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UN RESPIRO A LOS BANCOS

La liberación de dos puntos de encaje le da al sistema bancario recursos urgentemente necesitados

1 de octubre de 1984

Como una medida "favorable para el sector, pero no suficiente" fue calificada la resolución adoptada por la Junta Monetaria el pasado miércoles en la noche, la cual puso a "producir" cerca de veinticuatro mil millones de pesos de un total de cien mil, que los bancos comerciales tienen congelados en el Banco de la República debido a disposiciones sobre el encaje. Las dificultades por las que todavía atraviesa el sector financiero dos años después de estallar la crisis del Banco Nacional, siguen patentes y, la relativa escasez de dinero en la economía ha entorpecido el proceso de recuperación de las entidades de crédito.
Para corregir en parte semejante situación, fue que se promulgaron las resoluciones 60 y 61 de la Junta Monetaria comandada por el ministro de Hacienda. En concreto, éstas reducen del 45% al 43% el encaje legal de los establecimientos bancarios (proporción de depósitos que debe consignarse en el banco emisor) sobre cuentas a la vista y de menos de 30 días, lo cual le devuelve al sector unos 5 mil 200 millones de pesos en efectivo.
Además, unos 19 mil millones (7 puntos del encaje) serán invertidos en "Títulos de Capitalización Financiera", con destino al fondo de democratización de la banca. Tales papeles de inversión darán una rentabilidad del 18% anual, trimestre anticipado, generándole a los bancos recursos importantes.
Indudablemente, las medidas tomadas van a mejorar la precaria situación de buena parte del sistema bancario. Como se ha comentado en los medios de comunicación, el dinero disponible en la economía se ha reducido debido a la caída en las reservas internacionales y a la existencia de papeles de inversión oficiales que compiten con el sector privado por recursos escasos.
Ello, por su parte, ha incidido en el nivel de las tasas de interés que, pese a la baja en la inflación, se han mantenido muy altas. "Los intereses tienen piso, pero no techo", comentó Jorge Guzmán Moreno, presidente de ANIF, al hacer referencia al hecho de que son los papeles del gobierno los que, a la hora de la verdad, fijan el rendimiento mínimo en el mercado, el cual debe ser superado por los bancos a la hora de captar dinero. En último término, tal situación se traduce en la demanda de crédito que ha estado muy por debajo de lo esperado, agravada por la recesión económica que ha limitado a las empresas a pedir crédito sólo para las operaciones estrictamente necesarias.
Por lo tanto, la disminución de dos puntos en el encaje, busca aumentar la liquidez de las instituciones bancarias, al tiempo que les permite usar recursos que les pertenecen y no les cuestan nada. Con todo, los gremios del sector alegan que lo hecho no es suficiente. Desde hace meses, ANIF ha insistido en que el encaje debe ser bajado a niveles cercanos al 35% si se quieren inyectar los fondos que aseguren la recuperación del sistema. La propuesta cuenta con enemigos en el seno del gobierno, pues se afirma que de llevarse a cabo se produciría una expansión monetaria por este sentido, al tiempo que la administración está emitiendo profusamente, lo cual, combinado, generaría alzas en los precios.
Dentro de las decisiones de la Junta Monetaria, la que más extrañeza causó tuvo que ver con la inversión obligatoria del encaje con destino a financiar el fondo de democratización de la banca. Por una parte, en medios bancarios se creía que la inversión se iba a llevar a cabo en Títulos de Ahorro Nacional para financiar la deuda pública, medida que, además de ser más rentable, hubiera sido más lógica a la luz de la coyuntura fiscal que vive el país. Por otra, varios especialistas consideran que el fondo de democratización ha resultado inoperante y, a menos que haya una sorpresa por delante, no se ve la razón de fortalecer al fondo porque sí, y tener que asumir el costo de los intereses, el cual puede llegar a los mil 500 millones al año. No obstante, se alabó la flexibilización en los requisitos para hacer uso del fondo y la introducción de nuevas figuras que le pueden poner a funciones después de tanto tiempo.
Lo sucedido tiene especial relevancia debido a las dificultades políticas que a última hora le han surgido a los proyectos de alivio fiscal en el Congreso. Igualmente, la negativa del ministro de Hacienda a bajar las tasas de interés por decreto indica que esa labor se deja en manos del mercado, por temor a que se aumente la fuga de capitales de corto plazo al exterior para aprovechar el ritmo de devaluación. Sin embargo, no se sabe cómo se pueden logral las metas de baja en la tasa de interés, revitalización del sector financiero y financiación del déficit fiscal con medidas como las adoptadas el miércoles anterior. Si bien lo hecho por la Junta Monetaria fue alabado, se considera como paños de agua tibia para un hematoma que requiere algo del nivel de una intervención quirúrgica.--