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TECNOLOGIA AL RESCATE

Colombia es el 'campeón' latinoamericano en robo de vehículos y asaltos a flotas comerciales. <BR>Sin embargo existen sistemas novedosos para atenuar este flagelo.

5 de abril de 1999

Es tal el nivel de inseguridad en las principales capitales del país que a simple vista la
mejor alternativa para evitar el hurto de un vehículo es no tenerlo. Las estadísticas más recientes
confirman que la situación es tan alarmante que hace de Colombia el paraíso de los ladrones de
automóviles y de los asaltantes de vehículos de carga. Tan solo en Bogotá, y hasta septiembre del año
pasado, fueron robados 4.573 carros, de los cuales 55 por ciento fueron 'halados', 39 por ciento
producto de atracos y el 6 por ciento restante resultado del suministro de sustancias tóxicas (comúnmente
escopolamina) a las víctimas..
Según estadísticas nacionales recientes de la Dijin, en 1998 se reportó el robo de 30.126 vehículos
(incluyendo particulares, de servicio público y de carga), o sea un incremento de 3,7 por ciento frente a 1997 y
equivale a 1,5 por ciento del parque automotor del país. Menos del 35 por ciento se encontraban asegurados,
lo cual supone cuantiosas pérdidas para los propietarios del 65 por ciento que no tenía cobertura.
En lo referente a los vehículos de carga y de reparto de mercancías la situación es igual de grave. Estos no
solo son robados sino que en muchos casos son víctimas de piratería terrestre entre ciudades y puertos
o asaltados en sus recorridos urbanos a plena luz del día. Según cálculos de SEMANA basados en cifras
de la Policía Metropolitana de Bogotá, en la capital se produjeron más de 900 asaltos a vehículos de reparto
en 1998, que ocasionaron pérdidas a sus propietarios por más de 600 millones de pesos. Como manifestó el
propietario de una empresa comercializadora, "los vehículos de mi empresa son constantemente asaltados
a plena luz del día en distintos puntos de la ciudad. Gracias a la reducción en el costo de asegurar la
mercancía nuestras pérdidas monetarias se han reducido pero el impacto sicológico negativo en nuestros
conductores es irreversible". Sin duda uno de los factores que minan la competitividad de los productos
colombianos en el exterior es el costo de transporte a los puertos, y un componente considerable es el
aseguramiento de la mercancía o la contratación de flotillas privadas de vigilancia.

No todo está perdido
No solo los delincuentes dedicados al robo y asalto de vehículos se han sofisticado en su modus
operandi. También lo han hecho las empresas dedicadas a prestar servicios de protección para contrarrestar
el flagelo. En Colombia son varias las compañías que se encuentran en el mercado de protección automotriz,
de las cuales merecen destacarse dos por el nivel de sofisticación y efectividad de sus servicios.
La primera es Lo Jack, que cumple en 1999 su quinto año de operaciones en el país. No es sorprendente
que los clientes mayoritarios de esta empresa sean las aseguradoras _con el 70 por ciento de los equipos
instalados hasta la fecha_, que solo en el primer semestre del año pasado desembolsaron más de 220.000
millones de pesos por siniestros automotores.
Las compañías de seguros compran a Lo Jack los 'cazadores', que son dispositivos electrónicos instalados en
lugares secretos de los vehículos _tan secretos que ni los mismos propietarios saben su ubicación_, los
cuales son prestados a sus clientes. El costo del dispositivo es inferior a los gastos en que incurren las
aseguradoras en caso de robo.
Cuando el dueño o conductor de un vehículo que cuenta con el 'cazador' advierte el robo del mismo debe
avisar de inmediato a la central de operaciones de Lo Jack a través de una central de bípers. Tan pronto se
recibe el reporte se da aviso a las unidades de apoyo, que incluyen operarios en motos, camperos e incluso
un helicóptero _para alcanzar lugares remotos o de difícil acceso_. Estas unidades cuentan con dispositivos
que detectan con precisión la señal emitida por el vehículo robado e indican la distancia a la cual se
encuentra y el tiempo que se demoraría el operario en alcanzarlo. La efectividad de este sistema _que la
empresa calcula en 80 por ciento_ se ve reflejada en el récord de recuperaciones que ha logrado. Hasta la
fecha se han recobrado 1.237 carros, sin incluir los casos en que debido a la detección de un vehículo
equipado con el 'cazador' se han encontrado y desmantelado desguazaderos. El valor de las recuperaciones a
la fecha supera los 46.000 millones de pesos.
Otro sistema que parece 'importado del futuro' es el ofrecido por Red Hawk Móvil. Esta empresa, que inició
operaciones en el país hace cuatro meses, ofrece unos dispositivos de posicionamiento global conocidos
como GPS (Global Positioning System), usados también en aviones y barcos. Estos sofisticados
aparatos _que se asemejan a la caja negra de un avión_ cuentan con dos antenas. La primera de ellas recibe
señales emitidas por una red satelital, que son transformadas en una ecuación de tiempo, velocidad y
distancia. La información recibida por el GPS es transmitida por la segunda antena _un módem de
comunicaciones_ a la central de operaciones de Red Hawk, donde las coordenadas son decodificadas,
permitiendo ver en un mapa la ubicación exacta del vehículo _con calles y carreras_ así como la ruta
seguida por el mismo y los tiempos empleados en cada una de sus paradas (ver gráfica). Las posibilidades
ofrecidas por este sistema son ilimitadas. Además del GPS los vehículos son dotados con botones de
pánico, los cuales permiten al conductor avisar de un atraco pero que en el futuro podrán ser empleados para
informar de un fallo mecánico del carro o de una emergencia médica. Adicionalmente Red Hawk tiene la
capacidad de apagar el motor del vehículo cuando éste se sale de la zona preestablecida, y de programar
incluso la velocidad a la cual debe estar desplazándose en el momento de su inmovilización.
Para las empresas transportadoras de valores el sistema ofrecido por Red Hawk puede incluir la
programación de apertura de las escotillas de sus vehículos cuando éstos alcanzan sus destinos por medio
de electroimanes. De esta manera, en caso de atraco, resulta imposible acceder a la mercancía
transportada en el interior del vehículo aun cuando se diera complicidad por parte de sus ocupantes.
Pero quizá la aplicación más interesante del sistema Red Hawk consiste en la posibilidad de monitorear
permanentemente el recorrido de los vehículos de reparto o de los automóviles particulares. Con
monitores instalados en las empresas el usuario puede ver el recorrido que siguen sus choferes y detectar
cualquier irregularidad que se presente. De esta manera es imposible que un conductor engañe a la
empresa en cuanto a sus actividades del día, lo cual representa significativos ahorros de tiempo y
dinero. La acogida que está teniendo este sistema en el país se demuestra en el interés mostrado por las
compañías aseguradoras, que no escatiman esfuerzos para minimizar los costos de los siniestros que deben
cubrir.
Si bien el robo de vehículos no va a desaparecer de la noche a la mañana, esta actividad se verá seriamente
afectada por la aparición de las más recientes tecnologías. Pero su efectividad no depende exclusivamente
de los sofisticados aparatos que emplean, requiere además una estrecha coordinación con las
autoridades policiales y judiciales, así como la colaboración de los ciudadanos, que al comprar repuestos y
vehículos robados legitiman el delito.