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El ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados, dice que todo el mundo se tiene que adaptar al TLC.

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TLC con Estados Unidos, "la tarea no ha terminado"

El acuerdo comercial está listo para entrar en vigencia. Ahora comienza el reto de sacarle el mejor provecho posible. "Tenemos la gran oportunidad para triplicar nuestras exportaciones no tradicionales", dice el ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados, aunque reconoce que aún hay mucho por hacer a partir del momento en que se ponga en marcha.

14 de abril de 2012

Los vientos nunca habían estado tan favorables como hoy para poner en marcha el Tratado de Libre Comercio, TLC, con Estados Unidos. Política y económicamente este es un momento singular para el despegue del acuerdo que se firmó en 2006. La proximidad de las elecciones estadounidenses aceleró el interés del gobier-no del presidente Barack Obama por este tratado, pues, junto con otros, hace parte de la estrategia de recuperación económica y de más empleo, programa bandera de su campaña reeleccionista. Las relaciones políticas entre Washington y Bogotá no podrían estar en mejor momento y han generado un ambiente propicio para que las tareas de implementación del TLC que faltan culminen rápidamente. En el frente económico, Colombia está en su cuarto de hora. Atraviesa por un periodo de auge exportador y de inversión extranjera directa, lo que se potencializará aún más con un TLC. Mientras en otras partes del mundo ven riesgos, en Colombia los inversionistas están viendo oportunidades.

Pero que todo esté a punto para que arranque el acuerdo comercial más importante que ha firmado el país, que cambiará las relaciones económicas con la primera potencia del planeta, no significa que lo que sigue sea un camino de rosas. Ahora vienen los grandes retos de Colombia para aprovechar el TLC. Y esto incluye mejorar las aduanas, ampliar la oferta exportable, reorientar la estrategia de promoción de la inversión, modernizar la diplomacia comercial y, por supuesto, romper el cuello de botella de la pésima infraestructura que tiene el país. El ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados, dice que las tareas distan de terminar.

SEMANA: ¿Todo está listo para la entrada en vigencia del acuerdo?

SERGIO DÍAZ-GRANADOS:
Para la entrada en vigencia hay unas medidas de carácter legislativo y administrativo. Las primeras quedaron cubiertas con lo que se hizo la semana pasada. En las segundas vamos muy avanzados. Es una lista de decretos sobre distintos temas, como el cronograma de desgravación arancelaria y su incorporación al régimen aduanero colombiano; salvaguardias, en especial, en temas agrícolas y textiles; temas sanitarios y fitosanitarios sobre cómo ponernos de acuerdo para que no haya barreras, y la reestructuración del Invima. Ya hemos avanzado mucho, pero el proceso de reglamentación futura en muchos temas seguirá. Realmente las tareas no han terminado, hay mucho por hacer cuando se ponga en marcha el acuerdo.

SEMANA: Hay preocupación por la Aduana, ¿la Dian está preparada para enfrentar lo que se viene?

S.D.G.:
La Dian tiene un reto enorme de contabilizar los contingentes acordados. Ahora, nosotros ya tuvimos una prueba con el tratado de Canadá que entró en vigencia el 15 de agosto del año pasado. Aunque es una economía más pequeña, es muy importante a nivel mundial, y las cosas han funcionado muy bien. No creo que con Estados Unidos sea distinto. Además, Colombia no es precursor en América Latina en el TLC con Estados Unidos. Hemos aprendido mucho de la experiencia de Chile y México.

SEMANA: La mano de obra se está encareciendo en China -lo que les resta competitividad-, ¿ustedes han mirado cómo se puede aprovechar esta coyuntura de cara al TLC con Estados Unidos?

S.D.G.:
Sí, claro. Hemos identificado unos 250 productos en textiles, confecciones, manufactura plástica, alimentos que compra Estados Unidos de China y que sería más competitivo producir y vender desde Colombia. Hemos hecho el análisis para explorar cómo atraer inversión de China para Colombia, que sus plantas se localicen acá, con mejores condiciones laborales, geográficamente más cerca de Estados Unidos. Todo eso se podría aprovechar. En el viaje que hará el presidente Santos a China vamos a buscar interesar a empresas chinas para que miren a Colombia como plataforma. Pero no solo China, también Brasil. Tenemos que aprovechar que hacemos parte del selecto grupo de 18 países que tiene un TLC con Estados Unidos.

