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TODOS CONTRA BILL

A pesar del duro fallo de la justicia estadounidense Bill Gates guarda varios ases bajo la manga.

13 de diciembre de 1999

El mundo entero se sacudió hace dos semanas cuando el juez Thomas Penfield Jackson
emitió su fallo antimonopolio contra Microsoft. Y el tema no era de poca monta: 150 millones de personas en
todo el mundo prenden su computador y ven el logotipo de la empresa centellear frente a sus ojos. Por
supuesto, Colombia no es la excepción. A pesar de la crisis las ventas de Microsoft crecieron en el país en 44
por ciento este año.Lo que todo el mundo en el planeta se pregunta es cuáles serán las consecuencias de este
episodio para los usuarios. Y la respuesta parece ser bastante simple: muy pocas. En primer lugar, porque
es probable que haya un acuerdo entre la empresa y el gobierno antes de que se presenten consecuencias
legales concretas. Además el proceso de apelación del fallo demoraría cerca de dos años. Y si al final de
todo ese proceso el gobierno queda facultado para tomar medidas contra la empresa, éstas tampoco los
afectarían. A pesar del entusiasmo por parte de los detractores de Microsoft la semana pasada Bill Gates
parece tener más vidas que un gato.Esto se debe a que las alternativas que ofrece la ley antimonopolio
tendrían un efecto limitado. La primera, y más obvia, sería la de dividir a la empresa, como se hizo con AT&T
hace varios años. El problema es que Microsoft no es una empresa tradicional, con activos conformados por
maquinaria o infraestructura. El valor de Microsoft está en su capital humano, y el principal de ellos se llama
Bill Gates. Como el gobierno no puede dividirlo o clonarlo, con seguridad en el mediano plazo la empresa
en la que permanezca Gates devorará a las demás. La segunda sería obligar a Microsoft a entregar los
códigos de interfaz de Windows como un bien público, de tal manera que cualquier empresa pudiera
producir su propia versión. El problema es que los programas de computador ya son lo bastante complicados
para que haya cientos de versiones diferentes circulando por ahí. Lo más probable es que Microsoft siga
siendo el rey en esas circunstancias porque con su capital humano y capacidad de innovación intactas
tendría ventaja sobre las demás. La última, y quizás la más probable de todas, sería tratar de obligar a
Microsoft a 'portarse bien', evitando que Windows incluya el navegador Explorer y regulando su relación con
los productores de PC. Algo fácil de decir pero muy difícil de hacer, básicamente porque la velocidad con
la que evoluciona la industria de la computación haría que las normas se hicieran obsoletas más rápido de lo
que pueden ser redactadas.Entonces, ¿qué se puede hacer? Una vez más la respuesta es: muy poco. Y la
razón es que se está tratando de aplicar una ley antimonopolio de 1896 a una empresa montada en el bus del
próximo milenio. ¡Click!Lo más curioso de todo esto es que Gates ya se había adelantado a todo esto. Y por
ello, a pesar de que Microsoft es la empresa más valiosa del mundo, decidió hace dos meses hacer borrón y
cuenta nueva y reinventarla por completo. Microsoft ya no se va a encargar de hacer paquetes de software,
como Windows u Office, y venderlos. Por el contrario, está en el proceso de convertirse en una empresa de
servicios. Tal cual. Lo que se busca es facilitarle la vida a la gente para trabajar o divertirse en cualquier
lugar del mundo y a través de cualquier aparato. Gates está convencido de que en poco tiempo todos los
equipos, como el computador personal, el teléfono celular, el televisor, la lavadora, el carro y hasta el reloj
de pulsera, hablarán un mismo idioma, conectados en forma inalámbrica a través de Internet. Cada persona
tendrá un tablero digital personalizado, que lo acompañará a todas partes, en todos los aparatos que posea.
Desde allí controlará toda su vida, recibirá las noticias que le interesan, las cifras al día de su competencia y
de su propia empresa, sus planes de vacaciones, lo que hizo su hijo en el colegio hoy, etc. Y podrá
comunicarse con sus colegas de trabajo en forma digital y hacer reuniones sin paredes en tiempo real. Todo
ello programado a gusto del usuario y administrado por Microsoft.En un futuro cercano el ruido dentro de
Internet será tan abrumador que encontrar lo que se busca será toda una odisea. Y Bill Gates está
convencido de que la misión de su empresa será la de prestarle a la gente el servicio de organizar la vida
para maximizar el rendimiento en el trabajo y al mismo tiempo darle mucho tiempo libre para hacer otra
cosa.Lo anterior no es posible si los programas no se vuelven más sofisticados y a la vez fáciles de usar. Y
la única forma de lograr ambas cosas es que sean inteligentes. De allí que Microsoft esté apostando todas
sus cartas a desarrollar la inteligencia digital. Para los expertos en investigación de Microsoft su tarea estará
terminada el día en que el computador entienda la diferencia entre cuándo le están hablando en serio y cuándo
en chiste. Y que además se ría solamente de los chistes buenos. Tal vez por eso el que ríe de último...