De corto vuelo

5 de julio de 2008

La Aeronáutica Civil en Colombia aumentó la semana pasada uno de los más importantes componentes del valor de los tiquetes aéreos: el sobrecargo por combustible. La medida busca paliar el enorme problema que vienen sufriendo las aerolíneas en todo el mundo, por el aumento en los precios de la gasolina, que representa el 35 por ciento del costo de esta industria. Pero, aunque el incremento era pedido a gritos por las compañías aéreas, la verdad es que no todas quedaron contentas. Las más pequeñas recibieron sorprendidas la medida. ¿La razón? El sobrecargo que se les aplica no se modificó; quedó en los mismos 65.000 pesos. La Aeronáutica decidió que los vuelos nacionales de menos de 1.000 kilómetros con aviones turbo hélice seguirán cobrando el mismo sobrecargo que estaba vigente. En cambio, para los que se hagan en jet, este será de 85.000 pesos por trayecto, con el argumento de que estas aeronaves consumen más combustible. Alfonso Ávila, presidente de Easy Fly, una aerolínea de bajo costo recientemente creada, reconoce que la medida, en términos generales, es favorable para el sector, pero no se explica por qué el gobierno decidió no aplicarles el reajuste. Eso es como "castigar la eficiencia de las aeronaves", dijo. Según Ávila, ahora les queda 'pelear' por más mercado con menores tarifas, pues sería la única forma de compensar esos menores ingresos, porque seguirán sufriendo por los mayores costos de los combustibles. Pero, la verdad sea dicha, los que llevarán la peor parte con los nuevos reajustes serán los usuarios, que tendrán que pagar más por volar.