Delfines a retiro

17 de julio de 1995

DESDE 1966, LOS ENcargados del delfinario de Sebastopol, en la península ucraniana de Crimea, se dedicaron a estudiar las extraordinarias capacidades de los delfines. Pero entonces imperaba la lógica de la guerra fría, y el sonar de los animalitos, que les permite distinguir con impresionante precisión no sólo la forma de dos objetos de cinco centímetros de tamaño, sino el metal con que están hechos, se convirtió en un tema de vital importancia militar. Tanto, que entre 1975 y 1987, decenas de delfines adiestrados especialmente sirvieron en la marina soviética como sonares vivientes, sobre todo en el patrullaje de las bahías. Pero después de la desaparición de la Unión Soviética, el sector quedó bajo jurisdicción de Ucrania, y las actuales autoridades locales están interesadas en quitarles el objetivo militar a los pocos delfines que quedan en las instalaciones. La idea es que los mismos científicos se dediquen ahora a preservar la población de delfines sobrevivientes en el mar Negro.