El gran huracán

12 de febrero de 2006

Las sumas son enormes. El sector asegurador mundial deberá desembolsar unos 40.000 millones de dólares para cumplir con sus clientes y hacerles frente a los daños y la devastación que dejó el huracán Katrina. A eso hay que sumarle lo que puede suponerles el Rita, cuyas pérdidas estimadas ascienden a 6.000 millones de dólares. Por eso, cada vez más las aseguradoras del mundo están estudiando cómo el cambio climático puede afectar sus negocios y qué hacer para disminuir las catástrofes naturales. AIG, la mayor aseguradora de Estados Unidos, está considerando adoptar una política que favorezca las inversiones en firmas comprometidas en la reducción de los gases del efecto invernadero. Lo mismo parece estar buscando el gigante suizo del reaseguro Swiss Re, que ahora trabaja con un grupo de compañías patrocinado por la ONU, que apoyó el protocolo de Kyoto, un acuerdo internacional para limitar las emisiones de gases contaminantes.