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Una mujer carga su compra en un mercado de Caracas. | Foto: AFP / Leo Ramírez, archivo

MUNDO

Venezuela: cuando no se puede mercar

El vecino país vive la escasez de bienes más crítica de los últimos cuatro años.

25 de enero de 2013

"¡Aleluya, aleluya!", canta el nieto de Miriam Villae cuando su abuela mete en el carrito de la compra dos paquetes de harina de maíz. La dificultad para encontrar éste y otros productos básicos lleva a los venezolanos a salir a la 'caza' de alimentos, un fenómeno que alcanzó su mayor nivel en cuatro años en la regulada e importadora economía del país.

"La harina de trigo tiene tiempo que no viene, hoy encontré harina de maíz y aceite, pero azúcar tampoco hay. Yo vengo todos los días a 'cazar' si llega pollo, porque acá lo venden (a precio) regulado en 15 bolívares (3,48 dólares al cambio oficial)", cuenta Villae, de 62 años, que hace la compra con su nieto de unos diez años en un supermercado del este de Caracas.

"¿Hay mantequilla?, ¿hay mantequilla?", pregunta otra señora junto a Villae, mientras ambas empujan sus carritos por los pasillos y esquivan las largas colas que se formaron luego de que se corriera la voz de la llegada de aceite, arroz y la preciada harina de maíz, con la que los venezolanos preparan sus típicas arepas y empanadas.

En Venezuela, algunos productos básicos -cuyos precios se encuentran en muchos casos regulados desde 2003- escasean de forma cíclica, pero según el último informe del Banco Central (BCV) el indicador de escasez de bienes alcanzó en diciembre de 2012 un 16,3%, la mayor cifra de los últimos cuatro años.

En algunos supermercados y panaderías restringen incluso la cantidad de productos básicos que puede comprar cada persona y algunos restaurantes caraqueños ofrecen cartas reducidas a sus clientes, comprobó la AFP.

"Siempre enero es un mes complicado, porque las distribuidoras se van de vacaciones en diciembre, pero ya para mediados de mes normalmente los inventarios han sido repuestos y esta vez no", explica Edgar Parra, encargado de otro supermercado de la capital, donde unos pocos clientes se pasean por pasillos semivacíos.

El gobierno, que lanzó a principios de año un plan para evitar el desabastecimiento y la escasez, sostiene que el aumento del consumo, junto con el acaparamiento y la especulación por parte de productores y comerciantes son las causas de los anaqueles vacíos.

Según el ejecutivo, el sector privado busca con estas maniobras un aumento de los precios regulados y una devaluación del tipo de cambio oficial, que rige en el país desde hace una década.

"Han propuesto que se liberen los precios de los productos, que se acabe el control de cambio, que se privaticen las empresas públicas", criticó recientemente el vicepresidente, Nicolás Maduro, en alusión a las propuestas de la patronal Fedecámaras, defendiendo los controles y las expropiaciones adelantadas en el sector alimentario por el ejecutivo.

El gobierno ha acusado además a algunos sectores opositores de estar acaparando productos para "desestabilizar" el país durante la ausencia del presidente Hugo Chávez, enfermo en Cuba desde hace mes y medio y cuyo regreso para asumir su nuevo mandato 2013-2019 todavía es una incógnita.

"Obvio que la economía venezolana está llena de acaparadores y especuladores. Son hijos de los controles y la hostilidad", escribió este viernes en su cuenta de Twitter el presidente de la firma Datanálisis, Luis Vicente León.

"El problema real es q no hay suficientes productos para cubrir la demanda", agregó este analista.

Para Roberto León, presidente de ANAUCO, asociación de defensa al consumidor, el problema tiene múltiples causas como la alta dependencia de las importaciones, en un país donde se compra al exterior la mayoría de alimentos que se consumen.

"La producción nacional se ha ido a pique y predomina la importación de alimentos, además la economía está a la espera de una devaluación de la moneda, que se hace necesaria para que los empresarios repongan inventarios, y también hay muchas trabas y procesos burocráticos", explicó Roberto León.

"Las políticas públicas deben variar para que la producción nacional tenga incentivos y haya una mayor oferta, porque eso a la vez combatiría al especulador y al acaparador, que no tendrían espacio en la economía venezolana", añadió.