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El proyecto contempla la posibilidad de extender las preferencias hasta diciembre de 2007, siempre y cuando para el mes de junio el TLC haya sido aprobado por los Congresos de Colombia y Estados Unidos

Comercio exterior

Regalo de Navidad

El Congreso de Estados Unidos radicó un proyecto para extender por seis meses más las preferencias arancelarias a Colombia y Perú. Ahora la pelota quedó en el campo colombiano.

8 de diciembre de 2006

Aunque faltan 15 días para Nochebuena, el Niño Dios ya les adelantó el regalo a los exportadores del país: la extensión de las preferencias arancelarias, más conocidas como Atpdea. Estos beneficios, que les permiten a Colombia y a otros países de la región ingresar cientos de productos al mercado estadounidense sin pagar aranceles, caducan el próximo 31 de diciembre. Por eso el aguinaldo navideño es que quedarán vigentes por unos seis meses más.

En efecto, el jueves de la semana pasada, el Comité de Medios y Árbitros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos radicó un proyecto de ley para extender el Atpdea hasta el 30 de junio de 2007. El proyecto también tiene el apoyo de los líderes de los partidos en el Senado. Los beneficiaros con la medida son Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador. Para estos dos últimos países, sin embargo, se trata de un paño de agua tibia. Y la razón es que ninguno de ellos se trae entre manos un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos que les permita reemplazar esas preferencias temporales y volverlas permanentes.

Otro cuento muy diferente es la extensión del Atpdea para Colombia y Perú. Los gobiernos de ambos países ya firmaron un TLC con los norteamericanos y ahora sólo están a la espera de su aprobación por el Congreso de Estados Unidos. En el caso peruano, el Congreso de ese país ya aprobó el tratado, pero aún falta que lo haga el de Estados Unidos. En el caso colombiano, este trámite todavía falta por surtirse en ambos lados.

La idea es lograr empatar el final del Atpdea con el comienzo del TLC. Y justamente por eso es que el proyecto radicado en la Cámara de Representantes la semana pasada contempla la extensión del Atpdea por otros seis meses más. Según el proyecto, una vez terminado el primer semestre de 2007, las preferencias se podrían extender hasta fin de año, siempre y cuando el TLC ya haya recibido para entonces la bendición por parte de los Congresos de Colombia y Estados Unidos. En otras palabras, amarra la extensión del Atpdea por un año a la aprobación del TLC.

Eso es bueno y es malo. Bueno, porque le tira la pelota a Colombia y deja sin excusas a quienes dicen que el problema está sólo en el Congreso de Estados Unidos. Hace más factible que el Congreso colombiano cumpla con la aprobación del TLC en el primer semestre del año y no se extienda eternamente en los debates. Además, de alguna manera obliga al Congreso gringo a votar el tratado antes de junio 30, porque las condiciones aplican para ambas partes. Había preocupación de que la presentación del TLC al Congreso se dilatara indefinidamente por diferencias entre republicanos y demócratas.

Pero es malo porque pone una enorme presión sobre el gobierno colombiano, que deberá finiquitar en una carrera contrarreloj algunos anexos laborales que aún están pendientes y que son clave para que los demócratas aprueben el tratado.

En definitiva, si no está aprobado el TLC para junio de 2007, no habrá prórroga del Atpdea hasta diciembre del año entrante. Por el momento, la noticia de la ampliación de las preferencias por seis meses más es el mejor regalo de Navidad que le hayan podido dar a los exportadores del país.