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La Agencia del gobierno de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) ha financiado programas y proyectos para promover el crecimiento en los territorios más vulnerables del país. | Foto: Archivo particular

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Proyectos económicos para la paz

Este jueves 29 de septiembre la Usaid presentó en Popayán dos proyectos que se podrían convertir en referente para reconstruir las economías de los territorios colombianos azotados por el conflicto y los cultivos ilegales

30 de septiembre de 2016

Miembros del gobierno y analistas afirman que la principal manera de consolidar la paz en los territorios aislados, deprimidos y que han sido afectados por la guerra y por las economías ilegales, es promoviendo el crecimiento económico. Sin embargo, para llevar a cabo esto, el Estado colombiano requiere grandes sumas de dinero que no tiene. Por eso la colaboración de la comunidad internacional adquiere un papel protagónico, quien puede aportar parte de esos recursos faltantes.

Es así como desde hace varios años la Agencia del gobierno de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) ha financiado programas y proyectos para promover el crecimiento en los territorios más vulnerables del país. Y los resultados comienzan a verse. Este jueves 29 de septiembre, en Popayán, Peter Natiello, Director de USAID/Colombia; Kevin Whitaker, Embajador de Estados Unidos en Colombia; y Virgilio Barco, Director de Acumen América Latina, inauguraron la nueva planta de producción de chocolate de Cacao de Colombia. Empresa dedicada a fabricar chocolate premium y que ha revolucionado el mercado de este grano al fomentar el cultivo de cacao en lugares afectados por el conflicto, brindándoles a los cultivadores asistencia técnica, capacitación en prácticas agrícolas sostenibles y garantizándoles un precio justo.

Gracias a este modelo de negocio, Cacao de Colombia se convirtió en la primera compañía colombiana en recibir recursos de Invirtiendo para la paz, iniciativa creada por Usaid y Acumen (fondo de impacto social que invierte en empresas que desarrollan modelos de negocio para combatir la pobreza), que busca promover la inversión privada y la creación de oportunidades económicas en las zonas rurales de Colombia afectadas por el conflicto.

Con los recursos obtenidos, Cacao de Colombia construyó su nueva planta de producción y ha fomentado el acceso al mercado de cerca de 1.200 pequeños productores de Tumaco (Nariño), Arauca (Arauca), y la Sierra Nevada (Magdalena) con la comercialización de granos de cacao de primera calidad.

El fondo “Invirtiendo para la paz” no es la única estrategia en la que trabaja la Usaid para promover el desarrollo económico de los territorios más deprimidos del país. Hacia el mediodía de este jueves, el embajador de Estados Unidos, Fernando Pineda Otálora, Vicepresidente Comercial de Banca Pyme y Personas del Banco de Bogotá, y Leonor Melo, presidenta del Banco Mundo Mujer firmaron una alianza para que habitantes de municipios afectados por el conflicto puedan acceder a mejores servicios financieros.

La alianza no solo busca acercar los territorios rurales a los servicios financieros, sino apoyar al sector bancario formal para que presten sus servicios en estos lugares con el objetivo de ampliar su presencia territorial, aumentar sus clientes e incrementar su rentabilidad. En este sentido, Usaid ofrecerá asistencia técnica a los bancos que hacen parte de esta iniciativa para fortalecer su capacidad de ofrecer servicios financieros que sean más adecuados a las realidades de las poblaciones de estos territorios.

Al respecto Melo expresó “este convenio es una gran oportunidad para nosotros, porque le da acceso a crédito a esos emprendedores con gran potencial pero, que por falta de una garantía, no pueden obtener grandes montos de dinero que les permita crecer y desarrollar sus unidades productivas, y así participar en el crecimiento de sus comunidades”

Tanto con el fondo Invirtiendo para la Paz, como con la alianza con los bancos Bogotá y Mundo Mujer, el gobierno estadounidense, a través de la Usaid, se compromete a promover iniciativas que generen crecimiento económico en las zonas más afectadas por el conflicto armado y sienten las bases de una paz duradera.