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El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, confía en que con este recorte se alcanzará la meta fiscal. La cartera a su cargo es la que más pone en esta medida.

MACROECONOMÍA

Las dos caras del apretón presupuestal

El duro recorte de 6 billones de pesos en el presupuesto de 2016 es un paso positivo, pero no sería suficiente ante la magnitud del hueco fiscal. ¿Hay de dónde más recortar?

27 de febrero de 2016

La semana pasada el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, hizo dos anuncios importantes. Uno, relacionado con el recorte del presupuesto para la presente vigencia y otro con las nuevas proyecciones macroeconómicas para 2016. En general las dos decisiones cayeron bien, pues muestran que el gobierno está siendo mucho más realista frente a la coyuntura de caída en los ingresos públicos por el desplome del precio del petróleo. Sin embargo, no despejaron todas las preocupaciones que en materia fiscal tienen los analistas y el mercado.

En cuanto al ajuste presupuestal, el gobierno recortó en 6 billones de pesos los gastos de 2016. Se trata de un monto equivalente al 0,7 por ciento del PIB, con lo cual el presupuesto pasó de 215,9 billones de pesos (25 por ciento del PIB) a 209,9 billones (24,5 por ciento del PIB).

Según el ministro Cárdenas, se aplazan tanto gastos de funcionamiento y de inversión como de servicio de la deuda. Los primeros quedaron recortados en 2,48 billones de pesos; los segundos, es decir, la inversión, en tres billones, y en cuanto al tercero, se contemplan menores pagos por 500.000 millones de pesos, a través de lo que se conoce como operaciones de manejo de deuda interna.

Con respecto a la segunda decisión, el Gobierno revisó sus proyecciones macroeconómicas para 2016. El crecimiento esperado es ahora del 3 por ciento y no del 3,5 como se pensaba en septiembre, cuando se aprobó el presupuesto. El nuevo cálculo para el precio del petróleo Brent es de 35 dólares el barril, y no 50 como se estimó hace cinco meses. Y la nueva proyección de producción de crudo se estima en 921.000 barriles y no en un millón.

De acuerdo con el ministro Cárdenas, el recorte presupuestal asegura cumplir la meta fijada para este año de tener un déficit fiscal del 3,6 por ciento como proporción del PIB. Cabe recordar que mantener la disciplina fiscal es fundamental porque las agencias calificadoras tienen los ojos puestos en ese frente. Ya una de las firmas, Standard & Poor´s, bajó la perspectiva del país a negativa, tras advertir que es imperativo recortar gastos que permitan cumplir los objetivos fiscales.

Pero el apretón que se acaba de hacer podría no ser suficiente para el propósito, de cumplir la meta fiscal. Por lo menos así lo ven algunos analistas. Para el presidente de Anif, Sergio Clavijo, aunque estos supuestos y cifras lucen más ajustados a la realidad, el déficit fiscal sería del 4,3 por ciento este año y del 3,7 por ciento el próximo.

El director de Fedesarrollo, Leonardo Villar, señala que aún con los recortes al presupuesto -algo que ve positivo pero no suficiente-, el déficit fiscal estará por los lados del 4 por ciento. Le preocupa lo que pase partir de 2017. La credibilidad dependerá de cómo se haga el ajuste por el otro lado, es decir, el de los ingresos (reforma tributaria estructural).

El exministro de Hacienda Juan Camilo Restrepo afirma que el gobierno enviaría señales más contundentes y transparentes si habla de recortes y no de aplazamientos en el gasto como dice el ministro Mauricio Cárdenas. “La figura de aplazamiento no es realista, cuando sabemos que son casi nulas las perspectivas de mayores ingresos. Es mejor llamar las cosas por su nombre: recorte”. Por lo demás, Restrepo considera que 6 billones es insuficiente ante un hueco de más de 30 billones de pesos.

En un análisis sobre la decisión, el departamento de investigaciones económicas de Bancolombia afirma que se ha dado un paso en la dirección correcta hacia lograr un ajuste ordenado de la economía colombiana. Sin el ajuste anunciado, el banco tenía un escenario de déficit del 4,3 por ciento del PIB. Ahora, señala que hay más probabilidades de ir cerrando la brecha hacia el objetivo del gobierno.

Pero como dice el exministro de Hacienda Guillermo Perry, no todo el ajuste se puede hacer por la vía del gasto. Es indispensable aumentar los ingresos, es decir, hacer una reforma tributaria que incremente el recaudo. La semana pasada, el presidente Juan Manuel Santos dijo que si es necesario se harán más recortesy volvió a expresar su compromiso con la reforma tributaria para el segundo semestre. “Estamos preparados para hacer los recortes que sean necesarios para cumplir con la regla fiscal que nos autoimpusimos en un acto de responsabilidad”, dijo el jefe del Estado en el evento Empresario del año del diario La República.

Lo cierto es que para elaborar el presupuesto de 2017, el gobierno tendrá que calibrar muy bien los gastos. El monto del presupuesto original de 2014 (aprobado en 2013) era de 199 billones de pesos (luego se adicionó) lo cual muestra, frente a hoy, un gran incremento en los gastos. “Yo dije el año pasado que el presupuesto de 2016 estaba inflado y no se ajustaba a la realidad”, dice ahora el senador por el Centro Democrático Iván Duque, Y la verdad es que la realidad parece darle la razón.