¿Se le atravesará la paz a la tributaria?

La reforma tributaria parece tener el tiempo y la suerte en su contra. Desde que el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, radicó la propuesta el pasado 19 de octubre, varios eventos han dilatado el paso de esta iniciativa por el Congreso.

En primer lugar, las comisiones terceras de Senado y Cámara se demoraron en escoger ponentes. Luego, los congresistas a cargo del proyecto organizaron varios foros en diferentes ciudades del país para discutir el contenido de la propuesta. Posteriormente se reunieron con gremios y empresarios para hablar de los temas más sensibles. Y han encontrado una gran oposición a las principales propuestas del gobierno, lo que sin duda dilatará más la discusión de esta iniciativa en el Parlamento.

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Aunque se ha dicho que las discusiones han sido fructíferas, lo cierto es que van cinco semanas desde que se radicó el proyecto y aún no se tiene el texto de ponencia para arrancar el debate en las comisiones económicas. El gobierno espera que a más tardar el próximo martes se presente dicho texto para iniciar su discusión y aprobación, que no serán nada fáciles si se tiene en cuenta que la reforma contiene más de 300 artículos. ¿A qué hora el Congreso discutirá todas estas propuestas cuando tiene el tiempo en contra ya que las sesiones ordinarias terminan el 16 de diciembre próximo?

Pero los problemas para la tributaria no paran ahí. Con la firma del acuerdo de paz este jueves en el Teatro Colón y el anuncio del gobierno de que la refrendación y posterior implementación del mismo arrancará la próxima semana en el Congreso, el panorama para la tributaria podría complicarse. El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, radicó en el Congreso el acuerdo que tiene 310 páginas.

Esta sería la segunda ocasión en que la paz se le atraviesa al cobro de mayores impuestos. El gobierno solo decidió presentar la reforma tributaria una vez se votó el plebiscito en el país el pasado 2 de octubre. Su intención era no calentar los ánimos de los colombianos con propuestas impopulares como el aumento del IVA del 16 al 19 por ciento, y lograr el respaldo masivo al plebiscito. Pero la jugada no le salió como pensaba porque perdió el plebiscito y ahora la tributaria pende de un hilo por el corto tiempo que tiene para el debate.

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Aunque la discusión de los dos proyectos no tendría por qué cruzarse, todo dependerá de cómo se maneje la agenda de las comisiones terceras y de la plenaria en el legislativo. La reforma tributaria se discutirá por la mañana en comisiones y por la tarde el acuerdo de paz en plenarias, entre martes y jueves de la semana entrante.

Pero también comenzará inmediatamente la implementación del acuerdo y muy seguramente el gobierno arrancará presentando la Ley de Amnistía, que es el proyecto que con mayor urgencia se necesita para poner en práctica los acuerdos con las Farc.

Aunque este es el escenario más probable, en los corredores del Congreso se rumora que el gobierno podría esperar unos días para presentar esta ley, a la espera de la decisión de la Corte Constitucional sobre si se revive o no el procedimiento del fast-track que quedó consignado en el artículo quinto del Acto Legislativo para la paz.

Si el gobierno presenta la Ley de Amnistía, justo después de la refrendación, este proyecto entraría a discutirse en comisiones primeras conjuntas, y simultáneamente la tributaria se discutiría en las plenarias de Senado y Cámara donde se podría demorar al menos dos semanas. Si sale victoriosa de esa ronda de debates, pasaría a conciliación y quedaría aprobada definitivamente antes del 31 de diciembre de este año.

El presidente del senado, Mauricio Lizcano asegura que el Congreso trabajará duro para sacar ambos proyectos adelante y si fuera el caso, aprobarlos ambos la misma semana. Sin embargo, el senador y ponente del Centro Democrático, Iván Duque, considera que la tributaria necesita más tiempo de discusión y que los debates podría alargarse. De esa forma el Congreso no tendría más alternativa que convocar a sesiones extraordinarias.

Como esto es lo que finalmente sucederá, la tributaria se aprobaría, casi raspando, los últimos días de diciembre para que pueda entrar en vigencia a comienzos del año entrante.

El único problema de las extras es para la Ley de Amnistía, que quedaría en el limbo por ser un ley estatutaria que solo puede ser aprobada durante sesiones ordinarias.

Así las cosas, el Congreso tendrá que organizarse y medir muy bien los tiempos si no quiere que alguno de los dos proyectos más importantes para el gobierno termine por caerse.