CAIDA CANTADA

15 de enero de 1996

LA DEVALUACION DEL BOlívar era tan inminente que a pocos sorprendió en Venezuela. Pero aun así, una caída del 70 por ciento de la moneda sigue siendo un balde de asua fría para cualquier economía. Lo peor es que esa era la única salida ante la dramática reducción de sus reservas internacionales -que apenas superan los 8.000 millones de dólares- y por la necesidad imperiosa de renegociar su deuda externa con el aval del Fondo Monetario Internacional. A pesar de la devaluación, el gobierno de Rafael Caldera mantendrá una tasa diferencial en el dólar, una de 290 bolívares para las importaciones y otra de 340 para los viajeros y las tarjetas de crédito. Más allá de consideraciones como el deterioro de la imagen internacional de Latinoamérica, en Colombia las preocupaciones están concentradas en el destino de la balanza comercial con Venezuela. La caída de su moneda no sólo hace más caras las exportaciones sino que fomenta el contrabando.