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Se abrió el partidor

Esta semana se vence el primer lote de acciones del Banco de Colombia y arranca en firme la competencia entre los que quieren quedarse con el control.

20 de diciembre de 1993

POCOS NEGOCIOS HAN CREADO TANTA expectativa en el país como la privatización del Banco de Colombia. La promoción por parte del Gobierno y del Fondo de Garantías de Instituciones Financieras a través de diversos medios de comunicación ha sido tan grande que ha despertado el interés de casi todos los colombianos.
El pasado miércoles 17 de noviembre se había fijado como fecha límite para la presentación de ofertas de compra del primer lote de acciones. Ese paquete que representa el 17 por ciento del banco está destinado a cumplir con el mandato del artículo 60 de la Constitución que establece que "cuando el Estado enajene su participacion en una empresa, tomará las medidas conducentes a democratizar la titularidad de las acciones, y ofrecera a sus trabajadores, a las organizaciones solidarias y de trabajadores, condiciones especiales para acceder a dicha propiedad accionaria". Finalmente, sin embargo, la fecha se pospuso.
El Presidente de la República había convocado un Consejo de Ministros para el martes 16, la víspera del cierre.
Además de los ministros y demás funcionarios que ordinariamente asisten habían sido citados Juan Guillermo Serna, director del Fogafin; José Elías Melo, superintendente Bancario; Leonor Montoya, presidenta del Banco de Colombia, y Camilo Villaveces, representante de Inverlink, uno de los dos bancos de inversión encargados de la venta. El principal punto en la agenda era la reglamentación de la venta de las acciones correspondientes al lote dos, es decir, la parte destinada al público en general.
En un momento dado el ministro de Comercio Exterior, Juan Manuel Santos, manifestó que se estaba presentando un fenómeno de especulación con el lote uno y que algunos de los trabajadores estaban abusando de su derecho de compra (vendiendo sus derechos a terceros o sirviendo de testaferros a otros inversionistas). El presidente Gaviria ordenó, en consecuencia que, con el propósito de hacer cumplir el verdadero sentido de la Constitución, se reglamentaran las condiciones de adjudicación para que las acciones no quedaran en manos diferentes a las de la personas que contempla la Carta Funda mental.
EL PRIMER LOTE
El decreto que reglamento originalmente la venta del lote uno establece que todas las ofertas tenían que hacer cantidades mínima cinco millones de acciones(155.000 pesos), con un tope de 36.000 millones de acciones (1.116 millones de pesos). Además aquellas personas presentaran ofertas por más de tres millones de pesos -96 millones de acciones tenían derecho a una financiacion máxima del 60 por ciento de ese valor plazo de cinco años. Pero no tenía ni ninguna restriccion adicional.
como resultado del Consejo de Ministros del martes pasado, el Gobierno limitó el monto máximo adquirible a tres veces el patrimonio bruto del oferente y estableció que los adjudicatarios de las acciones del lote uno tendrán que conservarlas durante un período mínimo de dos años, so pena de tener que pagar la diferencia entre el precio de 31 centavos por acción y el que termine siendo el precio máximo de venta del resto de las acciones del banco.
Esa decisión generó malestar entre quienes ya habían cumplido con todas las reglas del juego anteriores. Algunos de ellos sostienen que la oferta de venta era obligatoria para el Gobierno y que mal podía cambiarla después de su expiración. De hecho el nuevo decreto sólo se hizo público en la mañana del jueves, cuando el término de la oferta original había expirado.
Pero los defensores de la tesis jurídica de Fogafin sostienen que el decreto modificatorio no cambió la oferta, sino los criterios de adjudicación del lote.
Independientemente del debate jurídico es un hecho que la limitación en la venta de las acciones durante dos años va a disminuir la liquidez bursátil de la acción durante ese período y puede llegar a hacer más difícil la colocación del lote completo. Si se considera que el valor total de este asciende a 57.000 millones de pesos lo que equivale a 70 millones de dólares y a más de una vez y media lo que se pagó por el Banco del Comercio no parece obvio que se logre colocar exclusivamente entre los trabajadores y las organizaciones solidarias.
Paradójicamente, el factor especulativo y la posibilidad de ganarse unos pesos había convertido a los empleados del banco en una eficiente fuerza de ventas que estaba creando un mercado secundario de factor para sus derechos. Pero eso, en últimas, era inaceptable para Gobierno. De allí que se decidiera expedir un reglamento más estricto para la operación.

