BOLIVAR ULTRAJADO

19 de septiembre de 1994

Un cuadro del pintor chileno Juan Domingo Dávila, en el que representa a Simón Bolívar en pose feminoide y con una expresión obscena, causó la semana pasada la protesta de Venezuela, Ecuador y Colombia y las prontas excusas de la cancillería de Santiago, mientras en retaliación algunas personas quemaron una bandera chilena frente a su embajada en Caracas. Y cuando las agencias internacionales de noticias difundieron la imagen del cuadro, la indignación se convirtió en hilaridad, ante la sola idea de que alguien pueda haber llamado a eso "arte", patrocinado, para empeorar las cosas, por el estado chileno. Pero, por insólito que parezca, no se trata de la única ofensa que la imagen del Libertador ha recibido en los últimos meses. En mayo pasado, la estatua de Bolívar en Praga, capital de Chequia, fue víctima del vandalismo, y sólo la oportuna denuncia del vespertino Vecernik evitó que desapareciera completamente. Según algunas versiones, la estatua del Padre de la Patria -donada por Venezuela en 1983- habría sido confundida con la de algún jerarca comunista.