Home

Economía

Artículo

MERCADOS

Se rapan el café

El alto precio del grano colombiano está en niveles no vistos en más de una década, pero no todos están contentos. ¿Qué es lo que pasa?

30 de mayo de 2009

El mercado cafetero está alborotado. Por una libra de café colombiano, los compradores internacionales están pagando 2,25 dólares, un precio que no se veía hace más de 10 años.

Esta particular coyuntura tiene a unos muy felices, pero a otros les está dejando un sabor amargo. La razón: como todo en la vida, no hay dicha completa. El excelente precio no ha podido ser disfrutado a plenitud por todos, pues no hay suficiente café para la venta.

La disparada del precio del suave colombiano tiene que ver justamente con la escasez del grano. En el primer trimestre del año, las ventas externas ascendieron a 3,1 millones de sacos, con una disminución del 21 por ciento frente al mismo período del año anterior.

En el mercado, literalmente se están rapando hasta el último grano de café para cumplir compromisos con los clientes. Para consumo interno, incluso, se está importando para dejar la poca producción nacional al mercado externo.

En los círculos del gremio los rumores van y vienen sobre grandes pérdidas en que han incurrido quienes hicieron cuentas alegres y vendieron grano en el mercado de futuros, confiados en que habría una suficiente producción. Para cumplir compromisos con la industria, algunos han tenido que asumir altos costos para conseguir café colombiano. ¿Quiénes? Difícil saberlo. Como dice un exportador de trayectoria, en este negocio todos los jugadores mantienen sus cartas pegadas al pecho y así como nadie hace alarde de sus ganancias, tampoco revela sus pérdidas.

El gerente de la Federación de Cafeteros, Gabriel Silva, dice que han cumplido con sus clientes y el director de Asoexport, Jorge Lozano asegura que ellos también. En este negocio la regla de oro es cumplir.

Pero, algunos exportadores privados le lanzan dardos a la Federación por las proyecciones de producción que hizo. El presidente de la junta directiva de Asoexport, Mauricio Bernal, afirmó que algunos exportadores hicieron compromiso basados en los datos que dio Federacafé. Según ellos, "no haber reconocido  a tiempo la caída en la producción generó una enorme sorpresa tanto en el mercado interno de Colombia así como para los compradores de café colombiano en el extranjero".

Juan Camilo Restrepo, miembro del Comité Nacional de Cafeteros, explica que la Federación no hace proyecciones oficiales. "Para uso interno se hacen estimativos de cosecha, y quien hizo un mal negocio con base en estos estudios no puede responsabilizar a la Federación". Además, el invierno del año pasado se salió de todos los pronósticos y afectó muchísimo la cosecha.

Pero, por otro lado, los cultivadores están sonrientes, especialmente los que en este momento tienen producto para vender. Les están pagando prácticamente el doble del año pasado (900.000 pesos la carga).

¿Cómo estará la cosecha este año? La Federacafé la calcula entre 10 y 11,5 millones de sacos, pero algunos expertos creen que estará por debajo. Lo cierto es que se está lejos de la producción de 2007, año récord con 12,6 millones de sacos.

Entre otras razones, porque el necesario plan para renovar los cafetales que hace varios años emprendió Colombia tiene fuera de producción un poco más de una cuarta parte del área cultivada (hay 260.000 hectáreas en este programa, de 800.000 que forman el parque cafetero del país). Nadie desconoce la importancia de cambiar cafetales viejos por nuevos. Otro asunto es que los inventarios están por el piso (600.000 sacos). Esto obedece a que la demanda de café colombiano ha venido creciendo en el mundo, el consumo interno también y además la industria ha dado un giro al exportar café procesado (ya no sólo verde), que tiene mayor valor agregado, y esto ha contribuido a reducir las reservas del grano.

¿Hasta cuándo durará esta compleja coyuntura de precios altos sin café? Los expertos creen que no por mucho tiempo más. Cuando salga la cosecha grande del segundo semestre, la cotización del grano colombiano bajará y, por lo visto, eso será mejor para que retorne la calma al negocio cafetero.