EL LOTE DOS
El lote uno representa en la actualidad el 42 por ciento de las acciones del banco. Pero quedará reducido al 17 por ciento cuando se emitan 6.378 billones de acciones nuevas que suscribirá el Gobiérno antes de vender el lote dos. Este último, en consecuencia, constituirá el 83 por ciento de las acciones del banco. Y el Fondo de Garantías se reserva el derecho de quedarse con él si no se coloca por lo menos el 51 por ciento del total de las acciones.
Quienes aspiren a participar en la operación no tendrán que comprar más allá del medio por ciento de las acciones del banco, lo que facilitará el acceso de los inversionistas pequeños, que son los que van a mover la acción en el mercado de capitales. Para el Gobierno hubiera sido más fácil recurrir al esquema de pedir un sobre cerrado por un porcentaje superior al 50 por ciento, como en los casos anteriores. Pero con el propósito de aumentar el acceso a la propiedad de la institucion le solicitó a los bancos asesores diseñar mecanismos de compra a partir del medio por ciento.
La adjudicación se hará en dos etapas o martillos-. por medio de un sofisticado programa de computador elaborado por Finac, una firma colombiana de finanzas, y será auditado por Peat Marwick. Esta última tiene que certificar que el computador no ha sido interferido por nadie, que el programa hace lo que establece el reglamento del martillo y es el diseñado para la adjudicación. El mecanismo es tan complejo que sólo con 30 ofertas que se presenten se generarán algo más de mil millones de combinaciones posibles. Lo interesante, sin embargo, es que a igual precio la probabilidad matemática de adjudicación para un inversionista pequeño será mayor que la de un inversionista grande.
En el primer martillo sólo podrá haber adjudicación si hay una sola oferta que cumpla con los requisitos exigidos. De lo contrario todos aquellos que clasifiquen de acuerdo con el programa de Finac deberán presentarse a una segunda sesión donde pueden hacer tres cosas: aumentar el número de acciones yo el precio por acción ofrecidas, o que darse quietos. En este último caso se correría el riesgo de quedar por fuera si los demás suben el precio.
Los ingresos del Fogafin serán equivalentes al precio que reciba por la venta de acciones más las acciones con que eventualmente se quede, valoradas a 3,1 centavos cada una. La combinación de ofertas que maximice en esos términos los ingresos del Fogafin se queda con la propiedad del banco.

Los INTERESADOS
SEMANA ha podido establecer que existe un número importante de inversionistas, tanto nacionales como extranjeros, interesados en el banco. En el caso de Colombia, todos los grandes grupos económicos están analizando el tema con interés. Incluso el Grupo Santo Domingo y la Organización Ardila Lulle, que tienen perfiles predominantemente industriales, no han descartado la posibilidad de hacerse al control del principal banco del país. Bavaria ya contrató los servicios de una de las principales firmas corredoras de bolsa del país para que analice el tema.
Y aunque para muchos puede parecer políticamente difícil, el grupo de empresas de Luis Carlos Sarmiento podría ser también un aspirante serio. No parecería viable que la Superintendencia Bancaria lo descartara si se presenta al martillo con una oferta ganadora.
De hecho, con la apertura económica y con un sector financiero expuesto a la competencia externa el tema del monopolio bancario no sólo deja de ser relevante, sino que los bancos colombianos tendrán que fortalecerse.Y en términos mundiales, hasta una organización que sumara los bancos de Bogotá incluyendo la absorción del Comercio, de Occidente y de Colombia no sería muy grande.
Fuera de los tres principales grupos, SEMANA pudo establecer que existen otros competidores como los grupos Bolívar y Colpatria, el Banco Andino- que contrató los servicios de asesoría en banca de inversión del Barclay's, el Banco Ganadero- que contrató a Vestcorp Partners- y el grupo Avesco-Diners, que estaría organizando una propuesta conjunta con un banco del Brasil y una compañía alemana.
En cuanto a los internacionales, se han presentado interesados de diferentes países. De México estarían Bancomer, Banca Serfín, Prime Internacional y un grupo de inversionistas liderados por el banco de inversión de Bancrecer.
Igualmente están estudiando una posible inversión el Banco Santander de España, el Hong Kong & Shanghai Bank y el Bank of Boston de Estados Unidos.
De donde no parece haber interés es de Venenzuela, cuyo sector financiero enfrenta una coyuntura difícil de adaptación a las reglas de Basilea, que implicará, según Thomas Charters, presidente de Cititank (Venezuela), un panorama caracterizado por cinco"c": conflicto, competencia, costo, consolidaciones y capitalizaciones.
Queda por ver qué pasa de aquí a la celebración del primer martillo en la tercera semana de enero del año entrante. Hasta ese momento, lo que sí es cierto es que con la expedición del decreto de la semana pasada el Gobierno bajó la bandera de partida de una gran competencia.