SEMANA: ¿Proexport sí está lista para esta nueva fase del comercio? ¿No habrá que replantear su estrategia y hasta mejorar los equipos que tiene?

S.D.G.:
Proexport es una de las entidades más eficientes y reconocidas a nivel mundial en promoción de exportación e inversión. Yo reconozco que nuestra presencia a nivel mundial no es tan grande como la de otros países como Chile o México, somos más o menos como Perú. Yo sí creo que hay que replantearse hacia adelante el lugar donde debe estar, el tamaño de los equipos y el enfoque. No es lo mismo una promoción bajo un ambiente de Atpdea que con un TLC. Tenemos que tener una mayor capacidad, presencia y diversificación y estrategia agresiva. Cuando se aprobó el TLC se venía trabajando en un proyecto interno para tener una división especializada en confección y en moda en Estados Unidos. Se ha venido implementando un equipo que solo se dedique a esto como una nueva estrategia. Porque mire, Estados Unidos compra más de 95.000 millones de dólares al año en productos relacionados con la industria textil, confección y moda en general y Colombia vende menos de 400 millones de dólares a ese mercado. Tenemos que hacer mejoras en los temas sanitarios y fitosanitarios. Hay que tener una diplomacia comercial especializada exclusivamente en esos temas. Ya en Washington estamos asignando personal, por ejemplo, para el tema de carne y acceso sanitario a ese mercado.

SEMANA: Ampliar la presencia en Estados Unidos se vuelve ahora prioridad si se quiere aprovechar el Tratado…

S.D.G.:
Eso es muy cierto. Este año abrimos oficina en California, donde no teníamos presencia a pesar de su enorme tamaño -es como la décima economía del mundo-. Tenemos una persona allá, sé que no es suficiente, pero estamos tratando de enfocarnos en el tema de servicios de software para que comience a buscar oportunidades, pues no podría abarcar todo. No olvidemos que tenemos restricciones fiscales. Quisiéramos tener más oficinas comerciales, mejor gente, pero tengo que trabajar con lo que tengo. Creo que con los ajustes, en adelante tendremos la posibilidad de seguir creciendo prestando un mejor servicio a los empresarios. Proexport tiene un estudio detallado estado por estado de ese país y sobre las regiones colombianas para saber dónde hay oportunidades. Ya hicimos la primera misión de 250 compradores norteamericanos que vino a Colombia y 25 de ellos ya cerraron negocios con empresas colombianas.

SEMANA: Será difícil aprovechar el TLC con tan poca oferta exportable que tiene el país…

S.D.G.:
Ese es el típico tema de qué va primero, si el huevo o la gallina. Yo construyo oferta exportable sin TLC o la hago ya con TLC. En ese camino hemos apostado por tener la arquitectura jurídica para comenzar a impulsar los negocios y se están formando negocios. Las exportaciones mineras crecieron 22 por ciento, pero también las no mineras. Hay sectores que vienen muy dinámicos. Lo que tenemos no es lo óptimo, pero aspiro a mejorar la oferta exportable. Necesitamos orientar a los empresarios colombianos para que aumenten su capacidad exportable.

SEMANA: No se puede perder de vista que hay sectores afectados con el TLC… Habrá que hacer programas para ayudarlos a ajustarse.

S.D.G.:
Todo el mundo se tiene que adaptar. Los tiempos de desgravación para pollo y arroz, que siempre han sido los mas afectados, son suficientes para que se dé una transformación del sector. Perú y Chile han podido exportar lácteos o pollo a Estados Unidos, no creo que seamos inferiores en Colombia. Hay que hacer un trabajo conjunto entre gobierno y empresarios, y hay que pensar en vanguardia y no en retaguardia. Tenemos que concentrarnos en encontrar las fortalezas posibles. Costa Rica, con unas 45.000 hectáreas, exporta más de 400 millones de dólares en piña a Estados Unidos. La desgravación juega a favor nuestro: 18 años es razonable para una política de largo plazo. Habrá recursos del gobierno y de regalías para innovación, tenemos que aprovecharlos bien. Este tiempo tiene que servir para resolver deficiencias como infraestructura. Creo que tenemos la gran oportunidad para triplicar nuestras exportaciones no tradicionales, si aprovechamos este TLC.