.

En todo este escándalo hay diversas versiones sobre los giros hechos a Correa. Cemex dice que le han girado por este negocio 20,5 millones de dólares pero Correa le dijo a Semana que esa cifra no es cierta y que le deben a los accionistas de C.I Calizas cerca de la mitad de los recursos pactados por el negocio que eran de 22,2 millones de dólares.

En la Fiscalía General de la nación reposa una auditoría realizada por la casa matriz de México, en la que pone en conocimiento estos hechos, que llevaron a la salida de tres altos ejecutivos de Cemex Colombia y Cemex Latam Holdings, entre los que estaban el director ejecutivo Carlos Jacks. Es decir, que esta entidad es la que tendrá la última palabra en este proceso y decidirá quién tiene la razón y si hubo o no irregularidades.

Por lo pronto la multinacional renovó a la cúpula directiva de Cemex Colombia y Cemex Latam. El responsable de Cemex Colombia será Ricardo Naya, mientras que el nuevo director de la Cemex Latam será Jaime Muguiro. Antes estos dos cargos estaban en cabeza de Carlos Jacks.