Lo más difícil será que el sector privado consiga la financiación para cumplir con las inversiones planeadas en 2009

INFRAESTRUCTURA

¿Por buen camino?

El gobierno anunció que este año habrá inversiones por 55 billones de pesos en infraestructura. ¿Se conseguirá esa plata en medio de la turbulencia financiera internacional?

Aldemar Moreno, periodista Semana
21 de enero de 2009

La directora de Planeación Nacional, Carolina Rentería, realizó este miércoles una extensa rueda de prensa en la que presentó los cálculos sobre lo que será la inversión en infraestructura durante 2009.

Las cifras son sorprendentes: el país invertirá 55 billones de pesos en distintos proyectos en todos los sectores claves de la economía. De esos 51 billones, que corresponden al 10,7 por ciento del PIB, 23 billones serán del sector público y 32 billones del sector privado. Esto muestra un crecimiento del 22 por ciento frente a lo hecho en 2008.

La directora destacó que esto muestra que el país está preparado para enfrentar la desaceleración internacional; estas inversiones son fundamentales para compensar la caída que tendrá el consumo interno y las exportaciones este año y por eso servirán mucho para lograr la meta de crecimiento de 3 por ciento que proyectó el gobierno.

El anuncio tiene muchas aristas. Lo primero que hay que decir es que no es un paquete diseñado específicamente para la crisis; eso lo reconoció la misma directora de Planeación. Pero el anuncio muestra que sí hay un importante grupo de inversiones que se viene desarrollando y que va a tener un impacto en 2009, y que el gobierno está haciendo un sacrificio fiscal para lograr que esto se mantenga: aumentó su déficit y se endeudó más. Es un esfuerzo importante, eso nadie lo puede negar. El impacto sobre la economía será positivo.

Además, se trata de inversiones que mostrarán beneficios de largo plazo: se ampliarán de importantes obras viales concesionadas, se construirán hidroeléctricas y termoeléctricas y se desarrollarán sistemas de transporte masivo en varias ciudades. Así que al final de todo, quedará más infraestructura para el desarrollo del país.

Pero a pesar del optimismo, sí hay un factor de elevado riesgo. Se trata de cómo el país, y especialmente el sector privado, van a financiar esos importantes planes de inversión, en medio de una crisis financiera internacional como la que vive hoy el planeta.

Los recursos por parte de las entidades públicas 23 billones de pesos, están garantizados por los presupuestos. De hecho, el gobierno nacional acaba de colocar 1.000 millones de dólares en bonos en el exterior, con lo que cerró su plan financiero de 2009 y quedó blindado para cumplir con sus compromisos.

Pero otra es la situación para el sector privado, que está encargado de conseguir 32 billones de pesos.

Aquí las alarmas deben estar encendidas. Hay ya botones de muestra. Glencore, la compañía encargada de la modernización de la refinería de Cartagena, un proyecto de 3.000 millones de dólares, le pidió a su socio en el proyecto, Ecopetrol, que aplacen buena parte de las inversiones, hasta que no se defina el costo real y las necesidades de financiamiento.

En el mercado hay muchos rumores sobre los problemas de financiamiento que están teniendo los empresarios y esto podría echar al traste algunas de estas importantes inversiones.

La directora de Planeación, Carolina Rentería, se mostró confiada, porque aseguró que los inversionistas siguen apostando por el país y prueba de ello fue la emisión que por 1.000 millones de dólares hizo el gobierno a comienzos de año, que fue sobre demandada en los mercados internacionales.

Sin embargo, en el caso del sector privado, la situación real no se va a conocer sino hasta que cada empresa empiece a manifestar los problemas de financiamiento que tiene.

El gobierno está avanzando con la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para conformar un fondo especial con el fin de financiar proyectos que tengan problemas de financiamiento. La administración Uribe debería ponerle todo el empuje a este proyecto, porque probablemente las necesidades sean mayores de las que se proyecta.
 
Vale la pena recordar que el sector privado es el responsable de la mayor parte de las inversiones en infraestructura de este año: son 32 billones de pesos, más de 12.000 millones de dólares, una cifra considerable en cualquier momento, pero mucho más en tiempos de una crisis mundial sin precedentes.