APARTHEID BALTICO

2 de marzo de 1992

LA POBLACION de origen ruso de los países Bálticos está viviendo una pesadilla. Las leyes recientemente adoptadas por los parlamentos de Estonia y Letonia, restringen el acceso a la ciudadanía por razón de origen. Eso ha llevado a que un millón y medio de habitantes hayan sido excluidos de los derechos civiles, lo que equivale al 34 por ciento de los habitantes de Letonia y el 30 por ciento de los de Estonia. Eso quiere decir que no podrán elegir sus representantes a los órganos del poder, ni participar en los programas de privatización de la economía. En Letonia sólo son elegibles para la naturalización quienes hayan vivido en el país durante dos años. Los estonios son más estrictos, pues requieren seis años y el conocimiento perfecto del complicado idioma del país.