Home

Economía

Artículo

VIENTO EN POPA

Palos de Moguer y su cerveza Colón planean conquistar los paladares de los colombianos con una fórmula diferente.

18 de enero de 1999

En Colombia el negocio de la cerveza siempre ha sido de grandes ligas. El Grupo Bavaria no solo es uno de los 15 mayores productores de cerveza del mundo sino que además logró construir un verdadero imperio empresarial a partir de esta bebida. Para entrar a competir con Bavaria la Organización Ardila Lülle invirtió másde 600 millones de dólares para montar la planta de Leona. Y el único experimento a menor escala, el de la Cervecería Ancla, fracasó tras poco tiempo de operación. Sin embargo Berny Silberwasser, un caleño de solo 25 años, ha logrado desarrollar en el país un modelo alterno de cervecería que pronto podría estar robando participación a los grandes del negocio en el segmento más alto del mercado.
Hace cuatro años Silberwasser, quien estudiaba en la Universidad Icesi de Cali, se fue a pasar vacaciones a Estados Unidos. En su paso por San Francisco se percató de la proliferación de bares que en vez de ofrecer cerveza de las marcas tradicionales producían y vendían su propio producto. Entonces se le ocurrió que en Colombia podría existir un mercado para ese tipo de bares y comenzó a investigar la viabilidad del negocio. Lo primero que hizo fue consultar revistas especializadas en las que encontró que las llamadas microcervecerías constituían uno de los segmentos de más rápido crecimiento en el mercado de bebidas alcohólicas de Estados Unidos. En ese país, en los últimos 13 años el número de compañías de este tipo se ha multiplicado, pasando de un total de 21 a más de 420. Entusiasmado con el potencial del negocio Silberwasser contactó a un amigo suyo para que le consiguiera un lugar en Estados Unidos donde pudiera aprender todo lo relacionado con la producción y comercialización de cerveza a pequeña escala.
Es así como después de graduarse de la universidad consiguió una pasantía de cuatro meses en la Atlanta Brewing Company, en donde estuvo cuatro meses aprendiendo de primera mano los pormenores del negocio. En este viaje Silberwasser hizo los primeros contactos con distribuidores de materias primas, ya que en sus primeras averiguaciones en Colombia había encontrado que, "era prácticamente imposible conseguir malta en el país debido a que su producción y distribución estaba virtualmente monopolizada por los grandes cerveceros". Durante ese tiempo, y a su regreso a Colombia, trabajó en un plan de negocios que utilizaría para venderle la idea a posibles socios ya que no tenía el capital que se requería para hacer este tipo de inversión.
Los primeros contactos fueron exitosos y rápidamente consiguió que un grupo de inversionistas apoyara su idea. La nueva compañía se llamaría Casa Cervecera Palos de Moguer y la cerveza llevaría el nombre de Colón. Estas marcas se concibieron desde un principio pensando en que fueran atractivas en toda América Latina ya que los nuevos empresarios no querían limitar el negocio a Colombia. Es así como sus socios le entregaron 400.000 dólares para la construcción de un primer bar y le aseguraron que en la medida en que los resultados fueran positivos aportarían más recursos en el futuro. La siguiente tarea fue conseguir un maestro cervecero que pudiera elaborar diferentes tipos de cerveza y garantizar su calidad, el cual se trajo de Estados Unidos.
El primer bar se abrió en Cali en noviembre de 1997 y ofrecía tres variedades de cervezas: una rubia, una roja y una negra, todas del tipo ale. El arranque no fue fácil ya que tuvieron problemas para importar la materia prima y aunque el sitio atrajo a mucha gente la cerveza no satisfacía plenamente ni a sus dueños ni a la clientela, la cual no estaba acostumbrada al sabor de cervezas más fuertes que las que tradicionalmente se han consumido en Colombia.
Sin embargo, después de algunos ajustes en el proceso de producción _incluida la consecución de un nuevo maestro cervecero también norteamericano_, las ventas comenzaron a despegar y la empresa decidió abrir un nuevo bar en Bogotá con su propia infraestructura de producción. Hoy ofrecen cinco tipos de cerveza para todos los gustos, incluidas algunas más suaves como la rubia y la light, y otras más fuertes como la roja y la negra, todas a un precio de alrededor de 3.000 pesos por unidad.

El futuro
Por ahora sus dueños se han concentrado en los negocios de Cali y Bogotá con el objetivo principal de estandarizar sus productos para poder replicar el concepto en otras ciudades de Colombia y el exterior. Entre sus planes de corto plazo está distribuir cerveza en barril para los restaurantes y bares más exclusivos de Cali y Bogotá. En junio piensan abrir un tercer bar en la ciudad de Medellín y para finales de ese mismo año dos locales adicionales en Barranquilla y Cartagena. Finalmente en el transcurso del año 2000 abrirán sus primeros dos locales fuera de Colombia, probablemente en Caracas y Quito. Sin embargo el plan de expansión no para ahí, pues Silberwasser tiene una oferta de unos empresarios chilenos que quieren comprar la franquicia para Chile y la Argentina. De cualquier manera, así sea por franquicia o directamente, la idea es que en pocos años la Cerveza Colón esté en la mayor parte de Latinoamérica. Hoy en día la empresa todavía no tiene la escala para vender su producto embotellado al consumidor final, no obstante, esta posibilidad figura definitivamente entre sus planes.
Todavía está por verse si el experimento de Colón será exitoso a diferencia del de su otra colega de nombre marítimo que fracasó rápidamente. Sin embargo la estrategia focalizada y modular de la nueva cerveza, y su objetivo de atacar los gustos cada vez más sofisticados y variados de algunos colombianos parece ir de la mano con la tendencias a nivel mundial.