ABRAZO HISTORICO

HACE 80 AÑOS, EL archiduque austriaco Francisco Fernando fue asesinado en las calles de Sarajevo, capital de Bosnia, por el joven anarquista serbio Gavrilo Princip. Ese oscuro episodio desencadenó casi de inmediato la Primera Guerra Mundial, que a su turno causó la muerte a más de nueve millones de personas.
Ese hecho, conocido como el Atentado de Sarajevo, fue conmemorado la semana pasada en Praga, capital de Chequia, un país que estaba entonces bajo la égida del imperio austrohúngaro, en un acto organizado tanto por checos como por austriacos para subrayar la concordia que hoy reina entre los pueblos del centro de Europa.
Como parte de los actos se organizó una exposición sobre la vida de Francisco Fernando, con objetos tomados del castillo de Konopiste, que, situado en las afueras de Praga, fue el hogar del malogrado archiduque austriaco.
Y el acto central, con la asistencia de la flor y nata de la renaciente nobleza checa, fue el abrazo que se dieron el nieto de la víctima y el sobrino del victimario, lo que marcó un notable hito de reconciliación histórica.