Home

Economía

Artículo

“subir las tasas FUE UNA MEDIDA INADECUADA, PREMATURA E INCONVENIENTE”

entrevista

“Sí hubo filtración”

Javier Fernández Riva, reconocido economista y polémico analista financiero, habló sin pelos en la lengua sobre las posibles irregularidades en el reciente aumento de tasas de interés.

6 de mayo de 2006

El Banco de la República acaba de elevar su tasa de interés de intervención en 25 puntos básicos, pasando así de 6 a 6,25 por ciento. La medida, que ha despertado todo tipo de críticas en el mundo financiero, es además objeto de una denuncia por parte del analista Javier Fernández Riva, respecto a una posible filtración de información privilegiada. SEMANA habló con él.

SEMANA: Usted siempre ha sido el 'enfant terrible' de los analistas económicos y eso ya no sorprende a nadie. Lo que sí sorprende es su denuncia sobre una posible filtración de la decisión del Emisor de aumentar las tasas. ¿De dónde saca eso?

Javier Fernández Riva: El comportamiento del mercado fue realmente raro en Colombia en los días previos a la decisión del Banco. El dólar subió mucho, en contravía con lo que ocurrió con el resto del mundo, en donde perdió terreno frente a otras monedas. Al mismo tiempo, cayeron en el país los precios de los títulos de deuda pública del gobierno, TES. Eso no tenía por qué haber pasado, sobre todo si se tiene en cuenta que las expectativas sobre tasas de interés eran otras.

SEMANA: En otras palabras, lo que usted dice es que al saber que eso iba a pasar, algunas personas empezaron a vender TES y con esa plata se fueron a comprar dólares...
J.F.R.: Claro, porque si alguien sabe que las tasas van a subir, entonces los precios de los TES van a caer y antes de que eso ocurra los vende y sale a comprar dólares. Y eso fue lo que se observó.

SEMANA: Y eso le hizo pensar que hubo una posible filtración del dato...

J.F.R.: Es que las expectativas del mercado financiero eran otras. La percepción era que este año no iban a subir las tasas, o que iban a subir muy poco, pero a partir del segundo semestre. No había ningún dato de inflación que sugiriera lo contrario. La inflación de abril fue de 0,45 por ciento, apenas una centésima más que la registrada en ese mismo mes del año pasado.

SEMANA: Pero nadie más conocía esa decisión, salvo los cinco codirectores del Emisor y el Ministro de Hacienda...

J.F.R.: La decisión como tal la toma la Junta, pero si alguien por fuera oye previamente a uno de ellos decir que está convencido de que van a subir, pues se aprovecha de eso. Y esto, desde luego, influye en el mercado. En mi opinión, es una filtración.

SEMANA: ¿Hay algún indicio de quién se pudo haber beneficiado con esa información?

J.F.R.: No. Yo no me he puesto a hacer ese tipo de análisis de quiénes fueron los que más vendieron TES o compraron dólares, y tampoco me corresponde.

SEMANA: Más allá de este asunto, ¿qué opina de la medida del Banco de subir las tasas?

J.F.R.: Que fue inadecuada, prematura e inconveniente. No se debió haber tomado hasta que se mostrara por lo menos un cambio en la tendencia de la inflación, que está muy baja. Pero más allá de que fue mala, sembró pesimismo porque envió el mensaje de que los intereses van a seguir subiendo. Nadie va a armar semejante lío para un simple aumento de un cuarto de punto. Es obvio que las tasas van a seguir subiendo.

SEMANA: ¿Estamos acaso ante un cambio de postura del Banco?

J.F.R: Pero claro, se trata de un cambio radical en la política del Emisor. Al subir las tasas, el Banco lo que busca es disminuir la demanda agregada, lo que implica un giro de 180 grados con respecto a lo que venía haciendo antes. Y esto va a tener consecuencias.

SEMANA: ¿De qué tipo?

J.F.R: En mi opinión, las tasas van a subir por lo menos 100 puntos básicos, es decir, un punto porcentual. Incluso es probable que suban 150 ó 200 puntos básicos, en un plazo de 12 a 15 meses. El efecto será una reducción de la demanda y, por ende, del crecimiento económico.

SEMANA: Entonces, ¿cuál es su pronóstico de crecimiento para este año?

J.F.R: 3,3 por ciento.

SEMANA: Eso es muy poco comparado con las proyecciones del resto de analistas. ¿Por qué siempre tan aguafiestas?

J.F.R: En este caso, una de las razones es la decisión del Banco de la República, que va a empezar a frenar la demanda. Pero principalmente porque hemos venido creciendo a punta de dinero barato y de gasto público, lo que no es sostenible.

SEMANA: A comienzos del año todos los analistas pronosticaban una revaluación real del peso y usted fue el único que pronosticó una devaluación del 8 por ciento. Al parecer, va ganando esa apuesta...

J.F.R: Soy un convencido de que el dólar va a seguir subiendo. Mi pronóstico es de 2.450 pesos por dólar a final del año. Hace dos meses parecía un absurdo, pero ahora ya no tanto, ¿verdad?