CANGURO AL AJILLO

27 de febrero de 1995

A LOS CANGUROS, LOS animales que caracterizan a Australia en el mundo entero, les llegaron dos noticias, una buena y una mala. La buena es que si ese país abandona sus vínculos con la corona británica y se convierte en República en el 2001, el curioso animal entrará a formar parte de la bandera nacional. La mala, desde el punto de vista del canguro, es que está en marcha un programa para convertirlo en producto de exportación... destinado al consumo humano. El tema es objeto de intenso debate en el continente-país, pues su captura y procesamiento (hay 18 millones de canguros salvajes, es decir, un millón más que habitantes) podría cumplir dos objetivos: disminuir la cantidad, considerada una plaga por los agricultores, y producir buenos ingresos. Uno de los problemas que se menciona es que no existe el mercado interno porque, aunque el canguro forma parte de la dieta tradicional de los aborígenes australianos, no es consumido habitualmente por la población en general.