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REACTIVACION

La economía colombiana volverá a crecer en el año 2000. Qué tan grande sea ese crecimiento <BR>dependede la celeridad en la implementación de los ajustes estructurales que necesita el país.

18 de octubre de 1999

Para nadie es un secreto que 1999 ha sido el año más desastroso en términos de crecimiento
en todo el siglo, como lo confirma la contracción del Producto Interno Bruto (PIB) del 6 por ciento durante
el primer semestre. Y las cosas para lo que resta del año no lucen mejor. Hasta los más optimistas aceptan
que habrá una caída del PIB de alrededor de 3 ó 3,5 por ciento, e inclusive algunos vaticinan una reducción de
la economía cercana al 4,5 por ciento.
En lo que también coinciden los expertos es en que lo peor ha pasado. Un selecto grupo de analistas
consultados por SEMANA espera que durante 2000 se presente una leve reactivación de la producción que
permita que Colombia vuelva a ubicarse en el camino del desarrollo sostenido de largo plazo. Con excepción
de Santander Investment, todos ellos proyectan un aumento del PIB por encima de 1,5 por ciento. Y hay
algunos, incluso, que piensan que se podría llegar a incrementos hasta de 3,5 por ciento. En promedio, los
analistas prevén un crecimiento de la economía de 2,3 por ciento.
Para algunos de los expertos consultados la reactivación será generalizada como consecuencia del ciclo
natural en el que se mueven todas las economías del mundo. Según Michael Hood, vicepresidente del banco
norteamericano J.P. Morgan, "nuestro pronóstico para 1999 es de una reducción del PIB de 4,6 por
ciento; en consecuencia, la contribución del crecimiento del próximo año vendrá de procesos cíclicos
normales, en particular de un cambio en el ciclo de inventarios y de una leve recuperación en el consumo
por la disipación de las inseguridades laborales".
Pero la mayoría de los expertos coinciden en que la recuperación estará focalizada en ciertas áreas.
Más específicamente, afirman que el sector responsable de jalonar la actividad productiva durante
2000 será el de exportaciones _tanto tradicionales como no tradicionales_, en particular a Estados
Unidos. Las razones detrás de esta afirmación son dos. La primera tiene que ver con el hecho de que la
devaluación del peso colombiano durante los últimos 18 meses ha permitido colocar la tasa de cambio real
en niveles que hacen que la industria nacional sea competitiva en el exterior. La segunda está relacionada
con la expectativa de recuperación económica en otras naciones y el consecuente incremento en la demanda
por productos nacionales en el resto del mundo.
Pero si bien las exportaciones serán el motor principal de la economía al comenzar el nuevo siglo esto
no implica que sea el único. Los analistas pronostican que, junto con las ventas al exterior, durante el
próximo año crecerán _aunque muy levemente_ el sector agropecuario, los servicios _particularmente
los financieros_ y el consumo.

La barrera superable del ajuste
No obstante el moderado optimismo de los expertos existen ciertos factores que pueden perjudicar
seriamente la situación del aparato productivo durante 2000.
El primero de ellos es la aprobación por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) del crédito que se
negocia actualmente. Lo importante de esta aprobación es que se confirmaría el compromiso del gobierno
de sanear sus descuadernadas finanzas públicas con miras a revertir el insostenible déficit fiscal que aqueja
al país.
El segundo factor que podría atravesársele a la recuperación es que el Congreso no apruebe oportunamente
las reformas estructurales que serán puestas a su consideración en los próximos días en relación con las
finanzas territoriales, la flexibilización del mercado laboral y el presupuesto.
Para Anif la diferencia de escenarios _con y sin ajuste_ es importante. De un crecimiento de 3 por ciento
anual pronosticado bajo el primer escenario se pasaría a un panorama de crecimiento cero, acompañado de
alta inflación, un tipo de cambio inestable y tasas de interés altas. Esto se traduce en que el cambio de
tendencia hacia un crecimiento positivo en 2000 quedaría aplazado para cuando estas reformas
estructurales _que se tienen que llevar a cabo pues la economía colombiana en su estado actual es
insostenible_ finalmente se den.
Pero, aun en el peor de los casos, las perspectivas sobre el desempeño de la economía durante el próximo
año representan a todas luces una mejoría sobre los deplorables resultados de 1999. Inclusive con el retraso
del ajuste estructural la probabilidad de que en 2000 la economía crezca es alta, pues el punto de partida
que dejará como legado este siglo no debe ser difícil de superar. Qué tanto se supere dependerá en buena
medida del Congreso y del FMI.