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Ecopetrol colocó bonos en el mercado de Estados Unidos. Colinversiones se consolidó en el sector energético. Avianca se unió con Taca y Coltabaco-PhilIps Morris compró a Protabaco

INVERSIÓN

Siempre adelante

Muchas empresas colombianas aprovecharon la crisis para crecer.

19 de diciembre de 2009

El multimillonario estadounidense y filántropo Warren Buffet tiene una clave que guía sus inversiones: comprar cuando muchos van en dirección contraria. Todas las grandes adquisiciones de Buffet se han producido en épocas difíciles.

Esa clave parece ser la que siguieron muchas empresas colombianas que este año, en medio de la crisis, le apostaron a crecer y a expandirse. Hubo operaciones grandes, medianas y pequeñas de empresarios que se atrevieron a salir en plena tormenta.

El Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) protagonizó el gran negocio. Colinversiones, compañía del sector energético, en asocio con Inversiones Argos y Bancolombia, adquirió las acciones que Gas Natural tenía en Epsa, la Empresa de Energía del Pacífico. La transacción fue de 2,1 billones de pesos, la más alta del año. Con esta operación, Colinversiones se convierte en un jugador importante en el mercado energético.

Hay un hecho para destacar dentro de las movidas empresariales de 2009. Se trata de la salida de compañías colombianas a la región. Es el caso del Grupo InterBolsa, adquirida por la firma comisionista brasileña Finabank, por 20 millones de dólares.

Lo propio hizo el Grupo Mundial que opera 23 compañías con plantas propias en cinco países. Esta organización adquirió en Brasil la sociedad Newsan Saneamento Ltda., una compañía de tuberías y facilidades para la conducción de aguas.

Las compañías Progel y Gelco, las mayores productoras locales de gelatina del país, adquirieron activos de la multinacional Kraft en Ecuador y Brasil, por 12 millones de dólares, lo que las convirtió en uno de los mayores productos de gelatina del mundo.

Corferias llegó a Perú con una filial, mientras Internexa, una empresa de ISA que ofrece servicios de transmisión de datos por fibra óptica, entró oficialmente al mercado chileno al comprar el 90 por ciento de la compañía Comunicaciones Intermedias, lo que le permitirá conectar las principales ciudades del país austral.

Otras empresas se quedaron en casa y aprovecharon las gangas locales. Colpatria adquirió el programa de Crédito de Codensa y le compró al Citibank la administradora de Pensiones y Cesantías Colfondos.

Harinera del Valle, productora de Pastas La Muñeca, compró la firma Lloreda Grasas, con lo que montó dura competencia a Alianza Team, en mantequillas y aceites.

El sector financiero también se movió este año. El Banco Pichincha de Ecuador regresó a Colombia y adquirió Inversora Pichincha, una compañía de financiamiento comercial que puso en venta la aseguradora AIG. Mientras tanto, la firma JP Morgan ahora es accionistas del Banco Colmena Bcsc, con el 18 por ciento del capital.

El negocio que más ruido generó fue la compra que hizo Coltabaco-Philip Morris de su rival Protabaco por 452 millones de dólares. La transacción todavía está sujeta a autorizaciones de la Superintendencia de Industria y Comercio.

Avianca dio una de las sorpresas empresariales del año cuando se unió con Taca, la aerolínea centroamericana. Las dos compañías se aliaron para crear un holding en la que Avianca quedó con el 67 por ciento de la nueva empresa y Taca con el 33 por ciento. Entre ambas empresas suman una flota de 129 aviones y sirven a 100 destinos, 75 de ellos sólo en Latinoamérica. Es uno de los pocos grupos aeronáuticos que quedan con todas las marcas de aviones en su flota: Airbus, Boeing, Embraer y Fokker.

A estas movidas hay que agregar las millonarias emisiones de bonos dentro y fuera del país que hicieron varias compañías colombianas para aprovechar la liquidez del mercado. Se destaca el caso de Ecopetrol, que recaudó por esta vía en el mercado de Nueva York 1.500 millones de dólares para terminar de financiar su ambicioso plan de inversiones. Como se ve, las empresas colombianas le sacaron provecho a la crisis y, como dice el refrán popular, al mal tiempo le pusieron buena cara.